McKinsey & Co., la empresa de consultoría de gestión conocida para recomendar a menudo despidos a empresas en dificultades, planea reducir unos 2.000 puestos de trabajo como aparte de un plan de reestructuración propio, según los informes filtrados por Bloomberg. Este ha informado de que los recortes de puestos de trabajo de McKinsey se centrarán en su personal de apoyo que no tienen el trato directo con los clientes y se encontrarán entre la ronda de despidos mayor de la compañía nunca hecha. El Wall Street Journal también ha confirmado la noticia por fuentes directas posteriormente,

Así pues, se espera que el plan para racionalizar las operaciones se finalice en las próximas semanas y que el número final de pérdidas de puestos de trabajo puede cambiar, incluso incrementar. McKinsey, de capital privado, cuenta con una estructura de 45.000 personas, más que hace cinco años, cuando eran 28.000. En los últimos tiempos se había incrementado por la pandemia y el alud de solicitudes que tuvo la consultora, pero ahora necesita deshacerse de este grosor de forma progresiva.

Cuestionada su imagen

De momento, McKinsey se limita a decir que "se está rediseñando la manera como funcionan los equipos por primera vez en más de una década, para que estos equipos puedan dar apoyo y escalar de manera efectiva con la empresa,", pero no ha proporcionado más detalles. La reestructuración afectaría departamentos como recursos humanos, tecnología y comunicaciones. Los equipos legales y de cumplimiento de McKinsey, que se han reforzado a raíz de escándalos como el trabajo de la empresa para los fabricantes de opioides y los vínculos con la corrupción en Sudáfrica, no se verán afectados.

Hay que recordar que esta consultora ha frenado recientemente la contratación de personal de back-office. Además, otros ejecutivos sénior de la industria han avanzado que esperan que muchas consultoras harán recortes a sus operaciones de back-office para controlar los costes. Sin embargo, McKinsey subraya que "seguirá contratando profesionales de atención al cliente", ya que la demanda seguía siendo fuerte. La empresa cuenta con la mayor parte de la plantilla dedicada a funciones "orientadas al cliente".

KPMG, una Big Four en crisis

La empresa, que obtuvo un récord de ingresos de 15.000 millones de dólares en el 2021, superó esta cifra en el 2022. Los despidos han arrasado en las empresas americanas en medio de los temores de recesión, con más de 107.000 trabajadores que han perdido el trabajo solo en el sector tecnológico este año. Otra que forma parte de las Big Four y también ha anunciado despidos en el terreno de la consultoría es KPMG. Los recortes, que afectarán cerca de 700 personas, a un 2% del grueso, fueron anunciados internamente el miércoles pasado por Carl Carande, vicepresidente del negocio de asesoramiento norteamericano de KPMG. Eran necesarios para "alinear mejor nuestra fuerza de trabajo con la demanda actual y prevista del mercado", dijo en una nota al personal filtrada. Igual que otras grandes empresas, KPMG ha estado luchando con el colapso de la actividad de fusiones y adquisiciones que ha afectado su negocio de asesoramiento de acuerdos, y ha reducido la demanda de informática y consultoría estratégica.