La decisión del Gobierno de rebajar el IVA a una quincena de alimentos ha supuesto una merma de ingresos de 254 millones de euros para Hacienda en los dos primeros meses de funcionamiento (enero y febrero). Sin embargo, el impacto recaudatorio se ha concentrado en el primer mes, pues en enero se dejó de recaudar 244 millones de euros y en febrero tan solo 10 millones. La propia Agencia Tributaria remarca que hay que recordar que “en este tipo de medidas, el efecto es más intenso en el primer mes de aplicación”. Habrá, pues, que esperar a conocer el informe de recaudación de mayo (hay un retraso de dos meses en los datos de la rebaja del IVA en los alimentos) para hacerse una idea de la merma mensual. La Airef cifró en 660 millones el coste de los seis meses de rebaja fiscal.

Una medida que como ha reconocido el Ejecutivo no ha servido para bajar el precio de los alimentos, aunque sí para contenerlo. De enero a abril, la cesta de la compra de alimentos y bebidas no alcohólicas se ha incrementado un 3,7%, a expensas de conocer los datos desagregados de mayo que dará a conocer este martes el INE. En plena campaña electoral el Gobierno debe decidir si amplía la reducción fiscal más allá del 30 de junio, cuando declina la rebaja del IVA de 15 alimentos, aunque la medida se puede dar por renovada.

Este lunes, aunque sin un sí rotundo, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha declarado: “Puedo confirmar que mantendremos la rebaja del IVA de los alimentos de primera necesidad, en tanto en cuanto no lleguemos a niveles de precio que sean más adecuados", ha afirmado. La titular de Asuntos Económicos ha reiterado, eso sí, que todo esto lo decidirá el Gobierno “de aquí a final de mes” según evolucione la inflación. Calviño se ha referido al IPC general en términos interanuales: “Estamos en el entorno del 3% [3,2% en mayo], incluso por debajo cuando tomamos los datos armonizados con el conjunto de Europa y esta tendencia a la baja de la inflación se mantendrá, o es lo que apuntan todos los datos, en el curso de junio”, ha señalado la vicepresidenta.

Anuncio “electoralista”

Un anuncio que ha realizado desde la sede del PSOE con un marcado tono electoral, tras una reunión con la dirección del partido para perfilar las líneas maestras del programa para las elecciones generales del 23 de julio. Sin embargo, los datos de precios son muy distintos en referencia a la alimentación. A expensas de conocer la publicación de este martes, el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas subía a abril un 12,4% en referencia al mismo mes de 2022 y de enero a abril un incremento del 3,7%. Aunque la ministra no ha desvelado qué entiende por “niveles de precio más adecuados”, subidas interanuales del 12,4% y anuales del 3,7% en alimentación no se pueden considerar como “adecuados”.

Cosa distinta es el efecto que ha supuesto la rebaja del IVA en cada uno de los 15 alimentos que suponen en conjunto el 35% del presupuesto medio familiar en alimentación. Según el INE, si el Gobierno no hubiese decido gastar dinero en rebajar el IVA, los precios de la alimentación y bebidas no alcohólicas subirían un 14,3% en términos interanuales (frente a un 12,4% con la rebaja fiscal) y un 5% (frente al 3,7%) en los cuatro primeros meses del año. No obstante, de los 15 productos que han tenido reducción fiscal, cinco estaban más baratos que en diciembre, antes de ponerse en marcha la rebaja del IVA.

Así, las harinas y otros cereales costaban en abril un 1,8% menos que en diciembre, las pastas alimenticias y el cuscús un 1,9%, las frutas frescas un 3,4% más baratas (aunque es un precio muy volátil) y las legumbres y hortalizas congeladas un 1,5%. El aceite de girasol supone un fenómeno aparte, pues en estos cuatro meses el precio ha caído un 15,1% debido a una cierta normalización del comercio de girasol desde Ucrania y no a la medida fiscal, pues el aceite de oliva, muy afectado por la sequía y con la misma reducción del IVA, sube en los cuatro primeros meses del año un 5,5%.

Efecto recaudatorio de la rebaja fiscal en la energía

Al coste fiscal de la reducción del IVA en los alimentos hay que sumar el de la luz y el gas, aunque en estos dos productos, los datos de la Agencia Tributaria llegan a abril. Así, con la reducción del IVA de la electricidad del 10% al 5% Hacienda ha dejado de ingresos en lo que va de año 276 millones de euros y por la bajada del 21% al 5% del IVA del gas otros 102 millones. Por tanto, la merma de ingresos por las medidas anticrisis suma en el año 632 millones de euros.

No obstante, las medidas fiscales relativas a la energía se aprobaron para estar en vigor todo el presente año, por lo que el Gobierno no se plantea retirarlas en junio. El pasado año, la reducción del IVA de la electricidad costó a Hacienda 1.313 millones de euros y en la mitad de 2021 otros 509 millones. En total, desde su entrada en vigor el coste por la reducción de 5 puntos porcentuales en el IVA de la luz ha costado 2.098 millones de euros. El gas entró en vigor a mediados del pasado año, por lo que suma 321 millones de euros.

El Gobierno también ha reducido el impuesto especial de la electricidad, que también recae sobre los consumidores, con un coste entre 2021 y 2022 (no hay datos de 2023) de 2.041 millones y el impuesto sobre el valor de la producción de la energía, que pagan las empresas, 4.099 millones. En total, la rebaja de los cuatro impuestos energéticos suma un coste fiscal de 8.599 millones, que con los 254 millones del IVA de los alimentos, eleva la factura fiscal de las medidas anti inflación a 8.813 millones de euros desde mediados de 2021.