Sin ahorros se puede obtener una hipoteca, pero los riesgos y las exigencias son mayores. Por lo tanto, afrontarlo es todo un reto que también puede implicar a terceros. Por otra parte, la tradición en el campo de las hipotecas en España siempre ha ido ligado a pedir unas entradas porcentualmente mucho más elevadas que en otros países vecinos.

A modo de ejemplo, aquí se pide una media del 20% de aportación como entrada mínima, mientras que en Francia el porcentaje puede llegar a ser prácticamente solo del 10%. En este sentido, la lógica actual nos lleva a entender por qué el mercado inmobiliario español resiste a la inflación y las políticas del Banco Central Europeo, mientras que en países vecinos, la caída de este negocio está siendo mucho más acentuada porque las restricciones les resultan mucho más fuertes de forma repentina.

El perfil del solicitante

Pero volviendo al caso práctico español, para poder acceder a una hipoteca sin aportar ningún ingreso inicial, los bancos pueden hacer la excepción si miran el perfil, que sea atractivo económicamente hablando. Alguien que tenga una proyección laboral o una estabilidad asegurada. El funcionario es el cliente que todo banco busca y a fin de que se queden pueden obtener hipotecas sin ahorros. Por otra parte, hay otro perfil que puede interesar al banco. Son los jóvenes con buenos sueldos y un trabajo con proyección. Quizás no disponen de ahorros por no haber tenido tiempo, pero ya tienen estabilidad laboral. Por sus carreras y por la demanda del puesto de trabajo que ocupan se supone que no les faltará trabajo nunca.

Avalar un segundo hogar

Por otra parte, cuando hablamos de afectaciones a terceros nos referimos a poder disponer de una segunda vivienda libre de cargas. Normalmente, suele ser la de los padres del hipotecado, pero podría ser cualquier otra. A la doble garantía, el banco te presta el 100% de la manera siguiente: un 80% queda cubierto por la vivienda que adquieres y el otro 20% la cubre la vivienda libre de cargas. Una vez abonado el 20% + intereses, la segunda vivienda se aparta de la operación. En este sentido, también se tiene en cuenta si la hipoteca se pide de forma conjunta y, por lo tanto, la máxima que 'la unión hace la fuerza' da confianza a los bancos.

La ayuda de un bróker

Una última alternativa que destacan los expertos de Certicalia es contar con un bróker hipotecario. Estos asesores suelen ser personas con contactos en el mundo de la banca y un gran poder de negociación. A pesar de todo, es una opción muy complicada que un perfil convencional pueda conseguir este 100% deseado.

A la práctica, las entidades financieras prestan el 80% del total del préstamo hipotecario, por lo cual el cliente debe afrontar entre el 20 y el 30% del desembolso total al inicio de la hipoteca, teniendo en cuenta la entrada y los gastos de la operación, una cifra difícil de conseguir. Por término medio en España una persona tiene que ahorrar el 20% del sueldo durante 7 años para conseguir una entrada para una hipoteca de precio medio, según un estudio de Adecco. En los años previos a la crisis del 2008, era normal que los bancos prestaran una amplia financiación a la hipoteca, llegando hasta el 100% de financiación, pero después de la crisis de la deuda, las entidades financieras se muestran reticentes a ofrecer amplias financiaciones.