El debate sobre la reforma del mercado eléctrico se ha convertido en uno de los puntos de fricción de Europa. El pasado enero, España abrió un melón en materia energética que ha generado una división de opiniones en el Viejo Continente. El Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez, con Teresa Ribera a la cabeza del ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, formuló un escrito el pasado 10 de enero en el que pedía a la Comisión Europea la revisión y reforma del mercado eléctrico tal y como lo conocemos. El Ejecutivo actual ha mantenido esta idea desde hace tiempo, la cual nació por el efecto que estaba haciendo el conflicto armado en Ucrania sobre los precios energéticos.
Tal mensaje, al cual varias naciones europeas se han suscrito, y otras tantas no, fue acogido por la CE, que expresó que estudiarían la propuesta. Cabe destacar que, a principios del verano pasado, Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, expresó que el mercado actual “ya no funciona”, y que había “que reformarlo”. Dichas palabras calaron de lleno en el sector, y han vuelto a salir a la palestra en un momento en el que se debate si se debe apostar por intervenir el mercado eléctrico tal y como lo conocemos, como formuló España, o mantener por una línea continuista como la ofrecida hace un par de días por Alemania, Países Bajos o Dinamarca, entre otros.
La única realidad es que, al margen del debate, el actual es un mercado fragmentado en el que varias naciones cuentan con medidas particulares. Esto es entendible en un marco como el actual. Pues, como varios expertos apuntan, estamos en una economía de guerra y las medidas extraordinarias no cesan.
El mensaje de Von der Leyen, un “accidente político”
Pese a ello, durante la jornada de ayer, en la cual se celebró el encuentro de Eólica y Mercado organizado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), varios oradores de los principales actores del mercado criticaron la dirección a la que estaba tornando el debate del mercado eléctrico, y la falta de unidad de Europa. Para Patxi López, director de regulación de Iberdrola, “deberíamos estar analizando la forma de acelerar el proceso de las renovables, y cómo reducir la dependencia del gas”, alejando del foco la temática energética por la que se debate en el Viejo Continente. El ejecutivo de la firma con sede en Bilbao añadió que “Europa no ha actuado como una unidad”, y catalogó de “continuista” la propuesta de Alemania.
En línea con el inconformismo mostrado por Iberdrola, Rafael Gómez-Elvira, director de RR. II. y Marketing de la OMIE (gestor del mercado eléctrico de la Península Ibérica), habló del momento actual, fijándose en la parte emocional y en el daño generado por las variaciones energéticas, sobre todo por los costes, sobre la gente. El directivo achacó a los políticos que, por ser representantes sociales, se unen a las quejas de la sociedad, caldeando más el ambiente en cuanto al mercado eléctrico. En esas, Gómez-Elvira expresó que “el accidente político bandera han sido las declaraciones de Von der Leyen, cuando comentó que este mercado había dejado de hacer justicia”.
Tras esto, el representante de la OMIE comentó que las palabras de la presidenta de la Comisión Europea avivaron un “sentimiento social que no entiende lo que está pasando, pero que sufre”. Rafael Gómez-Elvira añadió que el mensaje transmitido por Von der Leyen “contamina el debate que debemos tener”. Además de ello, el director de Relaciones Institucionales de la OMIE cree que el debate se debe centrar en la electricidad como un elemento sustitutivo de las materias primas contaminantes, y explica que “el cambio tiene que ir hacia más Europa, y hacia una mayor integridad”.
Hay dos bloques bien diferenciados
Tanto España, Francia, Portugal e Italia defienden la intervención del mercado eléctrico actual. Estas naciones creen que es necesario que la energía se contrate a largo plazo para rebajar la volatilidad actual de los mercados. Todos ellos creen que se está contratando energía muy por encima de su precio real, algo que, de cara a estas naciones, no es justo.
Pese a esto, la otra cara de la moneda la dan los estados que creen que durante los más de 20 años que tiene este mercado, ha habido varios avances, y se ha asegurado el suministro para los ciudadanos europeos. En el escrito enviado por Alemania, Países Bajos, Luxemburgo, Dinamarca, Finlandia, Estonia y Letonia el pasado lunes, este bloque de estados europeos defendieron el mercado eléctrico aún vigente, alabando “los enormes beneficios” que había dado a la UE, entre los que destacaron “precios más bajos, mayor seguridad de suministro y la posibilidad de una integración a escala de las energías renovables”.
En línea con la defensa que hicieron estos países al mercado eléctrico actual, Eduardo Moreda, subdirector de Regulación, Mercados mayoristas y Gas de Endesa, declaró en la jornada de Eólica y Mercado que “el diagnóstico del Gobierno de España está basado en tesis simples. Hay constancia regulatoria de que es un problema que no existe, y cuando se plantea una reforma para un problema que no hay, se llega a esto”.
Un mercado fragmentado
Otra de las opiniones más escuchadas durante la jornada organizada por la AEE es que el mercado eléctrico actual está fragmentado. Bien es cierto que, con el origen de la guerra de Ucrania y todo lo que ha generado sobre los costes energéticos, varios países han puesto en marchas varias herramientas para tratar de hacer frente a los elevados precios de la energía. En esas, en España se aprobó la ‘excepción ibérica’, el Francia se topó el precio de la luz, o incluso la Unión Europea topó el precio del gas en el TTF en 180 euros.
Ante esto, Rocío García, directora de regulación y mercados EU & LATAM & APAC de EDF Renewables, opinó que “la primera vez que hemos visto problemas con la ‘excepción’ es mucha generación de gas, e incertidumbre regulatoria”, cuando el momento actual es propicio para apostar por las renovables y que estas tengan más peso en el mercado eléctrico.
Diversas opiniones que avivan más un debate que se antoja complejo. Está por ver cuál es el calado de la propuesta que la Comisión Europea tiene previsto presentar el próximo 14 de marzo. La presidenta del organismo continental ya dejó clara su opinión de reformar el mercado actual. Veremos si lo hace de forma radical, tal y como defienden España o Francia, o sí lo hace de forma comedida y grandes variaciones, como apoyan Alemania, Países Bajos o Dinamarca.