La inversión de pequeños ahorradores en activos considerados seguros como los fondos de renta fija y las letras del Tesoro se ha disparado en el último año con el giro de la política monetaria de los bancos centrales y en el primer semestre del año ambos instrumentos han captado 27.829 millones de euros.
Según las estadísticas de la asociación de instituciones de inversión colectiva (Inverco), a 30 de junio las entidades que comercializan fondos de inversión (bancos en su mayoría) captaron 13.047 millones netos -suscripciones nuevas menos reembolsos efectuados en el periodo-.
La entrada de dinero en este tipo de fondos se ha disparado desde el año pasado, ejercicio en el que marcó el máximo desde que existen datos (año 2002) con 15.237 millones, cifra que previsiblemente se va a superar antes de que termine el año a la vista de su evolución.
Los últimos datos de Inverco, del mes de julio, elevan a 14.087 millones las suscripciones netas en los primeros siete meses del año, apenas mil millones por debajo de las de todo 2022. En varios meses de 2023 las aportaciones netas han estado por encima de 2.000 millones y en ninguno han bajado de 1.000 millones.
En cuanto a las letras del Tesoro Público, el saldo de la cartera en poder de los hogares ha pasado de los 1.826 millones de diciembre de 2022 a 16.608 millones al cierre del pasado mes de junio, lo que supone un incremento de 14.782 millones, según los datos del Banco de España.
El aumento de la inversión minorista en letras del Tesoro ha sido espectacular desde el verano pasado, cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir los tipos de interés en la eurozona para atajar la elevada inflación.
La cartera de inversores minoristas en letras era de tan solo 19 millones en junio de 2022, en octubre había ascendido a 321 millones y terminó el año en los más de 1.800 millones mencionados.
No hay competencia para el inversor conservador
Las letras del Estado, que se ofrecen en plazos de tres, seis, nueve y doce meses, han tenido una fuerte demanda por parte de los hogares debido a su alta rentabilidad respecto al riesgo que ofrece este tipo de inversión frente a productos comparables como los depósitos bancarios.
"Lo que vemos es que no hay una oferta de depósitos a plazo fijo, con lo que el inversor de perfil conservador, que es el mayoritario en nuestro país, se va al resto de productos seguros y que ofrecen rentabilidad", explican desde Asufin.
El tipo básico del BCE supera el 3% desde principios de febrero de 2023, alza que se ha trasladado a índices de referencia de productos financieros, como por ejemplo el euríbor de las hipotecas, pero no abundan los depósitos bancarios con una remuneración acorde a este nivel.
"Cabe esperar que en algún momento se empiece a ofrecer también por las entidades", añade la asociación de consumidores.
A pesar del descenso en el tipo de interés pagado en las últimas subastas del mes de agosto, en todos los plazos el tipo medio supera el 3,5%, por encima los depósitos bancarios.
En el caso de los fondos de inversión el rendimiento difiere mucho entre cada producto, ya que pueden invertir tanto en activos de deuda pública (y no solo de España) como bonos u otros instrumentos de deuda empresarial.
Según los últimos datos de Inverco, de julio, la rentabilidad media ese mes de los fondos de renta fija fue del 0,41% y la acumulada en este año del 1,53%.
Asufin recomienda a los inversores sopesar el grado de riesgo que quieren asumir al seleccionar los productos de inversión, exigir a las entidades con las que operen toda la información necesaria, con el mayor grado de transparencia posible, y asegurarse de que entienden completamente todo lo que contratan.
A la hora de elegir intermediarios, la asociación de consumidores aconseja optar por los que figuren en los registros pertinentes, que estén supervisados por las autoridades y huir de "chiringuitos financieros" y de aquellos que ofrecen "rentabilidades fuera del mercado".