Maribel fue encontrada muerta en casa por su hijo en febrero del 2022, según sus familiares, mientras teletrabajaba. A partir de aquí, se abrió una disputa judicial sobre si su muerte se consideró un accidente laboral o no. Hasta hoy, que un tribunal lo ha desestimado, aunque ha creado uno precedente, como mínimo mediático, en nuestra casa entorno la cuestión del teletrabajo y sus riesgos. Si nos remontamos a los hechos, la trabajadora fue encontrada muerta, concretamente, el 21 de febrero de hace dos años a las 20 h.

El dato de la hora es importante para entender la interpretación hecha. El comunicado del 112 y la autopsia del día siguiente indicaron que la causa de la muerte fue un infarto agudo de miocardio, situando el suceso cabe a las 15:00 h del mismo día. La autopsia reveló que tenía el estómago vacío, lo cual se interpretó como indicio que no había comido, de manera que estaba en tiempo de trabajo.

Las pruebas para acreditar el teletrabajo

A partir de aquí, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, estimó la demanda del viudo, aplicando la presunción de laboralidad del artículo 156.3 LGSS, que establece que las lesiones durante el tiempo y el puesto de trabajo se presumen accidentes de trabajo, salvo prueba en contra. Consideró que la muerte había pasado en horario de trabajo, ya que Maribel teletrabajaba del lunes al viernes con horario flexible de 9.00 a 19.00 y una hora para comer, cuya distribución no estaba claramente determinada. Tal como subraya Pere Vidal, abogado laboralista de Roca Junyent, “FREMAP impugnó alegando que no se había probado que Maribel estuviera trabajando en el momento de morir. Destacó que el hecho de que tuviera el estómago vacío no es suficiente para concluir que estaba en tiempo de trabajo”. Esta corresponde a su seguro laboral. Y, por lo tanto, el TSJ ha concluido que “no hay medio de saber si estaba o no en tiempo de trabajo”.

El abogado Vidal concluye que “aunque la muerte pasó en casa, su lugar de teletrabajo, la falta de registros precisos de su horario impide confirmar que pasara en tiempo de trabajo. La jornada flexible y la falta de registro horario detallado dejan abierta la posibilidad de que la muerte pasara en su tiempo de descanso. Que no había comido no equivale a presumir que en aquel momento, hacia las 15 h, estuviera trabajando. Podía estar a su hora de descanso, dedicada usualmente a comer, pero también a cualquier otra actividad. No hay evidencia ni un mínimo vestigio de que, al momento del deceso, la causante estuviera haciendo alguna tarea profesional para su empleadora”.

A pesar de todo, también subraya que son datos en hechos probados que permiten cuestionar la etiología laboral. A modo de ejemplo, la jornada de invierno era de 42,5 horas semanales, de lunes a viernes, en horario flexible de 9 a 19 horas, con 1 hora para comer no predeterminada. El día de la muerte trabajó 9 horas, según la aplicación informática, pero la distribución de la jornada total no estaba indicada. Siendo el deceso en invierno, la jornada sería de 42,5 h semanales del lunes al viernes, en horario flexible entre las 9 y las 19 h con 1 hora de descanso no predeterminada (10 h en total). No la totalidad de las 10 horas podían ser de trabajo, siente 9 h diarias al descontar 1 hora de comida. Y, por lo tanto, los mismos expertos como el abogado de Roca Junyent concluyen que, a la vez, también “podría haber estado en el tiempo de descanso, pero finalmente se absuelve FREMAP de las pretensiones del viudo”. Por todo eso, el TSJM descarta que la muerte pueda calificarse como accidente laboral y exime Fremap y la Seguridad Social de los pagos reclamados por la pareja de la muerta.