El Port de Barcelona ha potenciado, desde el 2014, el crecimiento inorgánico de su perímetro de actuaciones para expandirse en el territorio español y contentar a los clientes con un abanico mayor de servicios, siempre dentro del ecosistema portuario. En estos últimos años, desde el 2011, la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) ha destinado 30 millones de euros a tomar participaciones mayoritarias o muy significativas hasta 16 empresas o entidades, entre públicas y privadas, que suman una facturación de 134 millones de euros. Únicamente ostenta el 100% del capital de la sociedad Port Vell, orientada a la cohesión y la integración entre el espacio portuario y el entorno ciudadano, con criterios de sostenibilidad económica, social y medioambiental, entre otros aspectos. El impacto laboral del conjunto de participadas es de 781 puestos de trabajo.
Cabe decir que, según los últimos resultados anuales, el volumen de facturación de las empresas vinculadas al Port no es nada despreciable, si se tiene en cuenta que la Autoridad Portuaria de Barcelona declaró una facturación de 189 millones de euros en el 2023, una cifra histórica que supera el récord de 181 millones de euros alcanzado el año 2022. Así, el Port de Barcelona se mantiene como el principal contribuyente al sistema general de puertos del Estado intercedido los diferentes instrumentos de solidaridad que prevé la Ley de Puertos, aportando el 4% de los ingresos por tasas para el sostén de Puertos del Estado; el 4% del resultado operativo anual (cash flow), cifrado en 101 millones de euros, para el Fondo de Solidaridad Interportuario y otro 1% de la misma partida presupuestaria para el fondo Puertos 4.0.
Al conjunto de compañías asociadas con el Puerto, próximamente, se añadirá Train Port Barcelona, una sociedad conjunta con Adif, participada al 50%, para el desarrollo y gestión del nodo logístico ferroviario del área metropolitana de Barcelona. Tiene como objetivo inicial coordinar las infraestructuras del complejo ferroviario de Can Tunis, la terminal intermodal y logística de la Llagosta, la terminal intermodal del puerto de Barcelona y la terminal intermodal de autopista ferroviaria.
La estrategia del Port de Barcelona exige entrar en la cogestión de estas sociedades conjuntas "para incidir en su toma de decisiones con el establecimiento de pactos societarios para que el Port tenga una actuación activa en su desarrollo y crecimiento", explica a ON ECONOMIA, Miriam Alaminos, subdirectora general de Economía y Finanzas del Port de Barcelona. "Son inversiones que tienen como objetivo diversificar nuestra actividad y ampliar el perímetro del negocio, abarcar más territorio y dar una oferta de servicios más globales, más que no paso buscar una elevada rentabilidad", concreta. En su conjunto, el APB ostenta la presidencia en ocho de estas empresas, especialmente en las más estructurales como la ZAL Port, World Trade Center de Barcelona o Muelles y Espacios Portuarios (Mepsa); y tiene representación a los consejos de administración de varias sociedades con un total de 41 consejeros.
La actividad inversora se ha realizado en tres ámbitos muy diferenciados: empresas públicas estructurales para la corporación del Port de Barcelona, con el control mayoritario y la presidencia en manos del puerto, que se ocupan de la gestión de los espacios portuarios; las sociedades constituidas para la actividad de las terminales ferroviarias; y empresas de tecnología, innovación y servicios. "Este ha sido el reto para la diversificación, con inversiones financieras y con una gestión del negocio absolutamente de empresa privada, aunque el puerto es un ente público", concreta Alaminos. "La manera más apropiada para responder con más fuerza a las exigencias del mercado y con un alto grado de eficiencia", insiste.
Se trata de inversiones significativas por las sinergias que se pueden crear y no demasiado elevadas, especialmente si se compara con los recursos que se han destinado dentro del plan director del Port de Barcelona (1999-2011) para su ampliación, con una importante inversión público-privada de prácticamente 3.000 millones de euros.
Por ámbitos de actuación, el peso del APB es la siguiente: además de la mencionada sociedad Port Vell (100% del puerto), tiene un 75,99% del World Trade Center de Barcelona; un 51,50% de ZAL Port y el 48,5% restante está al poder de Merlin Properties; un 49% en Muelles y Espacios Portuarios, que gestiona 42 hectáreas del Muelle de la Energía, donde se ubica el denominado Parque de Terminales Portuarias, conjuntamente con Grupo Corporativo Landon; y un 49% en B2B Logistics con Busan Barcelona Hub.
También hay cinco empresas dedicadas a la operativa de las terminales ferroviarias: el porcentaje más destacado, en un 50% será para la futura Train Port Barcelona a partes iguales con Adif. Con un 49% Terminal Intermodal Centro; un 47,32% en la Terminal Intermodal de l'Empordà con Cimalsa; con un 21,55% tmZ (Terminal Marítima de Zaragoza) y el resto es de entidades públicas y privadas de Aragón; un 10,20% para Puerto Seco Madrid y también con un 10% la Terminal Intermodal de Monzón y, finalmente, un 3,89% en la terminal Perpignan-Saint Charles.
Innovación, talento e impacto social
La Autoridad Portuaria acompaña al mismo tiempo el desarrollo de nuevas actividades tecnológicas e innovadoras dentro de la actividad portuaria. En este sentido, destacan BCN Port Innovation -una fundación para financiar y dinamizar modelos de innovación que promuevan la sostenibilidad, eficiencia y optimización de los procesos logísticos y portuarios- y Portic -plataforma tecnológica que facilita la interacción entre las empresas de la comunidad logística portuaria de Barcelona-, donde tiene en torno a un 40% en cada una.
La subdirectora general de Economía y Finanzas asegura que esta política se mantendrá y reforzará en los próximos años, en dos líneas principales. Por una parte, para seguir con el despliegue de la infraestructura portuaria dentro de los límites del puerto -hinterland-, sea para mercancías o para pasajeros, para ampliar su capacidad y el número y la calidad en la prestación de servicios. En esta línea, será prioritario entrar de lleno en todos los ejes de la sostenibilidad.
Por otra parte, "el puerto se tiene que acercar a la carga". Ya hace tiempo que Barcelona, en el conjunto de puertos del Estado español, ha sido el primero a contemplar la actividad en global pesado en toda la red de actores y actividades que la conforman (accesos y transporte ferroviario, plataformas logísticas...).
El impacto socioambiental del Port de Barcelona y su estrecha relación con la ciudad de Barcelona hacen que su equipo de gobierno vele por el desarrollo de actividades sociales diversas. Miriam Alaminos, subdirectora general de Economía y Finanzas, hace mención de la Escuela Europea – Transporte Intermodal, que preside el APB, y que tiene como objetivo promover el transporte intermodal para conseguir una logística sostenible en Europa. Además del Port de Barcelona, forman parte de esta escuela los puertos de Roma, Génova y Palermo y las compañías navieras Grimaldi Lines y GNV.
Las tareas del Port con la Fundación Cares es otro de los aspectos que destaca porque -como pasa con la Escuela Europea- el Port la considera parte del conjunto de participadas. Un centro especial de trabajo sin ánimo de lucro promovido por CILSA y la ZAL del puerto de Barcelona, hace 25 años, para la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social. Alaminos manifiesta que el impacto económico del conjunto de participadas llega a 155 millones de euros sumando la Fundación. Con respecto a los puestos de trabajo, el impacto laboral de las participadas llega a 1.481 personas, añadiendo Cares.