El precio de los alimentos se disparó un 325% (más de cuatro veces más) desde su origen en el campo al consumidor durante el mes de marzo, según el último informe del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de los alimentos, difundido por la organización agraria COAG. El IPOD de productos agrícolas ha incrementado el 360% entre el origen y el destino y los productos ganaderos lo hicieron un 199%.
Entre los alimentos con mayores incrementos en toda la cadena analizados por el IPD sobresalen el limón, que se encareció un 1.354% (catorce veces y medio entre el origen y el destino); la naranja, con un incremento del 720%; el repollo, con un crecimiento del 490%, y el brócoli, con un alza del 463%. Aun así, el informe también destaca el incremento del 377% de las olivas de mesa (con un precio de origen de 1,32 euros y un precio de destino de 6,30 euros); la berenjena, con un crecimiento del 351%; el pepino, con un aumento del 342%, o la lechuga, con un repunte del 505%. De hecho, el precio de origen de la lechuga es de 20 céntimos, mientras que el precio final es de 1,21 euros.
El precio de la mandarina se disparó un 408%
Con respecto al resto de frutas analizadas, el incremento de la fresa fue del 169% (costando 1,85 euros de origen y prácticamente cinco euros al final); el de la mandarina un 408% (costando 51 céntimos de origen y 2,59 euros en destino) o el plátano, con un repunte del 325%. Con respecto a la carne, el precio del cordero aumentó un 317%, el de la vaca un 284%, el del pollo un 176%, el del cerdo un 256% y el del conejo un 231%.
Los alimentos que menos crecieron de precio entre el origen y el destino fueron el aceite de oliva virgen extra, con un incremento del 26%, los huevos medios, con una diferencia del 51% y la leche de vaca, con un 80%.
Inflación al 3,2%
La inflación repuntó cuatro décimas en el Estado en marzo y situó el índice de precio de consumo (IPC) avanzado en el 3,2%, según informó el miércoles pasado al Instituto Nacional de Estadística (INE). En febrero, el IPC se situó en el 2,8%. Esta evolución se debe principalmente al aumento de los precios de los carburantes y la electricidad ante el descenso que protagonizaron el mismo mes del año anterior. En cambio, los alimentos y las bebidas no alcohólicas subieron menos que en el mismo mes del año pasado, según el INE. Por otra parte, la tasa de variación anual querida de la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los alimentos no elaborados ni los productos energéticos, retrocedió dos décimas, hasta el 3,3%.
Con respecto a la variación mensual, los precios de consumo registraron a lo largo del tercer mes del año una tasa del 0,8% en comparación con el mes de febrero, según el indicador avanzado. El INE publicará los datos definitivos del IPC correspondiente al mes de marzo el próximo 12 de abril.