Un ático de alquiler a Santa Coloma de Gramenet, de 65 metros cuadrados y a 800 euros mensuales, se ha hecho viral este verano. ¿El motivo? Un aviso en el mismo anuncio donde se recuerda que los posibles inquilinos que quieran visitar el piso, tendrán que pagar 9,90 euros. La noticia sorprende, pero viene motivada por la nueva Ley de Vivienda, aunque hay que hacer matices. La nueva normativa prevé en el apartado 1 del artículo 20 que "Los gastos de gestión inmobiliaria y las de formalización del contrato serán a cargo del arrendador". Por su parte, el inquilino seguirá pagando la fianza y la garantía adicional al firmar un nuevo contrato de alquiler.

Hay que recordar que el mercado del alquiler en Barcelona está más tensionado que nunca, y es por eso que, en este contexto, algunas inmobiliarias han optado por empezar a cobrar para hacer visitas, una decisión que ha generado polémica entre los ciudadanos pero que determinados juristas han defendido para explicar la complicada situación por donde pasan los agentes de la propiedad inmobiliaria.

Captura de pantalla en X Gina Modotti

Cambios con la nueva Ley

ON ECONOMIA ha contactado con Arantxa Goenaga, abogada y socia del despacho AF Legis, y recuerda que el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que "tiene que ser el propietario quien pague los honorarios de las inmobiliarias, y no los inquilinos, como se hacía. hasta ahora". Así pues, primera diferencia. Y lo concreta: Si la vivienda es para alquilar, es igual que sea nuevo y nunca se haya alquilado, quien tiene que pagar la gestión inmobiliaria es el propietario. Desde la aprobación de la ley por|para el derecho a la vivienda, cualquier propietario lo tiene que pagar, ya sea sociedad o persona física. Antes solo eran las sociedades". Por otra parte, sí hay una excepción: "Únicamente no se aplicará esta regla cuando sean pisos que su renta sea elevada, superior al 5,5 y por lo tanto no se aplique la ley de arrendamiento urbanos", concluye Goenaga.

A pesar de todo, hay que recordar que esta práctica ya se hacía antes del cambio de la ley del 2023. A principios del año 2020, se cobraban las visitas, pero este dinero será devuelto en caso que no alquile el piso o descontado en caso de que decida alquilarlo y está en concepto de "reserva de visita" pasando por delante de todos los que decidan no pagar este importe. A pesar de todo, también ha sido una vía tradicional de estafas y diferentes usuarios de la web Idealista han denunciado que, en muchos casos, el dinero no se devuelve o, incluso, demandan fianzas de hasta 150 euros porque se considera que la visita responde en una vivienda prémium.

La nueva Ley está siendo una transición difícil para las inmobiliarias y los cambios no son bien vistos para todo el mundo: a quien le hacían el servicio no lo ha pagado nunca y ahora, en muchos casos, no está dispuesto a hacerlo. La abogada va más allá y reconoce que al tratarse de una "gestión inmobiliaria", una visita no tendría que cobrarse, sin embargo vuelve a recordar los cambios actuales: "No podemos olvidar que la ley ha perjudicado notablemente el mercado inmobiliario y han disminuido los pisos ofrecidos, por lo cual las inmobiliarias se encuentran con un alud de peticiones y que este trabajo ingente no lo pueden cobrar o no por el coste real que tienen", detalla Goenaga. Para los expertos consultados, las inmobiliarias son las grandes perjudicadas de lo que consideran como "nefasta" ley de vivienda, y aunque legalmente no tendrían que cobrar este servicio, entiende que las dificultades de negocio a que se enfrentan los suyos comerciales.