Cada vez hay menos empleadas del hogar, o lo que es lo mismo, cada vez les resulta más difícil a las familias contratar sus servicios. El régimen especial de empleadas del hogar vive en los últimos años un descenso continuo, hasta tocar en febrero mínimos de la serie con 349.895 afiliadas, en un contexto de creación de empleo que lleva a muchas trabajadoras a cambiar de actividad para intentar mejorar sus condiciones.
En la caída de la afiliación de empleadas del hogar –de unas 20.000 trabajadoras en el último año y de más de 57.000 comparando con las cifras prepandemia– han influido distintos factores como la mejora del mercado laboral, especialmente del sector servicios, con más empleo en comercio u hostelería. También ha influido la entrada de las empresas multiservicios en el ámbito de la limpieza doméstica y los cuidados.
Además está el avance en obligaciones y derechos de este régimen que, junto al incremento del salario mínimo, puede haber llevado a los empleadores, en su mayoría familias, a buscar otras formas de cubrir estas tareas, junto a una persistente economía sumergida que sufre un colectivo feminizado y con gran peso entre las extranjeras. Existe una normativa de prevención de riesgos laborales para las empleadas del hogar. Se pueden aplicar multas de hasta 7.500 euros a las familias que tengan empleadas sin un contrato por escrito
Así lo explica a EFE la secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal, que ve previsible que haya habido "un trasvase" a otras ocupaciones, más acordes con el trabajo real de cuidadoras que podrían estar realizando, como, por ejemplo, en el sector de los servicios sociales, que solo en 2024 ha aumentado en más de 36.000 empleos.
El vicesecretario general de UGT, Fernando Luján, también señala que muchas empleadas del hogar contratadas por familias en el sistema especial pueden estar pasando a ser asalariadas prestando sus servicios a través de empresas que las ponen a disposición para limpiar las casas. Esta situación, responde a que para las familias cada vez suponga un mayor coste y complejidad la contratación de estas empleadas, al tiempo que también representa ventajas para las trabajadoras.
"Ese trasvase va a terminar sucediendo, a medio plazo, porque hará que el sector de empleadas del hogar esté mucho más regulado, con convenio colectivo, más profesionalizado", añade Luján, y pone como ejemplo lo que ha pasado en las últimas décadas con la limpieza de comunidades de vecinos o las porterías de los bloques de viviendas.
Con todos sus avances el régimen especial sigue teniendo sus carencias y muchas trabajadoras optan por cambiar de empleo, sobre todo al sector servicios, explica a EFE la secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO, Lourdes Pedrazuela. "Pese a las muchas mejoras aprobadas en los últimos años siguen faltando medios para garantizar que se cumplan", añade Pedrazuela, que recuerda también el peso de la economía sumergida en el empleo doméstico. "Para muchas trabajadoras es un extra", explica. "Tienen sus trabajos y luego suman un dinero extra limpiando por horas sin dar de alta", añade la responsable de USO.
"No descartamos ni minusvaloramos que una buena parte estén, efectivamente, en economía sumergida, especialmente cuando se trata de migrantes en situación administrativa irregular, como demuestra la disparidad de datos de afiliación a la Seguridad Social con la EPA", coincide Vidal.
Los datos de afiliación de este colectivo a la Seguridad Social ha seguido mostrando en los últimos años que las empleadas dadas de alta representan en torno a las dos terceras partes de las que dicen trabajar en el sector, según las cifras que ofrece la Encuesta de Población Activa del INE. A finales de 2024 eran 353.960 las afiliadas a este sistema especial, cifra que representa el 62,3% de las 567.900 personas que, según el INE, decían trabajar como empleadas del hogar, una tasa que ha disminuido cinco puntos en los dos últimos años. Esto se debe a que mientras que el número de empleadas del hogar afiliadas ha seguido una tendencia a la baja, las medidas en términos EPA se han mantenido más o menos estables.
Limbo legal
La caída de la afiliación en este sistema coincide con años en los que se han mejorado las condiciones del sistema en un contexto de récord de ocupación en España. A las subidas del salario mínimo, que tienen especial impacto entre las mujeres que desempeñan estos trabajos, se han sumado cambios legislativos que han hecho que las empleadas de hogar tengan derecho a protección por desempleo, cobertura por incapacidad o a la evaluación y prevención de riesgos laborales.
Esta ley, que debe comenzar a aplicarse antes de abril, también generará dificultades a las familias, que podrían terminar derivando esta demanda hacia empresas de limpieza profesionalizadas, considera el vicesecretario general de UGT.
No obstante, siguen aspectos pendientes derivados de la ratificación del convenio 189 de la OIT como la regulación del derecho a la negociación colectiva para este sector de los servicios, el papel de la Inspección de Trabajo o la plena integración en el Régimen General con carácter inmediato que quedó aplazada hasta finales de 2024. "Esta integración está en el limbo", coincide Pedrazuela, que recuerda que USO lleva años reclamando más recursos y trabajo de la Inspección para garantizar que los derechos adquiridos se cumplen.
"Hay que habilitar mecanismos para que la Inspección de Trabajo pueda actuar cuando existen sospechas o denuncias por infracciones, es algo especialmente relevante para acabar con los casos de abuso laboral y acoso sexual que trasladan las trabajadoras", reflexiona Vidal.