La respuesta tiene tantas derivadas como intereses diferentes se persigan. Así pues, se puede vender antes o después de comprar la nueva, dependiendo de la situación económica, los intereses fiscales, los impuestos derivados o la situación laboral. A modo de ejemplo, si quieres vender una casa para comprar otra, lo más probable es que te hagas una primera pregunta.
¿Qué tengo que hacer primero, vender o comprar? Lo más lógico es que lo puedas hacer todo al mismo tiempo, priorizando la venta a la compra. Aunque eso no siempre es posible: a veces resulta difícil encontrar comprador y otras veces también es complicado encontrar una vivienda que nos guste y encaje con nuestras necesidades. Lo mejor siempre es vender primero y después comprar, porque de lo contrario, pueden surgir varios inconvenientes.
El orden de los factores sí altera el producto
Uno de los que más preocupan es la imposibilidad de liquidar la hipoteca de la casa actual, ya que no dispondrás del dinero de la venta para pagar la nueva vivienda. Además, si todavía no has conseguido cancelar la hipoteca, es muy probable que el banco te lo ponga más difícil para concederte una nueva, según recuerda el portal Habitaclia. Si finalmente te la conceden, tendrás que hacer frente a las dos cuotas durante un periodo de tiempo indefinido. Eso significa que para poder asumir este tiempo de traspado, tendrás que tener un buen colchón económico. También puede pasar de que el banco considere esta segunda hipoteca para segunda residencia y entonces las condiciones no serán tan favorables como si hiciera una hipoteca para una vivienda habitual.
Housfy recuerda que el orden lógico de las cosas nos dice que lo más normal es comprar piso una vez hayas vendido el tuyo. Sin embargo, eso no siempre es posible. Quizás, hayas encontrado una oferta única e irrechazable y quieras dar ya el pago a cuenta. Quizás también, que simplemente necesites comprar un piso porque te mudas de ciudad, porque la familia crece o porque no has encontrado comprador. Uno de los temas a tener en cuenta es el IRPF, uno de los impuestos que se pagan una vez vendida la vivienda. En la declaración de la renta tiene que figurar la ganancia o la pérdida patrimonial surgida de la venta del piso. Eso no es más que el resultado de restar el precio de venta menos el precio de compra y los gastos asociados.
Los impuestos a tener en cuenta
¿Sin embargo, se tendrán en cuenta las ganancias al comprar vivienda antes de vender el habitual? Efectivamente. Por norma general, las ganancias patrimoniales tributan a la base imponible del ahorro. Eso quiere decir que tributarán a un tipo que irá del 19% al 23%, dependiendo del total obtenido con la venta, sea cuál sea el momento de la venta. Hasta 6.000€ solo tributará un 19%. Si las ganancias son entre 6.000€ y 50.000€ tributarán a un tipo del 21% y si son de más de 50.000€, el tipo impositivo será del 23%. No obstante, hay una forma muy sencilla para evitar pagar este impuesto: Reinvertir las ganancias en la compra de una vivienda habitual.
En último término, también hay que tener en cuenta la financiación. Muchas veces nuestra vivienda habitual está sujeta a una hipoteca y si queremos comprar una nueva vivienda tenemos que cancelar la hipoteca y contratar uno nuevo o bien conseguir que el nuevo propietario subrogue el préstamo hipotecario. Sin embargo, mientras tengamos el préstamo a nuestro nombre, conseguir una financiación puede ser complicado. La capacidad de endeudamiento se dispara y los bancos cada vez son más estrictos. ¿Entonces, si quiero comprar vivienda antes de vender el habitual como puedo financiarlo? Fácil, con una hipoteca puente. Los bancos tienen un producto financiero ideal para estos casos. Un préstamo que junta las dos hipotecas en una hasta que se vende el piso antiguo.