La renta por habitante ha disminuido en casi todas las comarcas de Catalunya, todo y que con diferentes intensidades. Estos son los últimos datos que se han publicado referentes al año 2020, según el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). Hay que tener en cuenta que fue un cierre de año de la pandemia, pero con las crisis posteriores marcadas también por la guerra de Ucrania, suponen un buen punto de partida para tener en cuenta las cifras finales.

Matadepera y Sant Just Desvern, con la renta más elevada

Matadepera (28.100 euros) es el municipio de más de 5.000 habitantes y del resto de capitales comarcales con la renta por habitante más elevada; lo siguen Sant Just Desvern (26.800 euros) y Alella (26.400 euros), todos con un nivel de renta por encima del 50% de la media catalana.

Si se amplía el análisis con los municipios de más de 1.000 habitantes (459 municipios), Riudarenes es el que tiene un nivel de renta por habitante más elevado, con 52.900 euros, y un incremento de la renta del 160,4% respecto del año anterior. Sin embargo, hay que tener presente la mayor variabilidad de los datos de los municipios de menos de 5.000 habitantes, que se explica por|para el comportamiento más irregular de algunos componentes de la renta. Así, por ejemplo, las rentas de la propiedad, que dependen de la percepción de dividendos u otros ingresos, pueden tener una influencia mayor en el cálculo global de la renta de algunos de estos municipios de menos tamaño.

 

En el otro extremo, Lloret de Mar (11.400 euros) es el municipio con menos renta por habitante el año 2020, seguido de Ulldecona (11.700 euros) y Roses (11.900 euros). En relación con el año anterior, la mayoría de los municipios estudiados (397 de los 459) han registrado una disminución de renta familiar disponible sucia|bruta por habitante, 4 se han mantenido estables y 58 lo han incrementado.

El análisis de la distribución de los recursos de las familias sitúa Guissona como el municipio con el porcentaje más elevado de ingresos procedentes de la remuneración de asalariados (el 73,8%). Lo siguen los municipios de los Pallareses (69,4%), Celrà y Fornells de la Selva (en los dos casos, el 69,1%) y Sant Cugat (69,0%). Con respecto al excedente sucio|bruto de explotación, la Vall de Boí (36%), Batea (33,5%) y Cadaqués (32,8%) son los municipios que registran los porcentajes más altos.

¿Dónde se ha notado más la reducción?

Así pues, en doce comarcas y Arán, la renta por habitante ha disminuido más que la media catalana (‑3,8%), encabezadas por la Alta Ribagorça (-8,3%), seguimiento de Arán (-6,1%), el Alt Urgell (‑5,9%), el Pallars Sobirà (-5,6%), el Barcelonès (-5,3%) y el Gironès (-5,1%). En el otro extremo, hay una comarca con crecimiento positivo, el Pla d'Urgell (1,4%) y dos con una renta que se ha mantenido estable: la Ribera d'Ebre y el Pla de l'Estany (las dos 0,0%). Esta disminución de la renta familiar en prácticamente todo el territorio ha sido condicionada por los efectos económicos derivados de la crisis sanitaria de la covid-19 y rompe la tendencia de crecimiento de los últimos seis años.

Con respecto a los principales componentes de la renta respecto del año anterior, la remuneración de asalariados y el excedente sucio|bruto de explotación (rentas empresariales y profesionales mayoritariamente) han disminuido un 4,2% y un 10,6%, respectivamente, mientras que las prestaciones sociales han incrementado un 15,3%. Hay que remarcar el notable incremento de las prestaciones de desempleo, fruto de las prestaciones derivadas de los ERTE por el efecto de la covid-19, mientras que las prestaciones de jubilación muestran un crecimiento moderado. Con respecto a los usos, las cotizaciones sociales han incrementado un 0,4% y los impuestos han disminuido un 1,8%.

¿Y por comarcas?

Por comarcas, todas han incrementado los ingresos procedentes de las prestaciones sociales en relación con el año anterior y los mayores aumentos se han registrado en Arán y la Cerdanya, por encima del 25%. Con aumentos por encima de la media catalana también hay un grupo de 17 comarcas, situadas mayoritariamente en el litoral, especialmente afectadas por la bajada del turismo. Con respecto a la remuneración de asalariados, hay seis comarcas donde estos ingresos han aumentado en relación con el año anterior, encabezadas por la Ribera d'Ebre (4,2%) y, con menor intensidad, por las Garrigues, el Pallars Jussà, la Segarra, el Urgell y el Pla d'Urgell. El resto de comarcas han disminuido los ingresos procedentes de la remuneración de asalariados y la reducción más intensa ha estado en la Selva y el Alt Empordà (-8,2% y -7,2%, respectivamente).

El Barcelonès, con la renta más alta

El Barcelonès, con 19.400 euros el año 2020, supera en un 10,4% la media catalana (17.600 euros) y sigue siendo la comarca catalana con la renta por habitante más elevada. La siguen el Baix Llobregat (18.300 euros), el Vallès Occidental (18.100 euros), el Garraf (18.000 euros), el Maresme (17.900) y el Vallès Oriental (17.600 euros). El resto de comarcas se sitúan con una renta inferior a la media catalana y hay cinco con un nivel de renta inferior al 20%: el Montsià (12.900 euros), el Alt Urgell y la Noguera (ambas, con 13.800 euros), y el Alt Empordà y la Terra Alta (ambas con 14.000 euros).

La diferente evolución de los principales ingresos de las familias el año 2020 en relación con el año anterior ha modificado su participación en el total de la renta. La remuneración de asalariados sigue siendo el principal ingreso de las familias (57,7%) y, por primera vez, las prestaciones sociales son el segundo ingreso (23,2%), seguimientos de las rentas empresariales y profesionales (19,1%). Por comarcas, la remuneración de asalariados es el principal componente de renta en todas las comarcas.

La Segarra y el Gironès son las comarcas con una proporción más alta de ingresos procedentes de los salarios (61,8% y 61,4%, respectivamente). En cambio, la Terra Alta (43,8%) y el Berguedà (48,6%) presentan las proporciones más bajas de remuneración de asalariados. Finalmente, la Cerdanya es la comarca que tiene el excedente bruto de explotación más elevado (30,6%), seguido por el Pallars Sobirà (27%) y la Terra Alta (26,3%).