Ninguna provincia española se quedó en 2023 sin algún inversor extranjero con permiso de residencia golden por inversión o expat, profesional altamente cualificado, investigador o directivo con permiso especial. Más de la mitad de los 65.404 extranjeros VIP que recibieron un permiso de residencia el año pasado escogieron provincias de la costa Mediterránea: 38.248. A un ritmo mayor que en el resto de España, expats e inversores se han cuadriplicado, respectivamente, en Tarragona y Girona desde antes de la pandemia, mientras que en Valencia se han multiplicado por seis.
Las cifras corresponden a la primera publicación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones después de más de 10 años de la Ley 14/2013 del Gobierno de Rajoy, que permite a inversores que gasten a partir de medio millón de euros en una vivienda o un millón en una empresa acceder al permiso de residencia, así como a investigadores, directivos y extracomunitarios de alto perfil.
Todos ellos cuentan con una oficina creada expresamente al margen de los tapones de Extranjería, la Unidad de Grandes Empresas, que ha tramitado en total 250.880 permisos de residencia a expats e inversores en 10 años, 97.789 de ellos aún en vigor, entre ellos 33.000 inversores inmobiliarios. Desde que se creó a finales de 2022 la Ley de Start-ups y Emprendedores, también pueden recibir estos permisos los nómadas digitales, ya sea trabajando en remoto para otros países por cuenta ajena o por cuenta propia, siempre y cuando cumplan con unos requisitos de ingresos. Este perfil debe ir en aumento, mientras que el inversor desaparecerá después de que el Gobierno decidiera poner fin a las golden visa por su efecto sobre el precio de la vivienda y los riesgos de entrada de capital ilegal que genera.
Las diferencias son enormes entre los 6 expats o inversores que llegaron a Soria el año pasado (la provincia que menos) y la provincia de Barcelona, que lidera y acapara una tercera parte de los permisos concedidos el año pasado (20.107) y de los últimos diez años (77.678). Otros territorios, sobre todo del Mediterráneo, como Girona y Tarragona también empiezan a notar el efecto de los expats en poblaciones muy inferiores. Los permisos a expats e inversores concedidos en Girona en 2023 (1.596) son cuatro veces más que antes de la pandemia (380) y casi el triple que en 2021, cuando fueron 650.
Casi la mitad de los permisos concedidos en Girona el año pasado (772) fueron a inversores y familiares a cambio de 262 compras de vivienda, mientras que el resto se reparten entre prácticas (15%), personal directivo o altamente cualificado (12%), nómadas digitales (11%), investigadores (7%) y otras figuras. Un tercio de los 4.932 permisos a extranjeros VIP concedidos en los últimos 10 años en Girona se dieron el año pasado.
En una provincia con 808.672 habitantes formada por muchos municipios rurales y de costa pequeños, el efecto creciente de expats e inversores puede tener un rápido efecto sobre los precios de la vivienda.
Algo similar ocurre en Tarragona, donde el año pasado se concedieron 1.164 permisos a expats e inversores, una cifra que duplica los concedidos en 2021 (510) y cuadriplica los de antes de la pandemia (291 en 2019). Si sumamos los permisos a expats e inversores concedidos en Tarragona desde que se creó la UGE con la ley de 2013, la cifra es muy parecida a la de Girona, 3.973, con lo cual una cuarta parte han sido fruto del último año. El efecto sobre la población, que es de 848.592 habitantes, puede ser parecido, si bien al haber menos inversores y más profesionales puede presionar más sobre el alquiler que sobre el predcio de la compraventa.
En 2023, predominaron los profesionales altamente cualificados y directivos (415, un 36%) y los investigadores (345, un 30%). A diferencia de otros territorios, fueron menos los inversores que compraron su vivienda para acceder al permiso de residencia (149, un 13%), prácticamente empatados con los nómadas digitales (148, mismo 13%).
Más extremo es el caso de la provincia de Valencia, que en un solo año se ha duplicado de 2.094 permisos concedidos en 2022 a 4.589 en 2023, el 7% de todos los concedidos en España, por detrás de Barcelona, Madrid y Málaga. Antes de 2021, nunca llegaron a 1.000 las solicitudes, por lo que la evolución muestra un 'boom' importante de esta zona. Como sucede en Tarragona, también aquí predominaron los profesionales altamente cualificados (1.679, un 37%) e incluso los nómadas digitales superaron con un 27% (1.361) a los inversores golden, que fueron tan solo un 16% de los permisos con un total de 719. Si sumamos los permisos concedidos a inversores y expats en los últimos 10 años, el 40% de los 10.901 fueron concedidos el pasado año en una población de 2,6 millones en toda la provincia.
Pero Málaga es una de las provincias donde el desequilibrio entre población y permisos concedidos más se acentúa, en parte debido a la concurrencia de inversores golden en la costa malagueña y en parte debido a la moda de la capital malagueña y su apuesta por las tecnológicas. Con una población de 1,7 millones, los 4.589 permisos concedidos en 2023 duplican los 2.094 de 2022 y tampoco antes de la pandemia se superaron siquiera los 800 permisos anuales. El 37% (1.679) fueron profesionales altamente cualificados o directivos y el 27% (1.261) nómadas digitales, mientras que 719, un 16%, correspondieron a permisos golden a cambio de inversión. En los últimos 10 años, fueron 10.901 los permisos concedidos a extranjeros de alto perfil.
Alicante, con 3.970 permisos concedidos a expats e inversores en 2023 (un 7% del total) y Baleares (1.351, un 2%) completan la lista de provincias del Mediterráneo donde está en auge la llegada de extranjeros de alto perfil que consiguen una vía privilegiada para el permiso de residencia. Granada (565), Castelló (345), Murcia (378) y Almería (173) apenas rozan el 1%, pero superan a la mayoría de provincias de interior o del Atlántico, excepto Sevilla (844), Cádiz (584) o Zaragoza (561). Si sumamos todas las provincias con costa, alcanzan el 66% de los permisos a expats e inversores concedidos en 2023.
Las cifras no recogen el total de expats, pues puede haberlos que hayan accedido por Extranjería, que vivan de manera intermitente como turistas o ciudadanos europeos que no requieren permisos o visados para trabajar desde España. Pero muestra una radiografía del boom de la movilidad de negocios o para trabajar en remoto, que se ha triplicado en España desde los 23.540 permisos de 2019 a los 65.404 de 2023.
En Madrid, segunda Comunidad Autónoma con más permisos concedidos a expats e inversores, se concedieron el 26% del total en 2023, hasta los 17.297. La mitad (8.670) fueron profesionales altamente cualificados y un 15% (2.638) fueron inversores, mientras que un 11% (1.874) fueron traslados intraempresariales, por encima de los nómadas digitales que representaron el 9% con un total de 1.607 permisos concedidos. La evolución en Madrid ha sido también radical pero desde una base más elevada, ya que antes de la pandemia se concedieron en 2019 9.232 permisos a este tipo de perfiles, casi la mitad que en 2023. Con una población de 3,4 millones de habitantes, Madrid ha tramitado 86.410 permisos en los diez años que lleva la ley.
Barcelona, a la que ya dedicamos otros artículos en ON ECONOMIA, tiene algo menos en el acumulado, con 77.678 permisos concedidos, pero superó a Madrid en 2023 con 20.107 en toda la provincia. Entre los permisos que otorga, el más habitual en Barcelona es el de altos directivos y personal altamente cualificado, con 8.062 concedidos en 2023, un 40% del total. El segundo más común es el de los permisos golden a cambio de inversión empresarial o compra de vivienda, con un 21% del total (4.279), que dejará de existir en 2025 tras la aprobación de su eliminación por el Congreso este jueves.