Si vas a donar dinero a un familiar o persona cercana, debes saber que es necesario declarar esta cantidad al fisco. No hace falta que sean grandes cantidades, ni que forme parte de una herencia; una simple donación de una cantidad para comprar un coche, para adquirir una casa, para costear un imprevisto... cualquier cantidad que represente una suma sin justificar puede considerarse una donación y está sujeta a tributación. Aunque sea entre padres e hijos, hermanos, familiares o amigos. 

¿Cómo? Hay que declararlo a Hacienda y tributa como parte del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, del cual son responsables las comunidades autónomas. De ahí, que los importes y límites pueda variar según el lugar de residencia de contribuyente.

No existe un mínimo exento. Todas las donaciones deben ser declaradas, aunque es cierto que Hacienda solo suele investigar donaciones de cuantías considerables. Ya sea en efectivo o por transferencia, las donaciones de dinero tributan al fisco. Y, muy importante, el contribuyente tiene un plazo de 30 días para dar conocimiento a Hacienda de dicha transacción. En principio, cuanto mayor es la cantidad recibida, mayor es el porcentaje que se debe pagar.

Uno de los controles que realiza Hacienda, para evitar la evasión de impuestos o el fraude fiscal, es controlar las cantidades que se depositan en las entidades financieras y que no tienen justificación, a partir de 3.000 euros. Por ello, si Hacienda descubre que un ciudadano tiene de repente un dinero cuyo origen no puedes acreditar, podría considerar que existe una “ganancia de patrimonio no justificada” y exigir tributar en IRPF al tipo marginal (que puede llegar al 56% en algunas comunidades), más la sanción correspondiente.

Para evitar las multas de Hacienda por no pagar el impuesto de donaciones, lo primero que hay que hacer es informar al fisco del dinero que se ha recibido. Para ello será necesario rellenar el modelo 651, que se puede encontrar en la web de la Agencia Tributaria.

El Modelo 651 es importante por varias razones. En primer lugar, actúa como declaración de la donación y garantiza su correcta tributación. En segundo lugar, es necesario para el reconocimiento legal de la donación. En tercer lugar, es necesario para beneficiarse de los descuentos fiscales que puedan existir.

¿Qué pasa si no se declara una donación? Según la cantidad donada, se considera una infracción leve o grave y las sanciones comportan un recargo de entre el 50% y el 150%. 

Infracción leve: Se aplica a cantidades no declaradas inferiores a 3.000 euros. El recargo es del 50% sobre la cantidad que se dejó de abonar a Hacienda.

Infracción grave: Para importes superiores a 3.000 euros, el recargo asciende al 100% de la cantidad no declarada.

Infracción muy grave: Se aplica cuando Hacienda considera que se ha intentado ocultar la donación, por ejemplo, disfrazándola de préstamo que nunca se devuelve. En estos casos, el recargo puede alcanzar el 150% de la cantidad no declarada.