El Banco de España prevé que la economía española crezca un 3,1% en 2024, cuatro décimas más que el año anterior y tres más de lo esperado en el informe de septiembre. La mejora del pronóstico tiene que ver con los nuevos datos de PIB publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y con una aceleración de la economía en la segunda mitad del año mayor de lo esperado, señala el regulador financiero. Dicha revisión al alza se produce pese a que la DANA que golpeó varias zonas del país en octubre lastrará ligeramente la actividad, restando entre una y dos décimas de crecimiento al PIB del trimestre en curso. La subida de los precios, por su lado, continuará moderándose hasta dejar la tasa de inflación del IAPC (índice armonizado de precios de consumo) en el 2,9% de media anual en 2024, para seguir reduciéndose a lo largo de los próximos años.
Para los próximos años, las proyecciones indican que el avance de la economía se moderaría hasta unas tasas del 2,5%, el 1,9% y el 1,7% en 2025, 2026 y 2027, respectivamente. La previsión de 2025 es tres décimas superiores a la proyectada en el anterior informe trimestral, de septiembre, debido a dos factores: a que la economía a final de año está avanzando a un ritmo mayor que el previsto, lo que aumenta la tasa de crecimiento del PIB de 2025 por el llamado efecto arrastre, y a las medidas de apoyo a los afectados por la DANA. Por otra parte, en comparación con el ejercicio de septiembre, el efecto económico positivo de los menores tipos de interés se compensa con el peor comportamiento que se espera de los socios comerciales de España.
Entre 2025 y 2027, la economía española seguirá creando empleo, aunque a un ritmo inferior al de los últimos trimestres, y aumentará la productividad. De la misma manera, continuará reduciéndose la tasa de paro, que quedará por debajo del 10% en 2027, frente al 12,2% de 2023. No obstante, este descenso estará condicionado por el crecimiento de la población, especialmente por la aportación de la inmigración -la tasa de desempleo se calcula sobre la población activa, esto es, el total de personas que trabajan o buscan un trabajo.
El Banco de España advierte de que la nueva previsión se basa en un conjunto de supuestos técnicos acerca de la evolución futura de variables macroeconómicas, internacionales, financieras y fiscales. No obstante, hay que tener en cuenta que se prepara con la información disponible en el momento de su elaboración (la fecha de cierre de este ejercicio fue el 27 de noviembre). Lo que supone una información parcial e incompleta sobre el comportamiento de la actividad en el trimestre en curso. Además, el informe macroeconómico del regulador recuerda que la evolución de distintos acontecimientos, con lo que cambios relevantes en los factores y las políticas que afectan a la actividad y los precios, podrían llevar a que estos pronósticos queden rápidamente desactualizados.
Cuarto trimestre
El Banco de España estima que el crecimiento del PIB en este cuarto trimestre podría estar entre el 0,6% y el 0,7% respecto a los tres meses anteriores, ligeramente inferior al 0,8% del tercer trimestre, aunque resalta que la información disponible aún no es definitiva. La incertidumbre que rodea a dicha estimación es elevada por la dificultad para valorar el impacto de la DANA que afectó a varias zonas del este de España, especialmente a la provincia de València. Las dudas las despejará el INE el 29 de enero, cuando publique el avance de la Contabilidad Trimestral correspondiente a los tres últimos meses del año.
El Banco de España señalan que la DANA que afectó a varias provincias españolas a finales de octubre no solo “ha supuesto un coste extraordinario en términos de vidas humanas”, sino que también ha tenido un impacto importante sobre la economía de los municipios afectados, que tienen un elevado peso sobre el total nacional. Se han producido cuellos de botella, han aumentado los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta los casi 30.000 trabajadores afectados y han bajado las expectativas de facturación de las empresas. Como consecuencia, se espera que el episodio meteorológico reste entre una y dos décimas al PIB de este cuarto trimestre (entre 1.350 y 2.700 millones de euros). Sin embargo, el análisis macroeconómico reseña que “gracias a los programas de ayuda y a la recuperación habitual tras eventos de este tipo, el impacto negativo podría revertirse en la primera mitad de 2025”.