Las dos terceras partes de los autónomos, concretamente el 65,5%, subirán durante este 2023 los precios de los productos que venden y de los servicios que ofertan, aunque podrían llegar al 80% puesto que un 17,5% lo está analizando, según el Barómetro de la situación de los autónomos marzo 2023 de la Asociación de Autónomos ATA. Tan solo el 17% de los trabajadores por cuenta propia mantendrá durante este año sus precios actuales. Un incremento que ya llueve sobre mojado, pues según la encuesta de la asociación de trabajadores autónomos, durante el pasado año ya elevaron los precios el 68% de los 3,3 millones de autónomos que hay en España, aunque en ese periodo los que mantuvieron precios llegaron cerca del 30%, diez puntos más que en el presente año.

Estas subidas de precios -denominadas de segunda ronda- generarán un incremento de la inflación, especialmente la subyacente al tener un carácter más estructural, lo que provocará una reducción de este tipo de inflación más lenta, tal y como pronostican los analistas de coyuntura. De hecho, la previsión de los 21 estudios de análisis incluidos en el Panel de Funcas han ido empeorando las previsiones sobre el índice general para el presente 2023. Así, en noviembre del año pasado, el consenso arrojaba un pronóstico para el IPC en media anual de un 4%; en enero se incrementó una décima y en marzo dos, al 4,2%. Pero especialmente preocupante es la evolución de los pronósticos para la inflación subyacente. Si en noviembre de 2022 se preveía una meda del 4% (por debajo del índice general), en enero se elevó al 4,5% y dos meses más tarde, se ha añadido un punto porcentual, hasta el 5,5% (1,3 puntos superior al general). En este sentido, hay que tomar con relatividad del comportamiento del IPC de marzo.

Un negocio que cuesta dinero

Los autónomos explican la subida de precios prevista para este 2023 y la del año anterior como una defensa contra el incremento de los costes que llevan sufriendo desde verano de 2021 cuando se inició la escalada inflacionista, con una aceleración muy pronunciada durante el pasado año. Según el barómetro, el 85% de los profesionales por cuanta propia se quejan de una subida de sus costes: para 1,4 millones (el 40%) el aumento ronda entre el 10% y el 20% y para cerca de 900.000 (26,6%) sus costes han crecido entre un 20% y un 30%. Para otros 450.000 (15,3%) sus facturas se han elevado menos del 10%. Tan solo el 4,6% ha declarado que se han reducido sus costes y otro 10% que se han mantenido. Desde ATA denuncian que la disminución de la facturación o un incremento inferior a los costes para muchos de sus asociados ha provocado que “cada día abran su negocio siendo conscientes de que les va a costar dinero”.

Esto explica que al ser preguntados por los “principales problemas” que están sufriendo en los últimos 12 meses, la inflación esté en primer lugar. Así, sobre una puntuación del 1 al 4 -siendo el 1 que no les ha afectado nada y 4 que les ha afectado mucho-, la inflación junto con la subida de impuestos y cotizaciones sociales derivada de la reforma de las pensiones encabeza sus quebraderos de cabeza hasta el punto de poner “seriamente en riesgo la continuidad de muchos negocios”, señala la asociación de autónomos. Así, puntúan con un 3,4 a la inflación en general y la consiguiente escalada de los precios y con un 3,2, por igual, la subida de las cotizaciones derivadas de la reforma de pensiones y el pago de impuestos.

Dentro del incremento de determinados costes, puntúan con un 3,1 el de las materias primas, e igualmente con un 3,1 la subida de los carburantes; con un 3 la factura de la luz, con un 2,6 la subida de los tipos de interés que ha encarecido el coste de su financiación y mermada la capacidad de compra de sus cliente y con 2 puntos, el aumento de los alquileres. Fuera de los incrementos de costes, otra preocupación de los autónomos en este año es el desabastecimiento de algunos productos.

Medidas para paliar la falta de mano de obra

Sin embargo, aunque ATA no ha preguntado en esta ocasión por los problemas para conseguir mano de obra, se quejan de las dificultades que actualmente pasan para encontrar trabajadores, aunque para este año son pocos los que consideran necesario contratar más personal. De los 3,3 millones de afiliados al RETA, algo más de la mitad (53,3%) tiene al menos un asalariado en plantilla, aunque en su gran mayoría, el 33,3% del total, no tiene previsto contrataciones en 2023 e, incluso, uno de cada diez reducirá personal. Tan solo el 4% tendrá nuevas incorporaciones.

Aún así, el presidente de la Asociación y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, apuntó este lunes que ha solicitado a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que se produzcan cambios legales que permitan compaginar algún tipo de subsidios con empleos hasta un cierto nivel de renta que, en opinión de Amor, podría ser el salario mínimo por cada miembro adulto de la unidad familiar.