El mercado de la automoción todavía tendrá que esperar un año, hasta el 2024, para alcanzar los niveles de prosperidad que registraba antes de la pandemia por la covid del 2020. Así pues, aunque las previsiones son buenas para este año, todavía quedan incompletas. Las matriculaciones de turismos y todoterrenos crecerán este año un 16%, hasta en torno a las 944.000 unidades, y será en el 2024 cuando vuelvan a superar la barrera del millón de coches, según las previsiones presentadas hoy por la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (GANVAM)
La patronal Ganvam recuerda que la demanda de vehículos depende en gran medida de la evolución económica, calificando la automoción de sector esencial por|para la relación directa entre la mejora del entorno y la subida de las matriculaciones. En este sentido, Bruselas acaba de revisar al alza su previsión, situando el crecimiento del PIB español en el 1,4% para el 2023, cosa que unida a una inflación, todavía alta, pero pierde bastante y permite dibujar un horizonte de optimismo moderado a corto plazo. Ahora bien, esta recuperación de la demanda encontrará el límite en una oferta que, después de las fuertes tensiones sufridas en las cadenas tanto logística como de suministro de componentes, irá recuperando su ritmo gradualmente, acortando los dilatados plazos de entrega de los vehículos de manera progresiva. Una de las demandas que más preocupa, especialmente en el campo de la distribución de automoción ya que, en algunas entregas, la espera llega además de los seis meses.
Perspectivas para la próxima década
En este sentido, la creación de fábricas de chips en Europa tendrá un impacto sobre la cadena de suministro, pero no se prevé que sus efectos se noten antes del final de la década. En este contexto, la patronal de distribuidores oficiales e independientes estima que el mercado español
llegará a los 1,2 millones de unidades fijados como "nivel natural" por su población, motorización y renta per cápita en el 2028, siendo en el 2030 cuando se superen los registros prepandemia, al acercarnos a los 1,3 millones unidades matriculadas. En este recorrido hasta el año 2030, Ganvam se detiene en el 2025 como a punto intermedio, año en que se plantea la entrada en vigor de la nueva Euro 7 para turismos y furgonetas; una normativa que, de ponerse a
marcha, comportará una subida del precio de los vehículos y reprochará la demanda, frenando la renovación del parque, aunque la reducción de emisiones tiene que venir de la retirada de los modelos más antiguos y contaminantes.
La electrificación va demasiado lenta
Por otra parte, las previsiones de Ganvam también analizan la evolución de los vehículos electrificados (100% eléctricos + híbridos enchufables), evidenciando que al ritmo actual parece improbable llegar en el 2035 con un 100% de las matriculaciones de estos modelos. En concreto, la patronal estima que en el 2030, el 21% de las matriculaciones de turismos corresponderán a modelos electrificados y, si bien la tendencia se mantendrá al alza, todo apunta a la necesidad de incorporar mides aceleradoras para conseguir objetivos. Unos datos que van demasiado por debajo de los objetivos marcados precisamente esta semana desde la Unión Europea.
Así pues, a partir del 2035 no se podrán comprar vehículos en motor de combustión o diésel por aprobación en el Parlamento Europeo. Si tan solo cinco años antes, ni la mitad de los turismos están electrificados en España, la dependencia del combustible hace evidente que seguirá estando latente. Este impulso hacia la electrificación se tiene que hacer con el aumento de los puntos de recarga, que no cumple las expectativas, lo temes de recarga de las baterías y el alto coste de un vehículo eléctrico que limita el acceso de la clase media y baja.
Las motos disfrutan de una salud envidiable
En paralelo, los datos de Ganvam también analizan el comportamiento del mercado de motos que, adelantándose a los turismos, ya recuperó en el 2022 sus niveles prepandemia. De esta manera, las estimaciones apuntan que las matriculaciones de motocicletas mantendrán una tendencia alcista a corto plazo. Está previsto que crezcan más de un 8% al cierre de año, con un volumen próximo a las 190.000 unidades. En el caso de los ciclomotores, que compiten con soluciones compartidas de micromovilidad urbana como los patinetes o las bicicletas eléctricas mantendrán las matriculaciones a la baja y caerán del orden de uno 14% en el 2023, hasta situarse en torno a las 13.400 unidades; una tendencia que no se invertirá hasta el 2024.