Más de la mitad de los 6.000 alquileres sociales que la Sareb ha aprobado en el último año están en Catalunya, más concretamente 3.201, un 54%, según el balance presentado en Cornellà de Llobregat este jueves por el presidente del 'banco malo' de titularidad estatal, Javier Torres, y el director de relaciones institucionales y vivienda asequible, Pau Pérez de Acha. Desde que el Estado, a través del Frob, se hizo con más del 50% de Sareb en marzo del año pasado, la empresa pública ha puesto el foco en el mercado social y asequible para dar salida a su parque de suelos y vivienda, una medida "con la que todos ganan", ha reconocido Torres, ya que a ellos les permite también alquilar vivienda no tan jugosa en el mercado convencional.
El viraje hacia la vivienda social (con un coste medio aproximado de 240 euros) y asequible (un 20% por debajo del mercado en su zona) recibió un nuevo impulso el pasado mes de abril, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que pondría 50.000 viviendas de la Sareb en el parque de vivienda social o asequible. Antes, no obstante, ese proceso ya había comenzado y este jueves la Sareb ha dado los detalles de este cambio, así como de la situación económica de la entidad, que nació en 2012 con el objetivo de dar salida a los activos tóxicos de las 24 cajas de ahorro rescatadas por el estado.
En Catalunya, de las más de 7.000 viviendas que posee la Sareb, existen 3.201 alquileres sociales ya aprobados, 1.540 alquileres en convenio y 1.658 familias no vulnerables que no colaboran con la entidad, o sea, que ocupan la vivienda o están pagando alquileres a precios previos al viraje social por contratos antiguos. Aún hay otras 600 viviendas pendientes de resolución. Entre los que no colaboran, la estrategia suele ser la recuperación del inmueble por vía amistosa o judicial, con un 80% de éxito de la vía amistosa y una duración media de entre 9 meses y tres años de litigios.
En el estado español, son 6.000 los alquileres sociales aprobados, 1.980 los alquileres en convenio, 1.100 los alquileres sociales en estudio y 3.400 las familias vulnerables que no colaboran. Para determinar la vulnerabilidad de las familias, existe un centenar de especialistas trabajando, la mayoría de ellos de Servihabitat, que realizan además un acompañamiento sociolaboral.
¿Qué perfil tiene el inquilino de Sareb?
El 73% de las familias beneficiarias del programa de alquiler social de la Sareb son familias monoparentales con un promedio de dos menores a cargo, mientras que existe un 17% de familias con al menos una persona con discapacidad a su cargo. Los ingresos medios son de 898 euros al mes y un 55% tiene ayudas públicas. En total, son 28.000 personas las beneficiadas por el alquiler social, un 52% de ellos menores de edad y solo un 3% mayores de 65 años.
De la mano de talleres de formación y otras acciones para reinsertar a las familias, la Sareb consigue un alto cumplimiento de los contratos y una baja morosidad que beneficia a ambas partes. Todo ello se consigue mediante convenios con diferentes municipios y comunidades autónomas, entre las que destacan los Ayuntamientos catalanes, con 31 convenios aparte del de la Generalitat.
Más allá del alquiler social, apuesta que la Sareb seguirá desarrollando, el 'banco malo' ha aprobado también un nuevo plan de vivienda asequible, denominado plan Viena, pendiente de la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que le permitirá construir entre 12.000 y 15.000 viviendas en toda España, 3.500 en una primera fase y 800 en Catalunya, pero ninguna en Barcelona ni su área metropolitana.
El presidente de Sareb, Juan Torres, ha recordado en el encuentro con periodistas que "España tiene un parque de vivienda social del 2,5% sobre el total, muy por debajo de la media", y ha puesto el foco en la cifra de 1,2 millones que necesitaría el país para igualarse a la media europea. "Evidentemente, son cifras muy por encima de las posibilidades de la Sareb", ha dicho Torres, que ha recordado que la empresa nació con el mandato de pagar la deuda generada por las cajas de ahorro que absorbió en forma de préstamos o vivienda. "Dentro de ese mandato, hemos asumido que se haga con responsabilidad social y sostenible, de forma que matamos dos pájaros de un tiro", ha añadido, y ha recordado que la capacidad de acción de la Sareb está limitada por la vivienda y suelo que la empresa ya tiene.
La deuda de Sareb y el fin de 2027
Con todo, la Sareb está todavía muy lejos de pagar esa deuda generada, que ahora mismo asciende a 30.000 millones de euros después de haber conseguido librarse del 40% de la inicial, hasta un total de 20.300 millones de euros. La venta de activos ha sido del 48% de la cartera de la que disponía en un inicio. El pasado año, la Sareb cerró unas ventas por valor de 2.361 millones de euros, pero se mantuvo en pérdidas de 1.506 millones, que justifica por la pérdida de valor del inmueble. De hecho, ha actualizado el valor de su cartera de vivienda y suelo y ya la ha reducido en 11.626 millones desde 2012.
A este ritmo, el propio Torres ha reconocido que van "con retraso" en el objetivo de vender todos los activos disponibles antes de 2027. "Es posible que no lo cumplamos", ha dicho, y ha contemplado algunas posibilidades como una prórroga, "dependerá del gobierno que haya", o vender las propiedades que queden a otros organismos públicos como SEPES, el organismo de vivienda pública dependiente del gobierno. "Es algo que habrá que estudiar", ha dicho.