El Govern ha presentado este martes, durante la rueda de prensa posterior al consell executiu, las cifras con la evolución del precio del alquiler en Catalunya y en los municipios donde se aplica el tope a los precios. La conclusión de la Generalitat apunta a que la regulación ha surtido efecto, en contra de lo que defienden las patronales, y en Barcelona el descenso habría sido de un 5,2% entre el mes de abril, cuando entró en vigor la regulación, y el mes de junio. 

El descenso es similar al promedio de los 140 municipios catalanes donde se ha aplicado esta medida, en los que la caída es de un 5%. Estos retrocesos corrigen también las subidas interanuales, que han sido de un 0,7% en Barcelona y de un 0,1% en el resto de municipios. En el resto de municipios, los precios del alquiler han crecido un 1,7% respecto al año pasado y han caído un 0,6%, casi 10 veces menos, en el trimestre.

El precio medio del alquiler en Barcelona sigue siendo igualmente de 1.131,75 euros al mes, mientras que la media en el resto de municipios tensionados es de 865,56 euros y en los municipios donde no se aplica el tope el precio medio es de 603,83 euros.

Estas bajadas han arrastrado a una caída general media de los precios de alquileres en Barcelona un 5,3% hasta un precio medio de 822,97 euros al mes. 

El contrapunto a estas bajadas de precios está en la disminución de los contratos firmados, que ha sido de un 10,7% en los municipios tensionados en comparación con el año pasado y de un 17,2% en comparación con el trimestre pasado. Se han firmado 63.816 contratos en los municipios tensados entre enero y junio y 24.543 en el último trimestre. Estas caídas en las zonas tensionadas han arrastrado a una bajada general del 1,6% de contratos en el trimestre, hasta un total de 4.770, ya que los municipios tensionados son también los más poblados. 

Las patronales de vivienda hace tiempo que alertan de que la regulación de precios afecta y hace disminuir la oferta, que se desvía hacia la venta o hacia los alquileres turísticos, de temporada o de habitaciones. Es por eso que el Govern reguló en abril el alquiler de temporada y de habitaciones, pero el Parlament lo tumbó por la negativa de Junts y la abstención de PSC. Ahora es el Gobierno español, liderado por el PSOE de Pedro Sánchez, quien estudia cómo poner coto al alquiler de temporada y de habitaciones para evitar que se use para esquivar la ley.