La tasa de paro en Estados Unidos aumentó tres décimas en mayo, hasta situarse en el 3,7%, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés). No obstante, la creación de empleo se ha disparado muy por encima de lo estimado por los expertos. Una situación que deja a al Reserva Federal (Fed) de nuevo en una posición complicada respecto a las próximas subidas en los tipos de interés.
Si bien el desempleo en Estados Unidos aumentó en 440.000 personas en mayo, hasta los 6,1 millones, también se crearon 339.000 empleos netos, 86.000 más que en abril. El robusto mercado laboral estadounidense supera así las estimaciones de 190.000 nuevos empleos que se esperaban para mayo. Se trata del dato de nuevos puestos de trabajo más alto registrado desde enero, que contrasta con el aumento del paro en el país.
En este sentido, las cifras llegan en un momento en el que se analizan de cerca los efectos que están teniendo en el mercado laboral las subidas de tipos de interés por parte de la Fed para frenar la inflación. La parte positiva es que el desempleo volvió a subir, tras dos meses consecutivos en los que disminuyó, algo que puede indicar un enfriamiento del mercado laboral fruto de la política monetaria del banco central estadounidense.
Los dos grupos demográficos en los que más creció el desempleo son las mujeres y las personas afroamericanas, con tasas de 3,3% y 5,6%, respectivamente. Los nuevos puestos de trabajo creados en mayo, sin embargo, correspondieron a las industrias de negocios, el sector salud, la construcción, el transporte y almacenamiento y la asistencia social.
Presión para la Fed, que decide en dos semanas
Estos datos de desempleo se conocen a penas días después de que Estados Unidos confirmara un enfriamiento en su economía al mantener el cálculo de un 0,3% para el crecimiento intertrimestral entre enero y marzo, tres décimas por debajo del registrado en los últimos tres meses de 2022.
A principios de mayo, el organismo que preside Jerome Powell subió en 0,25 puntos el tipo de interés oficial hasta situarlo en una horquilla de entre el 5% y el 5,25%, su tasa más alta en 15 años. El límite de las nuevas subidas de interés, que la Fed no descartó, dependerá del análisis que se haga de los datos económicos presentados hoy y de los demás indicadores financieros que se han ido desvelando este mes.
De este modo, la inflación se situó en abril en el 4,9%, bajando una décima respecto a marzo, pero todavía lejos del objetivo del 2%. También se conoció recientemente el deflactor de consumo privado PCE, uno de los indicadores preferidos por la Fed para guiarse en su política monetaria, que subió hasta el 4,4% en abril en su tasa interanual.
Tras la última subida de las tasas, los mensajes lanzados desde el organismo y por parte de los analistas apuntaban a una posible pausa de las alzas en verano. Algunas cifras dan motivos al banco central para detener el ciclo restrictivo de encarecimiento del dinero, pero otras suponen un freno a su estrategia monetaria. La próxima reunión será en dos semanas, entre el 13 y el 14 de junio, cita decisiva para la economía estadounidense.