Se presupuestan inversiones, pero luego no se ejecutan. Es una de las quejas constantes del Govern y otras instituciones catalanas como la Cambra de Barcelona desde hace años y el ejecutivo de Pedro Sánchez no ha roto con la tónica. Al contrario, se agravó especialmente en el año 2021, último año con información disponible, cuando tan solo se ejecutó un 35% de lo previsto, 740 de los 2.068 millones presupuestados. En total, desde que Sánchez entró en el Gobierno (contando 2019 como primer año, ya que llegó al poder en junio de 2018), se ha ejecutado solo 2.509 millones, un 54,6% de los 4.692 planeados, dejando pendientes un 46,53%, 2.183 millones. Escuece más si se compara con la comunidad de Madrid, donde se ha ejecutado 4.421 millones, por encima de los 3.368 proyectados en estos tres años, o sea, un 131,2% del total.
El estado atribuyó el bajo nivel de ejecución de 2021 al alto nivel de obras y proyectos previstos y es cierto, esos 2.068 millones fueron mucho más que los 1.312 que, idénticos, se presupuestaron tanto en 2018 como en 2019 y 2020. Pero también es cierto que el total ejecutado, 740 millones, es el más bajo de toda la legislatura y hay que remontarse a 2016 para encontrar una cifra inferior. Garantizó el estado que el ritmo de ejecución de 2022 era muy alto y que podría compensar la inejecución del año anterior, pero lo cierto es que el Gobierno de Pedro Sánchez cerrará la legislatura, muy probablemente, sin dar a conocer este dato que se publica anualmente (y acostumbra a salir entre mayo y junio) en la web de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) del ministerio de Hacienda y Función Pública.
Comparando de nuevo con Madrid, ese 2021 fue especialmente elevado tanto en previsiones como en ejecución presupuestaria. Se presupuestó casi la mitad que en Catalunya (1.134 millones) y, sin embargo, se ejecutó casi el triple, 2.086 euros, alcanzando cotas récord desde 2015 de un 184%, justo en el mismo momento en que Catalunya alcanzaba sus peores cotas.
La inejecución presupuestaria en Catalunya, con todo, está a la par de la inejecución media de comunidades autónomas, pero va acumulando desgastes y necesidades de mejoras en infraestructuras que la Cambra calculó que suponen ahora mismo un déficit de 50.900 millones, a ejecutar hasta 2040 para paliar las carencias en la red de carreteras, ferroviaria de pasajeros y mercancías, de puertos, aeropuertos y otras infraestructuras.
Son, de hecho, las inversiones estatales en transporte ferroviario y portuario las que mayor grado de inejecución muestran. ADIF, por ejemplo, proyectó inversiones en la infraestructura ferroviaria por valor de 707 millones de euros y tan solo ejecutó 169, un 23,9% del total. ADIF-Alta Velocidad planeó 492 millones en inversiones y ejecutó 22 millones, un 4,6%. Renfe planeó 262 millones y solo ejecutó 90, un 34,6%, si bien fuentes de la ferroviaria explican a ON ECONOMIA que el contrato de 1.000 millones para fabricar 101 trenes para Catalunya se presupuestó en su primera entrega en Madrid porque no existía un contrato-programa que permitiera imputarlo a Catalunya. O sea, que un problema burocrático motivó parte de la descompensación de presupuestos con Madrid, al menos en el caso de Renfe.
Si el 54,6% con 2.509 millones invertidos y 2.183 pendientes de los 4.692 presupuestados se mide a un 131% y 4.421 millones de los 3.368 proyectados en Madrid, poco varía el panorama respecto a las ejecuciones del gobierno del PP de Mariano Rajoy desde 2015, primer año del que se pueden obtener las cifras. Entre 2015 y 2018, se presupuestaron 4.609 millones de inversiones en Catalunya y se ejecutaron 3.038, un 65,91% del total. Como es un año más que los tres contabilizados por Sánchez, se puede comparar la media, de 607 millones liquidados contra los 836 millones anuales del ejecutivo socialista. O sea, el porcentaje de ejecución fue mayor, pero el total ejecutado fue a un ritmo menor. Madrid también contó con menos inversiones en los años de Rajoy, pero la sobreejecución fue algo menor, sobre todo debido a la gran descompensación que generó el 184% del año 2021.
3.754 millones pendientes, un 40%, desde 2015
Si sumamos los presupuestos e inversiones del estado en Catalunya desde 2015 hasta 2021, se han invertido en Catalunya 5.547 millones de los 9.301 proyectados, con lo cual quedan 3.754 millones por ejecutar, un 40,36% de lo presupuestado. O, por leerlo desde el otro ángulo, se han liquidado un 60% de los presupuestos del estado destinados a Catalunya desde 2015.
Muchas de las empresas públicas estatales tienen sede en Madrid, lo cual explica parte de la descompensación con el resto de comunidades y con Catalunya. "La proximidad de grandes constructoras ubicadas en Madrid también favorece esta descompensación", apuntan fuentes de la Cambra, que apuntan que "los presupuestos en Catalunya están dimensionados por encima de lo que objetivamente se puede ejecutar de acuerdo a la disponibilidad real de proyectos que puedan dar el paso a obras". La puesta en marcha de estos proyectos también depende de la Generalitat y de su capacidad para licitar y activar los proyectos, por lo que la responsabilidad de la inejecución no es solo del estado.
En relación con el alto grado de sobreejecución de 2021 en Madrid, desde la Cambra alertan que "entre las inversiones en Madrid estaba el rescate de sus autopistas radiales", y apuntan hacia ello como uno de los detonantes. La gran duda que, en cualquier caso, planea por encima de los analistas de la Cambra, y que también ha cuestionado públicamente la consellera de Economia Natàlia Mas, es por qué los datos de ejecución de 2022 llevan más de mes y medio de retraso.