La Secretaría General de Transportes del Gobierno de España “ya está trabajando activamente” en la organización de la reunión de la comisión técnica bilateral que analizará el futuro del aeropuerto de El Prat, según consta en la carta que la ministra Raquel Sánchez envió hace unos días a la consellera catalana Ester Capella.
Sin embargo, todavía no se ha fijado la fecha en la que se reunirá la mencionada comisión técnica. Fuentes próximas a la negociación señalan que la ministra de Transportes esperará a la formación del nuevo gobierno de Pedro Sánchez para agendar esta cita.
El pasado 30 de octubre, la consellera de Territorio de la Generalitat, Ester Capella, pidió por carta a Raquel Sánchez que convocase la reunión de la comisión del aeropuerto de El Prat y, ese mismo día, la ministra le respondió que en las siguientes jornadas reuniría a los equipos correspondientes para “discutir los detalles” relacionados con la composición y el funcionamiento de esta comisión.
En la carta de la ministra, a la que ha tenido acceso ON ECONOMIA, Raquel Sánchez muestra su confianza en que esta “iniciativa conjunta será un paso importante para lograr una solución que cuente con el consenso político y social necesario para llevar a la cabo la ampliación del aeropuerto Josep Tarradellas-El Prat de manera efectiva y sostenible”.
Capella subrayó en su carta la necesidad de conseguir “el máximo consenso político y social”. Sin embargo, se refirió a la “transformación” y “modernización” del aeropuerto de El Prat, sin utilizar la expresión “ampliación”, que la ministra utilizó en dos ocasiones en su escrito.
Tanto la ministra como la consellera coinciden en que esta infraestructura es “crucial” para el desarrollo de Catalunya y que es necesario tener en cuenta “las preocupaciones locales”. Antes de ser ministra, Raquel Sánchez era alcaldesa de Gavà, uno de los municipios afectados por el aeropuerto.
La creación de esta comisión técnica sobre el futuro de El Prat está contemplada en los acuerdos entre ERC y PSC por los que esta última formación, liderada por Salvador Illa, facilitó en marzo pasado la aprobación de los presupuestos de la Generalitat. Una de las condiciones era la convocatoria de la comisión aeroportuaria para antes de finalizar este año.
Este debate se produce después de que Aena, el gestor del aeropuerto, aparcase su propuesta de ampliación porque no suscitó la unanimidad de las administraciones catalanas. Aena propuso construir otra terminal y alargar la pista paralela al mar en 500 metros. Precisamente, a finales de octubre, la patronal Foment del Treball presentó un informe sobre 11 propuestas distintas que se han presentado.
De totas estas propuestas, el comité de expertos creado por Foment se decantó por la última, formulada por sus propios miembros, consistente en alargar la pista paralela al mar en 850 metros (350 metros más que la propuesta de Aena). Esto supondría que pasaría por encima de la zona protegida de la Ricarda, sustentada por un sistema de pilares. El Port de Barcelona se opone a esta propuesta por considerar que puede afectar la expansión futura de sus instalaciones dada su proximidad al puerto.
El aeropuerto requiere de una pista de larga, de como mínimo 3.500 metros, para acoger la operativa de los wide body, los aviones de grandes dimensiones, que cubren rutas intercontinentales y que necesitan más longitud de pista per despegar.