En los 2000 se convirtió en la compañía más valiosa de Europa, logró ser la empresa de teléfonos móviles más grandes del mundo y creó un dispositivo “irrompible”. El gigante de las telecomunicaciones Nokia fue la empresa líder del sector en la década de los noventa y en los 2000, pero su historia empieza mucho antes. Nokia se creó en 1864 en Finlandia, cerca del río Nokianvirta, de donde salió el nombre de la compañía, fabricando madera y papel. El ingeniero y empresario Fredrik Idestam, con la ayuda de su mujer, arrancaron la compañía y unos años más tarde abrieron una segunda fábrica. En aquel momento, el negocio vivió un gran auge impulsado por la industrialización europea y, con el crecimiento de la industria, se empezó a desarrollar una pequeña ciudad, a la que también se le bautizó con el nombre de Nokia.

No fue hasta 100 años más tarde, en 1960, cuando Nokia hizo el salto al sector de las telecomunicaciones. Hasta entonces, el negocio creado por Idestam estaba enfocado en el campo de la madera y la papelería. En ese momento la empresa decidió crear un departamento de electrónica, apostando por las radiotransmisiones, aprovechando la tecnología de los semiconductores, que por aquel entonces empezaban a despuntar.

El primer teléfono de Nokia pesaba 5 kilos

En 1967 la compañía introdujo el sistema de modulación de códigos por pulsos y dos años más tarde, Nokia era líder del sector. Durante esos años la firma introdujo las redes de telefonía, las telecomunicaciones de radio y militares, hasta que en los 80 llegó el teléfono móvil. Fue en 1981 cuando Finlandia, gracias a Nokia, se convirtió en el primer país del mundo con servicio de telefonía móvil y poco más tarde la compañía lanzó Mobira Talkman, el primer teléfono portátil. Pesaba unos 5 kilos y no fue hasta prácticamente la década de los 90 que Nokia lanzó Mobira Cityman, un teléfono que tenía un peso aproximado 760 gramos. En aquel momento Mobira Cityman fue una revolución, aunque era difícil de sostener y la batería tardaba más de 4 horas en cargarse. Pero fue el primer móvil portable.

Evolución de los teléfonos Nokia

Auge de la compañía

La posición de Nokia fue creciendo hasta que en 1998 se convirtió en la marca de teléfonos más vendida del mundo. Ese mismo año, el empresario Bill Gates se puso en contacto con el presidente de Nokia para plantearle la creación de un sistema operativo conjunto entre la compañía y Microsoft con el objetivo de dominar el sector como lo había hecho Windows con los PC. Sin embargo, el proyecto nunca llegó a materializarse. 

Un tiempo más tarde, la multinacional introdujo sus modelos más míticos, como el Nokia 1100, que en 2007 fue considerado el más vendido de la historia, el Nokia 2110, que fue el primer dispositivo que enviaba y recibía mensajes SMS y un tiempo más tarde llegó el indestructible 3310, el dispositivo que revolucionó el mundo entero al incorporar el juego Snake. 

Caída de Nokia

Aproximadamente una década más tarde, sus competidores empezaron a despuntar y marcas como Apple o Blackberry se hicieron un hueco en el mercado. Estas empresas iban creciendo cada vez más y, mientras Nokia era una firma consolidada en aspectos de hardware, Apple y Blackberry destacaban por los teléfonos inteligentes con servicios. Al no adaptarse a la innovación surgida, empezó el declive de la compañía finlandesa. Con el añadido que en 2007, el gigante Apple decidió lanzar al mercado el primer iPhone, un dispositivo que llamó la atención de los usuarios de todo el mundo y que tuvo como respuesta la caída de las ventas de Nokia.

La falta de adaptación ante las demandas del mercado provocaron que Nokia empezara a perder protagonismo en el sector de las telecomunicaciones. La multinacional no pudo competir con el resto de compañías y, ante un entorno cambiante, no supo adaptarse. Desde entonces la firma se ha centrado en las redes de telecomunicaciones y, aunque no ha dejado de apostar por la tecnología, ya no destaca por sus dispositivos y teléfonos móviles. 

En su momento, Nokia lideró el mercado con sus productos revolucionarios. Pero su poca capacidad de adaptación le hicieron perder la posición de líder.  Hace apenas dos años, Nokia presentó un nuevo logotipo tras más de seis décadas con la finalidad de renovar su identidad de marca, pero a día de hoy está centrada en infraestructuras de telecomunicaciones y los servicios tecnológicos.