El sector apícola se enfrenta a una grave crisis, con las cosechas de miel bajo mínimos. Los problemas que acechan a la apicultura en España han provocado un descenso del 50% en las cosechas a nivel nacional, afectadas por las condiciones climatológicas y las infestaciones. Las asociaciones profesionales agrarias denuncian además que no compiten en igualdad de condiciones con países como China o Ucrania, algunos de los principales importadores de miel al país.

Desde COAG, ASAJA, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de España, se reunieron el pasado 27 de diciembre con responsables del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para poner sobre la mesa la grave situación que atraviesa el sector y está provocando la quiebra de muchos apicultores profesionales. Una de las medidas que reclaman es que se les entregue una ayuda directa y de forma urgente para paliar las pérdidas en las que están incurriendo, sí como incorporar a los apicultores profesionales entre los beneficiarios del descuento de 20 céntimos por litro de combustible de ayuda al transporte.

"Es el tercer año consecutivo con caída en la producción. A nivel nacional la caída es de un 50%, pero dependiendo la zona estaríamos hablando de un 60% o un 70%", explica a ON ECONOMIA Pedro Manuel Loscertales, responsable nacional del sector apícola en COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos). La sequía producida por el cambio climático y las infestaciones por Varroa (un ácaro que ataca a las abejas) son los motivos principales por los que se ha llegado a esta situación en 2023, pero no los únicos.

Los almacenes llenos, mientras las importaciones se disparan

"A día de hoy estamos con precios de 3,2 euros el kilo a granel y bajando, mientras los costes de producción han subido. Tanto el gasoil como las materias primas y los piensos llevan subiendo desde abril, por lo que los costes para producir un kilo de miel no se cubren con la venta del producto", añade el agricultor.

Asimismo, las colmenas vienen arrastrando un debilitamiento considerable en los últimos años, provocando que gran parte del trabajo de los agricultores apícolas se centre en la recuperación y no en la producción de miel. Es por ello que el sector se va a centrar en 2023 en la reposición de abejas y en la cría, por lo que se verán acentuadas las caídas en las cosechas.

La situación es cada vez más complicada para la producción de miel española, sin embargo, las importaciones de miel de países extranjeros se han disparado a lo largo del año. Las envasadoras y distribuidoras prefieren cada vez más comprar a países como China, Uruaguay, Turquía y Ucrania por los precios excesivamente bajos a los que venden el producto. De hecho, la industria envasadora de miel ha importado en 2022 más miel que ningún otro año de la serie histórica, según los datos de COAG.  

"Las importaciones de miel, con datos del 27 de diciembre, muestran que llegaron 33.000 toneladas de origen extranjero, de las cuales 4.400 son de origen chino, mientras, gran parte de nuestra miel está sin vender y llenando los almacenes. No podemos competir con los precios de la miel de otros países, la miel de China y la de Ucrania en puerto está a un euro el kilo". Los bajos precios de los países que importan hacen que sea muy complicado para los apicultores españoles vender su miel, especialmente si para ellos el coste de producción es superior que al que lo venden sus competidores.

Mezclan miel española con china y la venden como española

No solo las envasadoras y distribuidoras eligen cada vez más la miel importada, sino que muchas veces se hace pasar por miel española. En este sentido, COAG y el resto de organizaciones agrarias del sector denuncian una práctica poco transparente que perjudica directamente a los productores españoles y al consumidor.

"Sigue entrando miel china, pero en las etiquetas no aparece como tal. A día de hoy no sabemos donde están las 4.400 toneladas que llegan a nuestros puertos y luego no aparecen en las etiquetas de la miel que hay en los lineales de los supermercados", denuncia el responsable.

Las organizaciones denuncian que se producen triangulaciones masivas de miel china hacia España a través de Portugal, sin que el origen del producto se refleje en las etiquetas de las mieles comercializadas por las empresas de la gran distribución. "A la industria no le interesa nuestra miel. El negocio está en importar y mezclar con lo poco que se permite. Según la normativa actual, se puede mezclar un kilo de miel de España con 99 kilos de China y con eso ya les vale para poner que es miel española. Luego se la compran en puerto a un euro el kilo y la venden por cuatro euros. Es un negocio redondo", denuncia.

Desde el sector han preguntado por ello al Ministerio de Agricultura y han propuesto una serie de iniciativas para acabar con estas prácticas, pero todavía no han recibido respuesta. Entre las propuestas, se encuentra la de promover un cambio en el etiquetado de origen de la miel, especialmente aprovechando la presidencia Europea del próximo año, poner en marcha una campaña institucional para poner en valor la miel española entre los consumidores e incentivar su presencia destacada en los lineales, especialmente en la gran distribución. 

Del mismo modo, las organizaciones abogan por la necesidad de adaptar la legislación sanitaria en tramitación a la realidad y circunstancias de la producción apícola. Aspectos que se refieren al veterinario de explotación, el plan sanitario, la identificación o la certificación de movimientos. "Lo que queremos es competir en igualdad de condiciones y que haya transparencia para el consumidor, que pueda elegir sabiendo lo que está comprando", concluye el responsable de COAG.