El Port de Barcelona ha dejado atrás los desgraciados indicadores de los dos años de la pandemia, con un balance del 2022 "favorable" en prácticamente todas sus actividades portuarias y positivo económicamente. El año pasado, el Port de Barcelona superó las cifras de antes de la covid y obtuvo un resultado de 63 millones de euros en el 2022, un 66% más que en el 2021, consiguiendo una cifra de negocio récord de 181 millones de euros, en un ejercicio marcado también por el récord de tráfico total, 71 millones de toneladas transportadas. El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, ha calificado este martes el año 2022 como "bono" a pesar de ser un ejercicio "convulso" en un contexto internacional de crisis que se fueron encadenando. El movimiento de pasajeros también se ha recuperado después del paro de dos años por la Covid, pero ha sido más impulsado por el movimiento de los ferris que por los cruceros.
Las perspectivas para este año "son buenas", a pesar de las incertidumbres macroeconómicas, y el Puerto seguirá desarrollando su proyecto de desarrollo para incrementar su actividad y para fomentar su transición energética hacia una infraestructura más sostenible. En esta línea, para el periodo 2023-25, la Autoridad Portuaria de Barcelona invertirá unos 300 millones de euros en infraestructuras en ejecución y licitaciones, algunas de las cuales se desarrollarán en varias anualidades, según ha dicho Salvadó. El flujo de inversiones estará relacionado básicamente con proyectos de electrificación; poner al día el puerto con obras como rehacer los puntos de atraco en el muelle de la energía o actuaciones en el contradique norte; mejora de accesos; y la remodelación del Port Vell, que se está acelerando a causa de la celebración de la Copa América de Vela en el 2024. Desglosadas las actuaciones, el grueso|grosor de las inversiones, unos 200 millones, se destinarán a mejoras de los atracos en el Muelle de la Energía (85 millones) y la ampliación del Muelle Adosado, para los cruceros (57 millones). En otros ámbitos, el Port de Barcelona destinará 45 millones a electrificación de las tenazas, 31 millones a lavar la cara en el Port Vell con vistas a la celebración de la Copa América del 2024 y 28 millones a los nuevos accesos ferroviarios.
El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, no ha obviado los retos que la autoridad portuaria tiene por delante. En este sentido, Salvadó ha constatado el riesgo de poner en marcha el nuevo impuesto sobre las emisiones portuarias de grandes barcos que prepara la Generalitat porque puede provocar la deslocalización de los grandes barcos de carga y de los cruceros en otros puertos del Mediterráneo. Es por eso que el Port de Barcelona está ultimando las alegaciones que presentará al decreto que ha terminado el Govern catalán. Salvadó se ha mostrado partidario de establecer una cierta tasa, "pero que sea disuasiva y no confiscatoria", por|para lo cual, cree que es excesiva.
Los vehículos en tráfico hacia otros destinos
Más allá de las grandes cifras, el director general del Puerto, Josep Albert Carbonell, ha destacado la actividad automovilística que se desarrolla dentro de la infraestructura portuaria, pero no tanto por|para los volúmenes de tráfico de automóviles, dado que el contexto general del sector a escala estatal e internacional no es el más favorable, sino por|para el posicionamiento que está tomando el Port de Barcelona como centro neurálgico de distribución de las importaciones asiáticas que tienen por destino Europa.
Si se contextualiza en la situación de incertidumbre de la industria automovilística que, en España, se refleja con una caída significativa de las matriculaciones de vehículos, el movimiento de vehículos en el Port de Barcelona se ha centrado en las importaciones, mientras que las exportaciones han caído un 7,9% respecto de 2021. Por el contrario, las importaciones, con un crecimiento del 63%, y los tráficos, con un 145,7% más, han consolidado la infraestructura catalana como un hub de distribución de vehículos fabricados en Asia, Europa, el Mediterráneo Oriental y África, y como un centro neurálgico de distribución de este tipo de mercancía hacia el resto de Europa. Especialmente, se ha significado el número de vehículos proveniente de marcas que producen en los países asiáticos y el número de vehículos eléctricos, que ya suman prácticamente un 20% del total de las importaciones y que han propiciado que China se convierta en el principal país de origen y que haya relegado el Japón a una segunda posición.
Con respecto al tráfico general, en todos los segmentos se han experimentado resultados positivos en el 2022, excepto los contenedores que se han mantenido en los mismos niveles de 2021, después de una ligera caída del 0,3%, para llegar a los 3,5 millones de TEUs (la medida de capacidad del transporte marítimo que equivale a un contenedor estándar de 20 pies). El transporte de sólidos y líquidos a granel han ido al alza, con un peso importante de las potasas, cereales y harinas y, por otra parte, del movimiento mayor de hidrocarburos, impulsados por la gasolina|bencina y el gas natural licuado (GNL). En el caso del GNL, Barcelona ha sido uno de los almacenes estratégicos para el abastecimiento de este combustible en el continente europeo, a raíz de las distorsiones provocadas por la guerra de Ucrania.
Resultados económicos del Port
El Port de Barcelona ha cerrado el año 2022 con una cifra de negocio de 181 millones de euros, que supone un incremento del 20% con respecto al año 2021 y un 5% por encima del ejercicio anterior a la Covid, cuando se alcanzaron los 172 millones de euros. Hay que destacar que este importe récord, del cual el tráfico de contenedores y el de líquidos a granel son los responsables en un 50%, habría estado más alto si no se hubiera aplicado el Plan|Plano de Recuperación puesto en marcha por el Puerto para el periodo 2021-2022 para tratar de paliar los efectos de la Covid en la actividad portuaria, según ha explicado Miriam Alaminos, subdirectora general y responsable de Económico Financiero. Los resultados de explotación han sido|estado de 54 millones de euros, cifra excepcional durante este ejercicio al incorporar las provisiones e ingresos atípicos por|para litigios antiguos.
Al mismo tiempo, el Ebitda ha sido de 104 millones de euros y el resultado del ejercicio 63 millones de euros, un 66% superior al del anterior. El cash flow operativo se ha situado en los 101 millones de euros y el saldo de tesorería ha llegado a los 231 millones. Alaminos ha expresado que se trata de un "dato muy relevante porque, en un entorno económico incierto, garantiza al Port de Barcelona una robustez financiera suficiente para coger los grandes proyectos que se desarrollarán durante los próximos años". Preguntada sobre la financiación para las nuevas inversiones de 300 millones de euros en dos años, Alaminos ha concretado que se destinarán recursos propios generados por|para la misma actividad portuaria, pero también se puede recurrir al Banco Europeo de Inversiones (BEI), que hay una partida de 50 millones de una subvención otorgada a la Autoridad Portuaria y "también se puede acceder a los fondos europeos Next Generation".
Ahora mismo, el endeudamiento bancario a largo plazo se ha reducido en 18 millones de euros (un 14% menos), y se ha situado en 124 millones de euros al cierre de 2022, la mitad de los cuales están a tipo de interés fijo, según Alaminos. Se mantiene la tendencia en la reducción, respecto de los 161 millones de endeudamiento a largo plazo de 2020.