Las medidas adoptadas por el Gobierno para paliar los efectos en la inflación derivados de la guerra en Ucrania tuvieron un impacto en las cuentas públicas de unos 22.000 millones de euros en 2022, según ha detallado este jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En la presentación de los datos de ejecución presupuestaria, Montero ha señalado que de los 45.000 millones que se han destinado a los efectos de la guerra, 10.000 millones corresponden a avales y de los 35.000 millones restantes, unos 22.000 millones han tenido impacto en 2022.
De estos 22.000 millones, ha añadido, unos 8.000 millones corresponden a menores ingresos fiscales -debido a medidas como la rebaja del IVA del gas y la electricidad- y unos 14.000 millones, a medidas de gasto, como la bonificación a los carburantes (5.752 millones), ayudas a los hogares (6.216 millones) o a sectores económicos (1.755 millones).
De esta manera, el Gobierno ha devuelto "con creces" la mayor aportación tributaria realizada por los españoles en 2022, según la ministra, que ha cifrado en 6.894 millones el saldo fiscal positivo para los hogares. A pesar del impacto de las medidas, el déficit público cerró 2022 en el 4,8 % del PIB, "la mitad" que en 2020, ha destacado Montero, y dos décimas por debajo de la referencia que se remitió a Bruselas gracias a una recaudación récord.
Mejora del saldo fiscal
Estas dos décimas, ha añadido Montero, permiten "cierto colchón" fiscal en caso de que sea necesario adoptar medidas adicionales para hacer frente a la inflación porque "si todavía las familias siguen atravesando momentos de dificultad económica, emplearemos estos recursos en seguir ayudando". Sin embargo, si la inflación continúa a la baja, el aumento de recaudación -que ha cifrado en un 2,7 % en términos nominales hasta marzo de este año- se utilizará para mejorar el saldo fiscal, con el objetivo de cerrar 2023 con un déficit del 3,9 % del PIB.
En cualquier caso, Montero ha asegurado que España está "en buenas condiciones" para abordar la vuelta de las reglas fiscales europeas suspendidas desde el inicio de la pandemia porque el Gobierno ha sido "responsable" y "está cumpliendo" con sus compromisos.
No obstante, no será hasta 2025 cuando España baje del umbral del 3% requerido por Bruselas en las actualmente suspendidas reglas fiscales. En un momento en el que se están rediseñando las reglas fiscales europeas, Montero no cree que haya ningún problema con ese ritmo de reducción del déficit. "Todavía no hay ninguna directriz clara marcada, aunque el Gobierno mantiene su senda pactada de que en dos años por debajo del 3%", ha recalcado la ministra.
"La política presupuestaria que está aplicando el Gobierno de España permitiría, sin nuevas medidas, que en el año 2025 estemos por debajo del 3% del PIB" que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, ha recordado, un ritmo "muy razonable" de ajuste, por lo que no cree que haya "ningún problema" para cumplir las nuevas normas.