El gobierno de Marruecos ya se ha pronunciado. El gobernador del banco central marroquí Bank al Maghrib (BAM), Abdellatif Jouahri, ha asegurado este viernes que su país mantendrá la celebración de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Marrakech. La ciudad fue una de las localidades impactadas el pasado día 8 por un fuerte terremoto que causó casi 3.000 fallecidos. Sin embargo, el gobernador ha apuntado que la cita se mantiene en pie y que se celebrará del 9 al 15 de octubre.
En su intervención en un encuentro de responsables de bancos centrales de la región del norte de África y Oriente Medio en Rabat, Jouahri ha confirmado tras una semana sin pronunciarse que su país acogerá la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial. La ciudad ocre ya dispone de un gran espacio construido para acoger la asamblea, mientras siguen las obras para ampliar algunas vías públicas para facilitar el desplazamiento entre el aeropuerto y el lugar de los encuentros.
14.000 participantes en el congreso
Mientras miles de personas se han quedado sin casa en las vecinas montañas del Alto Atlas, unos 14.000 participantes de alto nivel, incluidos los Ministros de Economía y Finanzas y Gobernadores de los Bancos Centrales de los 189 países miembros acudirán a esta importante cita que empezará justo cuando se cumpla un mes del temblor que lleva miles de muertos y más de 5.000 heridos contabilizados.
El Banco Mundial y el FMI, por su parte, no se han expresado al respecto y, en respuesta a ON ECONOMIA, replican su reciente comunicado oficial que asegura que “el único foco es el pueblo marroquí y las autoridades que están lidiando con esta tragedia”. En 2018, estas reuniones se celebraron en Indonesia dos meses después de que un terremoto golpease la isla de Lombok. La ministra de Economía española en funciones, Nadia Calviño, ha expresado su deseo de que se celebren.
Plan de ayudas
Un terremoto de magnitud 6,9 en la escala de Richter sacudió el pasado viernes por la noche varias ciudades de Marruecos. El temblor se sintió desde la ciudad de Marrakech hasta la capital, Rabat.
El rey Mohamed VI celebró este jueves una reunión de trabajo en el que ordenó activar un plan de ayudas directas de entre 80.000 dirhams (7.300 euros) y 140.000 dirhams (12.800 euros) para que los afectados por el terremoto rehabiliten 50.000 viviendas dañadas total o parcialmente por el sismo. El plan está abierto también a la aportación de países extranjeros.
Asimismo, los ministros del Gobierno marroquí y los diferentes delegados ministeriales donarán un mes de salario para ayudar a las víctimas del terremoto. La decisión se tomó también este jueves en la reunión del Consejo del Gobierno presidido por el jefe del Ejecutivo, Aziz Ajanuch. Además, los funcionarios de la administración pública, empresas públicas y de las colectividades territoriales y los agentes de autoridad también contribuirán con un día de salario en tres meses, según han informado las autoridades en un comunicado.