Las agencias de calificación crediticia han empezado a valorar el acuerdo de Investidura alcanzado por Pedro Sánchez para poder seguir gobernando cuatro años más. En solo unas horas se han pronunciado Moody's y Fitch. La primera, que ha hecho un análisis más extenso, prevé que el rating de Catalunya sea positivo, principalmente, por la cancelación parcial de la deuda. Aunque no opina lo mismo para el conjunto de España. La segunda agencia, más comedida, ha mantenido la nota de España en A- con perspectiva estable tras la investidura.
En concreto, Moody's espera que los acuerdos alcanzados por el PSOE beneficien la calidad crediticia de la Generalitat de Catalunya y potencialmente de otras regiones españolas al aliviar su carga de deuda y disminuir sus gastos por intereses. La firma señala que el nuevo marco permitiría a Catalunya recaudar el 100% de los impuestos pagados dentro de su territorio, aumentando su autonomía financiera, mientras que se contempla condonar 15.000 millones de euros de la deuda de la Generalitat catalana, que fue contraída a través del mecanismo de liquidez del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), alrededor del 20% de la deuda de la Generalitat concedida por el Gobierno central a través del instrumento.
La cancelación parcial de la deuda podría extenderse a otras regiones con el objetivo de compensarlas por el exceso de deuda relacionado con el ciclo económico negativo, recoge Europa Press, mientras que en el caso de regiones con deuda limitada o nula contraída con el Gobierno central, incluidos el País Vasco, Navarra y Madrid, los fondos ayudarían a reducir sus niveles generales de deuda.
"Según nuestros cálculos, una condonación del 20% de la deuda regional contraída a través de los mecanismos de liquidez del Gobierno central, combinada con transferencias adicionales a las regiones que no han utilizado estos mecanismos, totalizaría alrededor de 45.000 millones de euros, o aproximadamente el 3,3% del PIB nacional", estima la agencia.
Como resultado de dicha condonación, Moody's calcula que la carga de la deuda de las regiones calificadas bajaría del 180% de los ingresos operativos en 2022 a un promedio del 154% y estima que lograrían ahorros de intereses anuales de aproximadamente 407 millones de euros en promedio, reduciendo sus gastos operativos y mejorando su desempeño operativo en el futuro.
"La Generalitat de Catalunya sería la más beneficiada porque es la región más endeudada de España", sostiene Moody's, apuntando que las medidas propuestas reducirían su carga de deuda a aproximadamente el 203% de los ingresos operativos desde el 245% a finales de 2022, lo que seguiría siendo alto en comparación con otros gobiernos regionales y locales europeos.
Sin embargo, Moody's ha advertido de que estos acuerdos políticos alcanzados por Sánchez para lograr la investidura resultan negativos para el perfil crediticio de España "debido al mayor riesgo político". En este sentido, subraya que las implicaciones crediticias finales dependerán de cómo se implementen los acuerdos y de la capacidad para llevar a cabo su agenda política, aunque la agencia espera que sea estable y confía en que "todos los partidos de la coalición apoyen el próximo presupuesto de España para 2024".
Asimismo, si bien consideran que la cancelación de la deuda de Catalunya no tendría ningún efecto sobre los indicadores de deuda soberana, apuntan que plantearía "problemas de riesgo moral", lo que podría desincentivar la formulación de políticas fiscales prudentes a nivel regional, presionando las finanzas del emisor soberano.
Fitch mantiene la nota de España
La agencia de calificación Fitch ha mantenido la nota de España en A- con perspectiva estable tras la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno el pasado jueves, recoge la Agencia EFE, aunque advierte de que el "panorama político cada vez más polarizado" y la dependencia de los independentistas "podrían plantear desafíos".
En una nota, la firma justifica el mantenimiento de su calificación soberana por el crecimiento económico, una economía diversificada y de valor añadido, instituciones sólidas dentro del marco europeo e indicadores de gobernanza "en línea" con el resto de países con la misma calificación. "La perspectiva estable refleja la opinión de Fitch de que el nuevo gobierno continuará implementando políticas alineadas con el Plan nacional de Recuperación y Resiliencia", añaden.
Respecto a sus previsiones, Fitch estima que la economía española se moderará al 1,7% en 2024 (en línea con Bruselas) tras crecer un 2,3% este año y que, debido al "débil" crecimiento de los socios comerciales, el avance del PIB español vendrá impulsado por la demanda interna. Sobre la deuda, el calificador pronostica que el ratio alcanzará el 108,4% del PIB este año, "el doble" que el de otros países con la calificación A- y a pesar de que el "elevado crecimiento del PIB nominal ha reducido significativamente el ratio de deuda de España desde su máximo de 2020".
Fitch añade que prevé una ralentización en el ritmo de caída del ratio "con la desaceleración del crecimiento económico y los déficits fiscales primarios proyectados en el modelo de dinámica de deuda de mediano plazo de Fitch". Por su parte, el déficit previsto para 2023 alcanzará el 3,9% del PIB y subirá una décima en 2024.