Las pequeñas empresas no han recuperado el empleo que tenían antes de la pandemia, por lo que la creación de puestos de trabajo se ha concentrado en las empresas más grandes, especialmente con plantillas superiores a los 500 trabajadores, según destaca el Banco de España en el informe trimestral dado a conocer este martes. Si en diciembre de 2019 había 3,07 millones de asalariados en las empresas más pequeñas (1 a 9 trabajadores), en mayo de este año eran 3,05 millones, 20.000 empleados menos. Sin embargo, a finales de 2019, las empresas más grandes daban trabajo a 4,71 millones y a mayo de este año sumaban un millón más, 5,82 millones.

Así, el porcentaje del total de afiliación de la economía española que aglutinan las empresas de 500 o más empleados ha pasado de un 33,2% a finales de 2019 a un 35,7% a finales de 2023 y a un 36,1% en abril de este año, máximo del año, que ha caído al 35,7% en mayo. En cambio, en el mismo período, el peso que en el empleo total mantienen las microempresas (de 1 a 9 trabajadores) ha descendido del 21,6% al 18,7%. También ha perdido peso el siguiente segmento (10 a 49 trabajadores) que baja del 21,5% al 21%. Los otros grupos según tamaño han ganado peso en el reparto del empleo en España: las de 50 a 249 han pasado del 16,5 al 17,8%; las de 250 a 499, de un 6,4% al 6,9% y las más grandes, como queda dicho, son las que más aumentan, 2,5 puntos porcentuales.

El informe del Banco de España concluye que la creación de empleo desde el covid es directamente proporcional: a más tamaño, más puestos de trabajo generados. Así, las más grandes, las que superan el medio millar de trabajadores, han aumentado su plantilla una media del 25% desde finales de 2019 a abril de 2024; las de 50 a 499 empleados, un 18% y las de 10 a 49, un 10,5%. Sin embargo, las microempresas, entre 1 y 9 empleados, están en los mismos niveles que en 2019, según el análisis del gabinete de estudios del regulador financiero. De hecho, han reducido 20.000 empleos.

Aumento de tamaño

Una parálisis que se explica en las dificultades vividas en estos cuatro años y medio por las empresas más pequeñas; aunque especialmente -y afortunadamente-, al fuerte incremento que ha registrado la empresa española. Lo que ha permitido que muchos trabajadores que en 2019 prestaban servicios en microempresas, ahora se contabilicen en el siguiente tramo empresarial. Antes del covid había en España 1,34 millones de empresas, en su gran mayoría (86%) de menos de 9 empleados, con más de 700.000 que no pasaban de 2. Actualmente, hay 2.500 empresas más, aunque han desaparecido 18.840 microempresas y el peso del segmento ha caído al 84,5%. Aunque dentro de este grupo, ha subido el número de empresas entre 6 y 9 empleados. El resto de los segmentos han tenido crecimientos en el número de empresas en estos cuatro años y medio.

De hecho, la recuperación del empleo también ha estado ligado al tamaño. Las compañías de más de 500 empleados fueron las únicas que resistieron en 2020 -en pleno confinamiento y los momentos más duros de la pandemia-, pues mantuvieron el volumen de sus plantillas. No así, los otros tres segmentos: el grupo de empresas entre 10 y 49 empleados perdió un 6,5% de trabajadores; las de 50 a 499, un 5% y las microempresas, el 4,5%. Ahora bien, si las más pequeñas fueron las que menos sufrieron en 2020 -dejando fuera a las muy grandes-, también han sido las únicas que se han quedado rezagadas. En 2021, todos los segmentos habían recuperado el empleo precovid, pero mientras los más grandes seguían creando puestos de trabajo, el más pequeño se ha estabilizado en los niveles precovid y cayendo. Lo que ha producido la pérdida de peso de las microempresas en el conjunto de los afiliados al Régimen General.

Buenas perspectivas

Respecto al empleo del segundo trimestre de este año, el BdE señala que en abril y mayo, la afiliación a la Seguridad Social creció un 0,2% y un 0,3%, respectivamente, en tasa mensual desestacionalizada, ritmos de avance similares a los que se observaron en el primer trimestre del año. Por ramas de actividad, en estos dos últimos meses destacó el dinamismo de la ocupación en las ramas de servicios, especialmente en transporte, hostelería y en las actividades profesionales, científicas y técnicas. En abril, la construcción incluso sufrió una pérdida del 0,1% de sus afiliados.

Salarios

Con información hasta abril, el Banco de España advierte del aumento del coste del empleo. Así, el incremento salarial pactado para 2024 se sitúa en el 2,9%, 0,5 pp por debajo del acordado para el año pasado, y la práctica totalidad de los asalariados con convenio cerrado para 2024 -alrededor de 8,6 millones- tienen convenios firmados en años anteriores, mientras que los convenios de nueva firma en 2024 aún son escasos y solo afectan a alrededor del 5% de los trabajadores con convenio cerrado para este año. Hasta abril, estos nuevos convenios presentan un aumento salarial del 4,1%, ligeramente por debajo del 4,4% acordado en este tipo de convenios hasta marzo.

Sin embargo, en el primer trimestre, los costes laborales unitarios de la economía de mercado mostraron un avance interanual del 6,2%, presionados al alza tanto por la caída de la productividad como por el aumento de la remuneración por asalariado. Esta última se desaceleró en el primer trimestre, hasta una tasa interanual del 5,2%, si bien dicha tasa se mantuvo, como en trimestres precedentes, por encima de los incrementos salariales pactados en convenio, lo que refleja una deriva salarial positiva, según el análisis del BdE.