El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arrancado el curso este miércoles con un discurso económicamente agresivo con los más ricos y defensor del estado del bienestar y de los impuestos y la intervención pública como garante de los derechos ciudadanos. Ha reconocido que las nuevas medidas de su Gobierno en materia de vivienda y regulación del turismo pueden "enfadar" e "incomodar" a "especuladores, grandes tenedores, poderosos y poderosas plataformas digitales". También ha asegurado que pagarán más impuestos "aquellos que tienen suficiente dinero en el banco para vivir 100 vidas".

El líder del ejecutivo no ha concretado demasiado cuáles serán sus nuevas medidas, que ha dividido en 7 prioridades: fiscalidad progresiva, financiación autonómica, vivienda, dignidad laboral, reducción de la desigualdad y lucha por la paz. Además, ha resaltado tres ejes vertebradores para el crecimiento económico y la equidad social: competitividad, Estado del Bienestar y Comunidades Autónomas. 

Más competitividad y Estado del Bienestar

En cuanto a la competitividad, Sánchez ha resaltado que España recibirá 3.100 millones de euros más de los fondos europeos para ayudar a las empresas y a autónomos "que quieran crecer", así como se luchará por hacer llegar la Inteligencia Artificial a las empresas. Se aprobarán también 12 nuevos grados universitarios y de Formación Profesional para adaptar la formación a la economía verde, las competencias digitales y la economía de la salud, ha anunciado. 

Para "fortalecer" el estado del bienestar", Sánchez ha defendido "la redistribución" y ha asegurado que hay que "blindar y expandir" derechos como la sanidad o la educación, "frente a aquellos que quieren recortar o convertir en un negocio para unos pocos lo que son derechos para todos" como "se hizo en épocas conservadoras". 

Ha aprovechado en ese ámbito para atacar "a los barones y baronesas del PP", acusando a la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso de "derivar 1.000 millones de euros a la sanidad privada", a la Comunidad Valenciana de recortar un 20% de plazas públicas de residencias de ancianos y a la Junta de Andalucía de suprimir 2.000 clases de educación pública mientras se incrementaba en un 22% el gasto en educación concertada. 

Nuevos Presupuestos y financiación

El presidente ha asegurado que aprobará unos nuevos Presupuestos "que lleven el sello de este gobierno de coalición progresista" y que en el próximo Consejo de Ministros aprobará un nuevo techo de gasto, con "una fiscalidad más progresiva que grave más a quienes más tienen y oriente al modelo productivo". A ese respecto, Sánchez se ha dirigido a quienes "tienen dinero en el banco para vivir cien vidas", que tributarán más "no para perjudicar a los millonarios, sino para proteger a los más vulnerables". 

La redistribución será también territorial, con un modelo de financiación "que reduzca las diferencias y atienda a la singularidad de las autonomías" al tiempo que "garantice la suficiencia del gasto público y exija corresponsabilidad". "La descentralización, que forma parte del ADN federal, es perfectamente compatible con solidaridad y equidad", ha dicho. "Me comprometo a que con la reforma del sistema de financiación todas las comunidades reciban más recursos que cuando gobernaba el PP", ha dicho Sánchez, que ha prometido que duplicará el fondo de solidaridad. 

Al referirse a la vivienda, "el mayor de los problemas" que afronta gran parte de la sociedad, Sánchez ha defendido que persistirá en la creación de vivienda pública después de aprobar 80.000 nuevas unidades y ha defendido medidas como la polémica regulación de precios o la ayuda a jóvenes tanto de alquiler como hipotecados, así como la prohibición de vender vivienda pública a fondos buitre. 

Más regulación turística y de vivienda

 

El problema es que las autonomías gobernadas por las derechas no han dedicado esos recursos a los ciudadanos y ciudadanas. Los han dedicado a empresas familiares y financiar regalos fiscales a los de arriba. "Vamos a perseguir la especulación, fijar un mayor equilibrio entre turismo y residentes y que la vivienda sea un derecho de todos y no un negocio de unos pocos", ha defendido Sánchez, que pretende que "los jóvenes se emancipen a edades más tempranas".

"No podemos obligar a los Gobiernos autonómicos de PP y Vox a hacer algo en lo que no creen, pero hay otras cosas que sí que podemos hacer, aunque ello implique incomodar, enfadar a especuladores, grandes tenedores, a poderosos o poderosas plataformas digitales que están convirtiendo nuestras casas en hoteles ilegales", ha defendido. 

Reducción de jornada laboral

En cuanto a dignidad laboral, Sánchez ha defendido medidas como la reforma laboral y el aumento del salario mínimo y se ha comprometido a la reducción de la jornada a 37,5 horas. 

En la defensa de su Gobierno, Sánchez ha sacado pecho por haber invertido un 28% más en prestaciones sociales (mérito que ha dado a José Luis Escrivá, durante la mayor parte del mandato Ministro de Seguridad Social y Migraciones y ahora gobernador del Banco de España) y de haber reforzado la plantilla pública con 16.000 profesionales, "entre los que hay profesionales, médicos, policías y guardias civiles". "El estado del bienestar ha empezado a recuperarse de los tijeretazos que sufrió durante la década del abandono neoliberal", ha dicho.

Pero ha reconocido que "no es suficiente" y que deberá invertir para acabar con "listas de espera inaceptables" y "servicios saturados". 

Críticas a los barones del PP

"Los líderes autonómicos de la oposición culpan al gobierno, dicen que no les damos suficientes recursos públicos", ha dicho Sánchez, quien lo ha rebatido con cifras. "En estos 7 años el Gobierno de España habrá transferido a las comunidades un total de 935.000 millones de euros. Esto es 300.000 millones de euros más, un 32% más que lo que transfirió el PP en el mismo lapso de tiempo", ha dicho, pero el problema es que las comunidades gobernadas por el PP "bajan impuestos a los ricos, dan grandes contratos a las grandes corporaciones y se recortan los derechos a los trabajadores", según su punto de vista. 

En el caso concreto de Madrid, ha asegurado que entre 2018 y 2023 recibió 100.000 millones de euros, un 21% más de lo que transfirió Mariano Rajoy. "Pero al mismo tiempo que hemos transferido eso, sus recortes en impuestos redujeron los ingresos en 31.000 millones de euros. O sea, que de cada 10 euros que España ha dado al gobierno de Madrid, el gobierno autonómico ha usado 3 para hacer regalos fiscales a los más ricos", ha dicho Sánchez, que ha acusado a Ayuso de "reducir su inversión en educación pública hasta tener el gasto más bajo por alumno de España" y poner a la Comunidad de Madrid  "a la cola en gasto en sanidad pública por habitante". 

El líder socialista ha defendido que España es "la cuarta economía que más ha reducido su déficit público y la que más empleo ha creado en la Unión Europea" y el aumento del 5% de ingresos reales de los hogares, una reducción de la pobreza que demuestra que "se están haciendo las cosas bien". Pero "no es suficiente", ha dicho, y ha vislumbrado "nuevas cotas de bienestar que conquistar" porque "los salarios aún son demasiado bajos y "la desigualdad es demasiado elevada".