El pasado martes el Tesoro Público español subastó letras a 9 meses con una rentabilidad del 2,973%, superior a la ofrecida por las letras a 1 año subastadas el pasado 7 de febrero, que rendían el 2,839%. Efectivamente, hay una subida de la rentabilidad para un activo con una vida tres meses inferior a la del otro, pero esto no significa que el ahorrador que adquirió los activos a 9 meses vaya a recibir más dinero por prestar el dinero al Estado.
Como ocurre con la mayoría de los productos de ahorro, las rentabilidades se anualizan, algo que puede provocar la confusión de los ahorradores menos expertos en la materia. Realmente, un interés a nueve meses del 2,973% supone una rentabilidad real (la que realmente se embolsará por prestar ese dinero durante ese plazo) del 2,229%. Como las letras del Tesoro se emiten al descuento (conocido también como cupón implícito), la forma más sencilla de calcular el dinero que el ahorrador perciba es el precio que paga por esa letra. En el caso de la subasta de 9 meses del pasado martes, el precio medio es de 97,876 y transcurrido ese periodo me devolverán 100. Por tanto, la ganancia sería de 2,124. Cambiando este precio de mercado a euros, significa que por cada 97,876 euros invertidos voy a recibir 2,124 euros. Luego ya se puede multiplicar por los ceros que uno guste que haya invertido.
Letras a 6 meses
El ejemplo, podría llevarse también a las letras a 6 meses para aquellos inversores que no desean comprometer su ahorro a plazos más largos. La subasta del 7 de febrero marcó una rentabilidad anualizada del 2,693% que, obviamente, solo obtendría si tuviera un año esa inversión que no es el caso. Así, a 6 meses percibirá una rentabilidad real del 1,346% (justo la mitad de la anualizada). Llevándolo a euros, e insistiendo en que la letra es un producto emitido al descuento, compró esta letra a medio año a 98,666 y transcurrido el periodo percibirá 100 con una ganancia real de 1,33.
Sin embargo, en las letras a 1 año no hay que hacer ningún ajuste de rentabilidad ya que la ganancia publicada está anualizada y coincide con la vida del activo.
Volviendo a la subasta del 7 de febrero, el interés fue del 2,839% y el precio de la subasta es de 97,235 que al cabo de un año se convertirá en 100 y supondrá obtener 2,765. Trasladando el mundo de los precios al de los euros, supondría ganar 2,765 euros por cada 100 invertidos.
Por tanto, los tipos de las subastas en las letras a distintos plazos (3,6,9 y 12 meses) se ofrecen anualizados y luego deben pasar por el tamiz del tiempo de inversión para no llevarse a engaño.
Mercados secundarios
Estos precios con los que parten las letras luego se mueven en los mercados secundarios donde se negocian. Al ser un activo de vida corta no suelen tener grandes oscilaciones en los precios a diferencia de lo que ocurre con los bonos y obligaciones de mayor vida, pero sí es posible ganar o perder, comprando más barato o más caro, a sabiendas de que finalmente el Estado pagará un precio de 100 en el plazo acordado. Las expectativas de subidas o bajadas de tipos de los bancos centrales y de las emisiones futuras de las letras modificarán los precios en el mercado de negociación.
Como dato ilustrativo de lo que acontecía –no hace mucho- cuando las letras en España ofrecían rentabilidades negativas y con esta singularidad de los activos emitidos al descuento, el precio de las subastas, por ejemplo, se realizaba a precios de 102 cuando el Estado iba a recomprarlas a 100. El inversor institucional –estaba prohibido comprar a minoristas- sabía que perdería esos 2.