Negro panorama para las pymes españolas, especialmente las más pequeños con una plantilla por debajo de los 10 empleados, según el informe trimestral de Cepyme que destaca que la rentabilidad de las pymes se sitúa un 12% por debajo del nivel de 2019. La patronal de patronal de la pequeña y mediana empresa agrupada en la CEOE coloca los costes laborales en el centro del huracán y prevé de las consecuencias de una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) o la reducción de la jornada laboral.
“Se reitera la necesidad de pensar en las pymes a la hora de adoptar medidas económicas y procurar que éstas alienten la ganancia de tamaño empresarial, especialmente antes de adoptar decisiones referentes a variaciones en el tiempo de trabajo o el salario mínimo interprofesional (SMI), así como a continuar con los aumentos de las cotizaciones sociales, que en enero de 2025 volverán a incrementarse tanto sus bases como sus tipos.
El Indicador Cepyne sobre la Situación de las Pymes Españolas correspondiente al tercer trimestre, calcula que los costes laborales de las pymes subieron entre julio y septiembre 4,2% en variación interanual y acumulan una alza del 18,1% desde 2019. Y matiza que, pese a la moderación de la inflación y, en especial, del precio de la energía, que cae un 10,2% en el trimestre, el repunte de las ventas de las pymes se torna insuficiente para compensar los sobrecostes. A lo que se une que la productividad encadena siete trimestres de caídas interanuales y se sitúa lejos todavía de recuperar niveles prepandemia.
La consecuencia de este entorno es la desaparición del microempresas un 1,9% desde 2019 y un empleo congelado en este segmento empresarial que supone el 85% del tejido industrial con asalariados.
Costes generales
Desde Cepyme advierten de que la evolución de los costes generales en las empresas cobra especial importancia en un escenario de pérdida de productividad. A pesar de su moderación en el tercer trimestre, cuando crecen un 0,4%, destaca la tendencia alcista de los costes laborales especialmente en las de menor tamaño. Así como la acumulación de estos costes generales, un 24,1% mayores que en prepandemia (36,7% más altos los insumos, 68,5% más cara la energía y 18,1% más altos los laborales).
Unos sobrecostes que se mantienen a pesar de una estabilización de los precios de ciertos factores productivos, como un descenso del 10,2% interanual en la energía, pese a superar en un 68,5% el nivel de 2019. Si se compara el tercer trimestre de 2019 con el correlativo de 2024, la subida de los costes operativos generales para el conjunto de las pymes alcanza el 24,1%, siendo del 25,3% para las pequeñas y del 21,6% para las medianas.
Componente laboral
En lo tocante al coste laboral, el Indicador destaca que ha subido un 4,2% interanual en el tercer trimestre (3% si se ajusta por la inflación), lo que supone el mayor ritmo desde junio de 2021. También aquí se genera disparidad por tamaño, siendo mayores las alzas para las pequeñas que para las medianas tanto respecto a 2019 como en comparación interanual. Si para el conjunto de las pymes el componente laboral subió un 18,1% respecto a 2019, las pequeñas soportan un 19,3% de incremento, frente al 15,3% de las medianas compañías.