Los datos económicos del Port de Barcelona del 2023 reflejan la inestabilidad del sistema portuario internacional, a causa de la incertidumbre económica y de los conflictos bélicos, con una caída del 6% en los beneficios antes de impuestos, que se han situado en 59 millones de euros, contra los 62 millones de 2022. El año pasado ha sido "complejo a escala internacional" y venía precedido de un "2022 expansivo", ha recordado el presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, para quien "hay una solidez económica" que es definida por la mejora del negocio, con 189 millones de facturación; la generación de cash-flow operativo de 101 millones; y un saldo de tesorería de 325 millones y una reducción de la deuda en 18 millones, para dejarla en 124 millones. El incremento del 4,4% de la facturación se explica por la finalización de los beneficios que se aplicaban dentro del plan de recuperación que el puerto puso en marcha en el 2021 para paliar los efectos de la Covid a la actividad portuaria y que se ha traducido en un total de 27,6 millones desde entonces.
En cuanto al beneficio neto, en 2023 también se ha resentido. En este caso por el impuesto de sociedades. Ha registrado una caída del 20% en la ganancia neta, situada en 50 millones de euros, por el impacto del impuesto de sociedades (un gravamen que los puertos españoles pagan desde 2019/2020 por determinación de la Unión Europea). La responsable de Economía y Finanzas de la autoridad portuaria, Míriam Alaminos, ha explicado que en los ejercicios precedentes se aplicó unas deducciones sobre el impuesto y que se han tenido que imputar 9 millones de euros en la contabilidad de 2023.
Pese al incremento de facturación, el resultado de explotación ha sido de 44 millones, un 18,5% menos que en 2022. Entre las causas principales: mayor gasto en el mantenimiento de las infraestructuras y de los sistemas informáticos y en las nóminas del personal, por los retrasos pactados y el aumento salarial de los trabajadores de la administración pública.
Durante la presentación de los resultados económicos de 2023, este viernes, el director general del puerto, José Alberto Carbonell ha explicado cómo los problemas geopolíticos han afectado a todo el tráfico de mercancías a escala mundial y, en el caso del Port de Barcelona, como eso ha afectado especialmente el último periodo de 2023, a causa del cierre del Mar Roig "que se reflejó con la no llegada de barcos de carga a Barcelona durante la última semana del mes de diciembre pasado". En el conjunto de 2023, el tráfico de mercancías llegó a los 64 millones de toneladas, un descenso del 9,8% -que ya se había detectado en la primera mitad del año-, porque a los conflictos bélicos se ha sumado la baja demanda de las economías europeas y un enfriamiento de las importaciones y exportaciones. Además, en el 2022, fue un año récord de tráfico. Así pues, las mercancías de exportación e importación que salen y entran por el puerto fueron de 33,7 millones de toneladas, con un descenso del 4,3%; mientras que en contenedores el movimiento registrado de TEU se situó en 3,3 millones, un 7% menos que un año antes. Se muestra, así, las decisiones de las grandes navieras versus la situación en las aguas internacionales. Los mercados de China, los Estados Unidos y Turquía se mantienen como los más importantes para el Port de Barcelona en comercio de mercancías en contenedor, con cuotas de mercado que suman el 26,7%, el 5,8% y el 4,9%, respectivamente.
Los vehículos eléctricos optan por Barcelona
En positivo, en el 2023, deja un buen balance para el tráfico de vehículos desde la capital catalana. El ir y venir de automóviles ha experimentado un crecimiento del 33,7%, hasta 790.000 unidades, con un récord de las importaciones de 246.000 unidades (un 54% más que un año antes) y sobrepasando los datos más altos de 2017 (238.723 vehículos). Destaca también que los vehículos eléctricos (un 34%) configuran la mayor parte de las unidades que llegan a Barcelona desde China (el 92% del total) y que tienen por destino el sur de Europa y el Mediterráneo. Las exportaciones de vehículos crecieron un 26%.
2024, un año para las licitaciones
Con respecto a las previsiones para el 2024, el presidente Lluís Salvadó ha enfatizado que en el ámbito de la automoción será un año para seguir dando respuesta a la demanda, especialmente la proveniente de China y para disfrutar "de la confianza de las empresas privadas que piensan en el Port de Barcelona como un punto de llegada". Por eso, la autoridad portuaria intensificará sus proyectos de mejora en las infraestructuras y ha concretado un plan de inversiones de 332,5 millones de euros. De este hay dos partidas de 100 millones cada una para la licitación del Muelle de Catalunya y las tenazas de los nuevos atracos, que servirán para las nuevas terminales de cruceros, ya que las actuales se han retirado de las tenazas más próximas a la ciudad dentro del plan de remodelación pactado con el Ayuntamiento de Barcelona.
El movimiento de cruceristas en las instalaciones del puerto se llevará tres kilómetros al sur de las ubicaciones actuales. En el 2023, el incremento en el movimiento de cruceristas ha sido de 3,5 millones, un 52,9% más respeto de 2022 (un año afectado todavía por las restricciones por la Covid). El presidente Lluís Salvadó ha insistido en el hecho de que el puerto trabaja para que los cruceros que lleguen elijan "la ciudad como puerto base, sean más pequeños y transporten turismo de más calidad".