El PSOE y Sumar han consensuado el paquete de medidas fiscales que plantearán para 2025, con una "política más activa", después de los efectos sociales y económicos de las catástrofes naturales como la que vive València. El acuerdo acomete las políticas de redistribución e impulso de la transición verde y revolución digital. Entre ellas, el sector de la vivienda ha tomado protagonismo. Por un lado, en el pacto fiscal, el PSOE y Sumar se avienen a introducir un IVA del 21% para los apartamentos turísticos, con el fin de "recortar su rentabilidad y transformarlos en viviendas para el alquiler permanente, aliviando la falta de vivienda habitual en las zonas tensionadas", figura en el texto del acuerdo.

También pone el acento en el régimen fiscal especial de las socimi (sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario), que solo tributan al 1% en el impuesto de sociedades, y sugiere eliminarlo. La razón de esta decisión es que esta ventaja fiscal "no ha servido para mejorar la oferta de viviendas", en España.

Por contrario, se plantea mejorar la fiscalidad de las cooperativas para facilitar el crecimiento y ampliación de "esta piedra angular de la economía social y del acceso a la propiedad de los medios de producción de los trabajadores".

Presión a las rentas y beneficios altos

Además, el PSOE y Sumar entienden que los cambios fiscales deben fomentar que quienes más tienen contribuyan más. De ahí dos medidas que llevan meses negociándose, como el impuesto a las grandes multinacionales -que viene determinado por la traslación de una directiva europea- y, especialmente, el impuesto a la banca, que "tantos beneficios obtienen de la sociedad" y que deben contribuir más "al sostenimiento del estado del bienestar".

Por ello, establecen un nivel de tributación mínimo del 15% sobre beneficios para multinacionales y grandes empresas; elevan en dos puntos la tributación en el IRPF de las rentas de capital por encima de los 300.000 euros para seguir avanzando en la equidad horizontal con las rentas del trabajo; y establecen un nuevo impuesto sobre los bienes suntuarios (jet y yates privados, coches de lujo, etc.) para mejorar la equidad en el reparto de renta y la riqueza.

En la misma línea, se eliminaría la exención a las primas de seguros privados sanitarios, que tiene un claro sesgo regresivo, "beneficiando fundamentalmente a las personas y familias de renta alta".

También quieren que se resuelvan los problemas generados por la fallida reforma fiscal de Montoro y adelantar la recaudación de grandes empresas y grupos de empresas limitando sus posibilidades de deducción de pérdidas y dividendos repatriados, o las posibilidades de consolidación de los grupos de empresa en el impuesto de sociedades.

Sí al impuesto a la banca

Asimismo, como ya han reiterado en los últimos meses, PSOE y Sumar son partidarios de gravar a la banca en función de sus beneficios. En su acuerdo, estos partidos sostienen que la banca paga impuestos, con un valor inferior al 3% de sus beneficios, cuando las cifras de rentabilidad marcan "récords". Un impuesto sobre los mismos conseguiría que "contribuyan de manera justa al sostenimiento de la sociedad de la que tantos beneficios obtienen, al igual que el resto de empresas y ciudadanos". Cabe señalar que el impuesto sobre las empresas energéticas, que se planteó con los mismos objetivos, finalmente se ha desestimado por falta del apoyo político necesario para su aprobación en el Congreso de los Diputados.

En el mismo acuerdo, PSOE y Sumar han consensuado el despliegue del Estatuto del Artista para dar cumplimento a la fiscalidad especial que requiere el mundo de la cultura. Para desincentivar el consumo del tabaco y vapeadores en aras de la salud pública, proponen un aumento de su fiscalidad, ya que son productos dañinos que afectan a la salud y elevan la factura sanitaria pública.