La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, ha asegurado este jueves que el Gobierno trabaja para dar continuidad a los impuestos a la banca y a las energéticas, aunque ha reconocido que es "muy consciente" de que, si no cuenta con una mayoría suficiente en el Congreso, "no podrá cumplir" con esa reforma. "Estamos trabajando, dialogando, para intentar convencer, que es de lo que se trata siempre, de convencer de las bondades de pedir un mayor esfuerzo a aquellos que han tenido mayores beneficios", ha subrayado Montero.

El Gobierno es consciente de que formaciones como Junts o el PNV ya han mostrado su oposición y recelos a establecer el impuesto a las energéticas de manera permanente. En el caso de la formación que lideran Carles Puigdemont y Jordi Turull, se argumenta que la medida pondrá en peligro parte de las inversiones del sector energético que, en Catalunya, tiene un peso decisivo en el sector químico, dentro de la petroquímica de Tarragona, entre otros. Especialmente, un plan de expansión de Repsol. También es muy relevante el hecho de que no lo llevaban en el programa electoral y consideran que el impuesto es una trampa, porque las eléctricas quedan fuera.

En el caso del PNV, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha afirmado que su partido "no aceptará nunca" una tasa a las energéticas permanente como gravamen, sino como impuesto, y como tal tendrá que ser concertado con Euskadi". Ha precisado, sin embargo, que el PNV no cree que sea "muy positivo" establecer el citado impuesto porque puede ahuyentar las inversiones de estas empresas, según ha dicho en una entrevista en Radio Popular. "En un primer momento, dicha tasa puede suponer recaudar un poco más, pero lo importante es que las empresas inviertan y se creen puestos de trabajo. Creo que es una tasa que responde a razones ideológicas, porque en realidad es gravar dos veces", ha considerado.

Pese a esta declarada oposición del sector, que también han mostrado patronales y sindicatos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha insistido en que la vocación del Ejecutivo es "darle continuidad al impuesto a las energéticas", pero "es muy consciente de que tiene que acordar con el conjunto de grupos políticos". Durante su participación este jueves en las jornadas Metafuturo, Montero ha recordado que el objetivo final de la medida impositiva es que "el conjunto de los ciudadanos pueda disfrutar de una mejor política de vivienda, de una mejor financiación de la sanidad, de la dependencia, de las políticas que dan igualdad de oportunidades". Montero ha reconocido que "cada fuerza política es libre de prestar su apoyo". "Ojalá tengamos una mayoría suficiente para dar continuidad a este impuesto", ha indicado. La titular de Hacienda ha reiterado que, "si el Gobierno no cuenta con una mayoría suficiente, no podrá cumplir con que esos impuestos permanezcan a lo largo del tiempo", según declaraciones recogidas por Efe.

Este gravamen formaría parte de una reforma fiscal que el Gobierno debe enviar a Bruselas. Al respecto, la vicepresidenta ha subrayado que el Gobierno está haciendo "todo": por una parte "hablando con Bruselas respecto a los calendarios de cumplimiento de los hitos" y, por otra, "con el conjunto de grupos políticos para darle continuidad a determinadas figuras tributarias". "Son debates que requieren tiempo y requieren mucho hablar y mucho diálogo porque a veces la aspiración de algún grupo político no se corresponde con la de otro", ha dicho Montero, quien ha apuntado que "todos los votos cuentan y cada uno legítimamente aspira a su política de máximos".

Preguntada por el caso concreto de Junts, que este fin de semana celebra su congreso, la vicepresidenta ha reconocido que, tras esas citas políticas, "hay más capacidad de que podamos poner el acento en la senda de estabilidad y los presupuestos". "Esto es lo que el Gobierno va a impulsar, para que tengamos unas cuentas públicas que permitan seguir desarrollando nuestro proyecto social, de cohesión territorial y dinamismo económico", ha añadido.