Este verano, Instagram se ha convertido en la red social perfecta para compartir nuestras vacaciones y los momentos más íntimos. De esta manera, los usuarios han mostrado con todo lujo de detalle donde se encontraban, qué comían o qué visitaban. Una de las fotografías más repetidas ha sido la de muchos turistas en Japón. Teniendo en cuenta la distancia que nos separa y una primera potencia como es, sorprende el auge y el interés por él. Hay un argumento principal: viajar ahora a Japón es más barato que en los últimos tiempos. Y tres factores lo han favorecido: un yen devaluado, nuevas rutas aéreas low cost y la apertura del país después de los estragos de la covid.

Final definitivo de las restricciones por la covid

Las restricciones por la covid se han prolongado y, en algunos lugares del continente asiático todavía perduran, en comparación con Europa o Estados Unidos. Con la vuelta a la normalidad, desde mediados de marzo, y con todas las atracciones turísticas a pleno funcionamiento, las autoridades del país se esfuerzan para recuperar el pulso de un sector que en el 2019 produjo 6,57 millones de puestos de trabajo y representó el 20% del PIB del país. Este verano del 2023 era decisivo, pero ya venía del pasado 2022, cuando el gobierno nipón relajó notablemente los requisitos de entrada, levantando, por ejemplo, la prohibición sobre los viajes individuales y restaurando la exención del visado para muchos turistas.

De acuerdo con los datos de su oficina de turismo, Japón recibió en el 2022 hasta 3,8 millones de turistas extranjeros, unas 15 veces más que el 2021. No obstante, esta cifra solo representa un 10% del total registrado en el 2019, justo antes de la pandemia. Desde España, un total de 15.900 turistas viajaron al país en el 2022, y en enero de este año, 3.100, solo un 29,3% menos que el mismo periodo del 2019, según los datos proporcionados por AGENT TRAVEL. Ahora, la Oficina Nacional de Turismo del Japón, con sede en Madrid, espera cerrar en agosto con resultados de récord.

¿Por qué el yen está tan devaluado?

Si vamos a la actualidad más inmediata, lo que realmente ha favorecido el turismo en Japón es la galopante depreciación del yen, que ya impulsó una recuperación del número de visitantes. Todo empezó en octubre de 2022, cuando el yen se debilitó en el mercado de divisas de Tokio, cayendo hasta los 150,15 yenes por dólar. Este fue el nivel más débil de la moneda japonesa en 24 años, desde agosto de 1998. A junio de 2023, el tipo de cambio era de unos 140 yenes por dólar, una tentación para los turistas. El yen japonés solía ser considerado una de las "monedas de refugio seguro". Eso quiere decir que los inversores compraron el yen japonés cuando se produjeron guerras, conflictos civiles, terrorismo u otros incidentes y el yen se apreció cada vez. A modo de ejemplo, cuando se produjo una crisis como la guerra de Ucrania, el yen japonés a menudo se compraba, en vez de venderse.

Esta vez, sin embargo, este sentido común no se aplica. Durante las últimas décadas, cuando la economía global se volvió inestable, el yen se compró porque la confianza en Japón era alta. Pero tres factores han girado 'la tradición': una brecha de tipo de interés entre los Estados Unidos y Japón; déficit comercial; y la disminución de la fuerza nacional de Japón.

Dependencia de las importaciones

Detrás de la fuerte depreciación del yen, está el hecho de que el banco central norteamericano está endureciendo la política monetaria para frenar la inflación, mientras que el Banco de Japón tiene previsto continuar con la actual relajación monetaria a gran escala, ampliando todavía más la brecha de tipo de interés entre Japón y los Estados Unidos. Eso ha provocado una fuerte caída del yen. Como resultado, la diferencia de tipo de interés entre Japón y los EE.UU. se ha ampliado, y los inversores vienen cada vez más yenes para comprar dólares para invertir sus activos en dólares con tipos de interés más altos.

Con respecto al déficit comercial, también aumenta en medio del aumento de los precios de los recursos, a causa del impacto de la reciente guerra a Ucrania. Como resultado, el mercado de divisas aumentará las transacciones para vender yenes y comprar divisas extranjeras para hacer pagos. Japón es un país pobre en recursos, no tiene más remedio que importar energía y productos agrícolas. Como los dólares son necesarios para las importaciones, hay que vender el yen para comprar dólar. Por lo tanto, hay una gran posibilidad de que el yen se mantenga débil si los precios de los recursos siguen aumentando.

En último término, mientras las economías de otros países crecen constantemente, Japón es el único país en la situación inusual de tener un crecimiento casi nulo, y Japón está cayendo de las filas de los países desarrollados. Y llegamos al ahora, donde desde la óptica del euro, también veían una moneda japonesa totalmente devaluada. Un yen equivale a 0,0063 euros.

Vuelos low cost

Otro factor que lo acaba de completar es la irrupción de líneas de vuelo más similares a la filosofía low cost. Una de las que apuestan por el país nipón es la china AirChina. A modo de ejemplo, una semana para el próximo noviembre, a solo dos meses vista, puede salir por 800 euros ida y vuelta. Pero si se planifica, todavía con más antelación, hay ofertas que pueden ser, incluso, de 189 euros, con las escalas pertinentes incluidas. Según el comparador JetCost, el precio más bajo registrado en los últimos 15 días para un vuelo al Japón desde España es 401€. Y las ciudades más buscadas corresponden a Tokio, Osaka y Okinawa. 

¿Y la comida?

La comida también es uno de los grandes atractivos para muchos cuando planean realizar este viaje. En estos momentos, un plato de arroz con tempura y un plato de arroz con carne de wagyu y dos cervezas con el aperitivo y la sopa miso incluida, cuesta 5.600 yenes, unos 35,41 euros.

Cena japonesa // Fotografía: Sònia Miret Garcia
Exposición de platos // Fotografía: Sònia Miret Garcia

En máquinas expendedoras, presentes en todas partes, por menos de un euro puedes comer lo que quieras.

Pasta de un mercado japonés // Fotografía: Sònia Miret Garcia
Máquina de refrescos // Fotografía: Sònia Miret Garcia

O bien, por 400 yenes, (2,5€), se pueden comer pinchos y dulces como los de la fotografía, en el Mercado Nikishi de Kioto.