El martes pasado, el Consejo de Ministros dio luz verde a avalar el 20% de la hipoteca en la primera vivienda para jóvenes menores de 35 años y con ingresos inferiores a los 37.800 euros anuales, límite que se amplía un 70% para familias monoparentales, hasta los 64.000 euros, y al doble, hasta los 75.600 euros, si la hipoteca la firman dos personas. Lo hará a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Esta medida, que ya aplica la comunidad de Madrid y para la que prevé una partida de 2.500 millones de euros, supone a la práctica poder meterse en una hipoteca sin tener que pagar entrada, que es para muchos el gran impedimento a la hora de dar ese paso.
Pongamos por caso que compras un piso de 300.000 euros. Si lo normal es que te concedan una hipoteca al 80% y tengas que asumir el 20% de la entrada, significa que necesitas nada más y nada menos que 60.000 euros de entrada. "Lo que supone esta ayuda es que no tengas que pagar esta entrada", resume Joan Torras Ragué, economista y asesor fiscal, profesor en EADA Business School, que analiza en qué casos, si eres un joven menor de 30 años, puede ser una buena idea pedir esta ayuda al estado.
La medida ha recibido duras críticas del socio de Gobierno de Sánchez, Unidas Podemos. La crítica es tan interna al Gobierno que ni siquiera fue alguien ajeno al ejecutivo, sino la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, la que aseguró que esta medida fomentaba "la espiral hipotecaria" y se basaba en un planteamiento que ya hicieron "Botín y el PP". "Las propuestas del PSOE en vivienda son contrarias al interés general", añadió Belarra.
Entre los jóvenes que no se habían planteado tener una hipoteca, ¿debería esta medida hacerles cambiar de opinión? Torras resalta que "incluso con la subida de los tipos de interés, podemos encontrar hipotecas con precios similares a un alquiler". "Teniendo en cuenta que el dinero que destinas al alquiler nunca lo recuperas, es una buena decisión afrontar una hipoteca si puedes hacerlo", añade Torras, que no obstante reconoce que "tener el 20% de lo que vale un piso es algo francamente complicado", en especial cuando eres joven. "Esta medida puede dar acceso a una parte importante de la población a tener una propiedad", completa.
Un 40% de ingresos
"Creo que el perfil ideal para pedir esta hipoteca es el de que la mensualidad no supere el 40% de tus ingresos", sentencia Torras. La respuesta parece abrir el abanico entre los jóvenes, pero si contamos con que el precio medio de la hipoteca en España es de 646 euros, según la Estadística Registral del Colegio de Registradores, el cálculo de Torras nos dice que el joven en cuestión tendría que tener un sueldo de 1.615 euros para que fuera una buena idea meterse en esta hipoteca sin entrada y con aval del Estado. Para una pareja que quiera pagarlo a medias, la cosa cambia, puesto que con un sueldo de 800 euros cada uno podrían afrontar este coste. El amor, en estos casos, se convierte en una sólida alianza económica, aunque cueste poner sobre un papel los riesgos de que la relación se rompa.
La estabilidad laboral es también un factor a tener en cuenta, ya que "si a la larga no puedes pagar, es posible que el Estado se cobre el aval de alguna forma". La respuesta, por tanto, a la pregunta que plantea este artículo es un claro y rotundo sí a ojos de este experto, puesto que la barrera de la entrada es lo que "hasta ahora hacía tan difícil que a un joven le dieran una hipoteca".
Ahora bien, la cosa se complica si vives en Balears, Madrid o Catalunya, con precios de la hipoteca muy por encima de la media. En las Balears la cuota media de la hipoteca es de 1.097 euros; en la comunidad de Madrid, de 959 euros, y en Catalunya, de 729 euros. Por tanto, para cumplir con el ratio de que la hipoteca tan solo se lleve como máximo el 40% de tus ingresos. Serán necesarias, pues, rentas de 2.742 euros al mes para acceder a una hipoteca en Balears, de 2.397 euros en la comunidad de Madrid y de 1.822 euros en Catalunya, donde a su vez contemplaremos diferencias sustanciales entre el precio de la hipoteca en Barcelona y otras ciudades o entre zonas urbanas y rurales.
Las ayudas a las hipotecas, por tanto, no tendrán como destinatario ideal a los trabajadores más vulnerables, al menos en las grandes ciudades y en el caso de compradores que quieran afrontar solos esta aventura. Visto lo visto, "creará más guetos", alerta Torras, que cree que "el impacto de la medida será limitado y a la larga puede crear más desigualdad entre quienes tienen y no tienen vivienda", alerta Torras, que cree que a la medida se llega "porque el Gobierno no ha hecho los deberes".