Nuevos descuentos a los peajes catalanes. A partir del 2 de enero, la Generalitat ampliará la gratuidad para los usuarios del peaje de la ronda de Manresa a más usuarios y ya no habrá que asociar ningún medio de pago. Se hará mediante el registro de la matrícula del vehículo a esta web del departamento de Territori, ya a partir del 27 de diciembre.

Una vez dado de alta en el sistema, el usuario se puede dirigir a las vías de peaje de pago. En paralelo, continuará vigente el sistema actual de pago dinámico con ViaT o la aplicación Satellise.

Los usuarios del peaje de la C-16 en Sant Vicenç de Castellet, además, verán cómo el peaje será un 10% más barato, ya que los descuentos pasarán de ser del 70% al 80% a la barrera troncal y del 41 al 60% en la lateral. Lo ha anunciado este viernes el conseller de Territori, Juli Fernàndez.

La gratuidad se aplicará para todos los recorridos entre el enlace número 41 de Sant Vicenç de Castellet y el final de la autopista C-16 en Sant Fruitós de Bages, en los dos sentidos de circulación y a los vehículos de la categoría II (turismos, furgones y furgonetas) del lunes al viernes laborables, las 24 horas.

Durante el primer trimestre de 2023, el Gobierno espera implantar también los nuevos descuentos anunciados para la C-32, donde se prevé que sea gratis la autopista en los movimientos internos entre Cubelles y el Vendrell, así como que aumente el descuento para la movilidad obligada entre Castelldefels y Sitges.

El conseller de Territorio, Juli Fernàndez, en atención a los medios | Fotografía: ACN

El impacto de los descuentos todavía se tiene que determinar a la espera de la actualización de los precios con la inflación. "Con estas medidas facilitaremos los desplazamientos de las personas que tienen que utilizar el peaje por movilidad forzosa, ayudando así a mejorar la vida de los ciudadanos", ha dicho el conseller Fernàndez.

La C-16 y la C-32 con dos peajes cada uno, fueron las únicas autopistas que quedaron de pago a Catalunya, después de que en agosto del año pasado se levantaran los de la C-32 norte y C-33, gestionadas por la Generalitat, y los del AP-2 y la AP-7, de titularidad estatal. En total, quedan 120 vías rápidas de pago, en que dejarán de serlo cuando expire la concesión. es decir, el año 2036 el tramo Terrassa Manresa, el año 2037 los túneles del Cadí y de Vallvidrera y hasta el año 2039 la autopista Pau Casals, que es como se conoce el tramo sur de la C-32.

El tramo de 48 kilómetros de la C-16 entre Sant Cugat y Manresa es gestionado por Autema y el de la C-32 entre Castelldefels, Sitges y el Vendrell por Aucat, ambos conglomerados catalanes propiedad del gigante Abertis.

Un pastel redondo

Con las bonificaciones públicas, que cuestan anualmente a la Generalitat 50 millones de euros, se busca compensar la subida de precios que prevén los peajes, después de que las principales empresas concesionarias propusieran un alza histórica de hasta el 8,4%, en línea con el establecido por ley en lo referente al aumento del IPC (Índice de Precios al Consumo). Se trata del mayor incremento de los precios hasta ahora, pero el Gobierno está negociando con las empresas para que el impacto en los conductores no sea tan grande.

De los 2.000 kilómetros de autopistas estatales con peajes, entre las cuales hay las dos mencionadas, 1.500 kilómetros están controlados por Abertis, Itínere, Globalvia, Meridiam y Guadalcesa. Los 500 kilómetros restantes son gestionados por el grupo público Seittsa, dependiente del Ministerio de Transportes. Se trata de un negocio redondo para estas pocas empresas que se reparten el pastel de las autopistas, y Abertis, Globalvia e Itínere son las que tienen más presencia dentro del sector.

El importe que abonarán las administraciones a cambio de moderar la subida de precios sale del saldo de compensación por inversiones que no se han podido amortizar con el esperado incremento del tráfico. Las compañías llevaron a cabo mejoras y ampliaciones de capacidad que no han atraído los usuarios suficientes, a causa principalmente de la crisis causada por la pandemia.

Desde el departamento de análisis de Bankinter, califican la coyuntura de las subvenciones como positiva para estas empresas, mayoritariamente dedicadas en los sectores de la construcción y las infraestructuras. "Las soluciones que se plantea el gobierno podrían ser incluso más beneficiosas. Una subvención parcial sobre los peajes podría favorecer un incremento del tráfico", aseguran los expertos. En este sentido, creen que la subida de tarifas compensará en gran manera el incremento de los tipos de interés que llevan aplicando los bancos centrales a lo largo de este año y seguirán aumentando durante 2023, ofreciendo así cierta protección ante la inflación.