La economía alemana se encuentra "en una fase débil", según reconoce en su boletín de agosto el Bundesbank, que no solo observa un estancamiento en el segundo trimestre, que cerró con crecimiento cero, sino que también prevé que el enfriamiento se alargue de cara al tercero. Ya en el primer trimestre, un consumo frenado por el aumento de precios precipitó una contracción económica del 0,3% del PIB, mientras que el consumo de los hogares cayó un 1,2%. No fue este el primer trimestre de recesión, ya que el año pasado se cerró con una leve recesión técnica del 0,1%. Las previsiones del Bundesbank se han publicado el mismo día en que el Instituto de Investigación económica alemán Ifo ha hecho público un informe en el que anuncia de una posible tormenta en el sector de la construcción germana, del que se hace eco la agencia de noticias EFE.
En cuanto a las previsiones de Bundesbank, el banco nacional teutón achacó a "la débil demanda extranjera" y "el aumento de los costes de producción" el frenazo económico, si bien el colchón de pedidos tato en la industria como en la construcción ayudan a suavizar el efecto del estancamiento. También lo hacen los cuellos de botella en los suministros y el viento favorable del mercado laboral. El consumo privado veraniego también compensa algunas caídas, aunque no lo suficiente como para evitar el estancamiento.
"Debido al empleo estable y unos aumentos salariales fuertes en un momento en que las tasas de inflación bajan, la recuperación del consumo privado se podría mantener", ha anotado el Bundesbank, que observa una baja demanda de productos industriales. "La entrada de pedidos industriales subió en el segundo trimestre un poco respecto al trimestre anterior, pero esto se produjo solo por los grandes pedidos, que se trabajan principalmente por un periodo de tiempo más largo", según el Banco Federal alemán.
El enfriamiento alemán no debe afectar por ahora al mercado laboral, que según la institución financiera se mantendrá robusto y estable. Los precios subieron con fuerza en Alemania en primavera, sobre todo alimentos como cereales, bebidas y bienes industriales. Los precios de la energía, en cambio, cayeron, pero no tanto como a comienzos de año.
La inflación bajó en el segundo trimestre hasta el 6,9%, desde el 8,8% del año anterior, cuando los precios de la energía habían subido mucho por la invasión de Rusia a Ucrania y ahora ha desaparecido este efecto. Los precios de los alimentos subieron un 14% respecto al segundo trimestre del año pasado.
El Bundesbank prevé que en otoño baje más la inflación debido a la caída de los precios de la energía. La fuerte subida de los salarios en 2023 es un factor fundamental por el que la inflación superará el 2% durante bastante tiempo.
Frenazo en la construcción
Al tiempo que el Bundesbank publicaba su boletín de agosto con previsiones de más estancamiento, el Instituto de Investigación Económica Ifo ha aventurado una tormenta en el sector de la construcción, precipitada en gran parte por la subida de los tipos de interés y el aumento de los costes de materiales y la energía.
Los pedidos en el sector de la construcción residencial cayeron en Alemania en julio a nuevos mínimos. Un 40,3% de las empresas consultadas dijo en julio tener escasez de pedidos, frente al 34,5% en junio y al 10,8% un año antes, o sea, que es un problema que se ha multiplicado por cuatro en tan solo un año.
"El desplome en la construcción residencial en Alemania continúa", ha dicho el director de encuestas del Ifo, Klaus Wohlrabe, a la agencia EFE, si bien no hay indicios de que explote una burbuja inmobiliaria. “Hay poca construcción nueva, pero eso no es suficiente para que estalle una burbuja”, ha añadido.
Además de la caída de los pedidos, también han crecido las cancelaciones de proyectos, situación de la que se queja un 18,9% de las empresas consultadas, muy por encima de la media a largo plazo del 3,1%.
"Las compañías de la construcción residencial están bajo una presión tremenda. No solo se cancelan pedidos existentes todo el tiempo, sino que cada vez hay menos nuevos pedidos", dijo Wohlrabe.
Muchas empresas tienen pedidos que acumularon cuando los tiempos eran mejores, pero la situación amenaza a muchas empresas, según el Ifo. Un 10,5% de las empresas de la construcción consultadas por el Ifo en julio dijo que tenía dificultades financieras, el doble que hace un año.
"Dadas las nuevas condiciones, muchos proyectos ya no son rentables para los inversores y cada vez es más difícil asegurarse financiación para la construcción privada también", añadió Wohlrabe. La mayor parte de las empresas consultadas por el Ifo prevé que la situación se deteriore más los próximos meses.
Insolvencias de promotoras
Entre enero y marzo el número de empresas que se declararon insolventes se duplicó respecto al año anterior. Project Immobilien de Nuremberg es una de ellas, que tiene acumulados 1.400 millones de euros de 30.000 inversores y gestiona 120 proyectos por un volumen de 3.200 millones de euros en construcción o previstos de construir, 20 fondos de inversión y otros vehículos de inversión.
En noviembre del año pasado lo hizo Fakt, que tiene créditos por 285 millones de euros. La inmobiliaria Adler también atraviesa una crisis y al igual que Vonovia, LEG Immobilien y TAG Immobilien ha caído mucho en bolsa. Están endeudadas y para reducir sus deudas quieren vender muchos inmuebles, cuyo valor es ahora más bajo.
El Bundesbank, el banco central de Alemania, prevé en su boletín de agosto que los precios de la vivienda caerán despacio y considera que se puede producir una corrección abrupta en el componente especulativo de la sobrevaloración de los precios.
Los precios de la vivienda en Alemania estaban sobrevalorados a mediados de 2022 entre un 20 y un 30%, según el Bundesbank. El banco DZ Bank prevé que en 2023 los precios de la vivienda bajarán en Alemania entre un 4 y un 6%.