Cuanta más incertidumbre económica, más sube el valor del oro. La onza de oro troy ha superado por primera vez este martes el umbral de los 3.500 dólares si bien, poco después, ha caído ligeramente.

Este incremento del valor del oro coincide con los ataques de Donald Trump a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, porque no ha rebajado los tipos de interés tal como hizo la semana pasada al Banco Central Europeo. Trump ha pedido públicamente la destitución de Powell aunque no tiene esta potestad. El mandato de Powell como presidente del banco central de EE.UU. caduca en mayo de 2026.

A las 11.00 horas de este martes, el precio de la onza de oro troy había retrocedido pero todavía superaba ligeramente los 3.450 dólares, lo que supone un incremento de lo 1,64% en un día, del 5,54% en una semana, del 13,40% en un mes, del 25,39% en un trimestre, del 26,06% en el semestre y del 48,02% en un año, según datos de Inversoro. En cinco años, el incremento llega al 100,06%. La onza troy es una medida utilizada exclusivamente en joyería y orfebrería para pesar metales preciosos –oro, plata, platino, paladio– que equivale a 31,1 gramos.

Charlotte Peuron, gestora de fondos especializados en metales preciosos de Crédit Mutuel Asset Management, señala a Europa Press que "el oro ha mostrado una tendencia alcista desde mucho antes de la investidura del presidente Trump. De hecho, los bancos centrales han sido compradores netos durante quince años seguidos".

No obstante, esta experta subraya que la política arancelaria de Trump y los consiguientes riesgos políticos y económicos, incluyendo una posible recesión, "han acelerado todavía más esta tendencia", por lo que considera que el oro seguirá encareciéndose a causa del escepticismo generalizado sobre el resultado de las negociaciones arancelarias, la situación del dólar norteamericano y, en general, de los activos de este país.

El banco de inversión norteamericano Goldman Sachs publicó la semana pasada un informe en el que auguraba que la onza de oro acabará este año en los 3.700 dólares y alcanzará los 4.000 dólares a mediados de 2026. Fundamenta esta revisión al alza en la compra de oro por parte de los bancos centrales, que en 2025 subirá a unas 80 toneladas mensuales por término medio, 10 toneladas más de lo previsto. Por ejemplo, las previsiones apuntaban a la compra de 70 toneladas en el mes de febrero, pero llegaron a las 106 toneladas.

Goldman Sachs ha cuantificado en un 45% las probabilidades de que Estados Unidos entre en recesión durante los doce próximos meses y, de confirmarse, el oro se podría disparar en diciembre hasta los 4.500 dólares en caso de materializarse el peor escenario. Eso confirma la actuación del oro como activo refugio en situaciones de incertidumbre económica. No obstante, si el crecimiento avanza en positivo y se reduce la incertidumbre sobre las políticas arancelarias de Trump, el oro moderaría la subida y se quedaría en 3.550 dólares.