El Ministerio de Trabajo calcula que la reducción legal de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas supondrá el aumento de un 2,21% del coste por hora trabajado de los 14,5 millones de asalariados que se verán afectados por la medida. Así se recoge en la Memoria, a la que ha tenido acceso On Economía, del anteproyecto de ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo, el registro de jornada y el derecho a la desconexión que ha sido aprobado este martes por el gobierno de Pedro Sánchez y que será aprobado, ya como proyecto de ley, en las próximas semanas en Consejo de Ministros para remitirlo a las Cortes para su trámite parlamentario.

La Memoria considera que “inicialmente” la reducción de la jornada laboral semanal a un máximo de 37,5 horas de promedio en cómputo anual sin reducción de salario inducirá un incremento del coste salarial por hora trabajada de un máximo del 6,67% en el caso de que la persona estuviera trabajando 40 horas semanales con carácter previo a la implementación de esta reforma.

Pero ya son muchos los asalariados cuyo jornada pacta en convenio colectivo está por debajo de esas 40 horas, por lo que deberán acortar su jornada menos de 2,5 horas semanales. Así, considera que el incremento del 6,67% en el coste salarial, supone el “este escenario más pesimista no es el más extendido en España”, según los datos que ha manejado el Ministerio que dirige Yolanda Díaz de la Estadística de Convenios Colectivos de Trabajo y proyectando estos datos sobre la Encuesta de Población Activa para elaborar la Memoria. Con los que concluye: “el incremento del coste salarial por hora trabajada previsto para la jornada media de los casi 14,5 millones de trabajadores del sector privado sería del 2,21%”.

1,88 millones fuera

Aunque la reducción de jornada, y, por tanto, el aumento del coste salarial no llega por igual a esos 14,5 millones de empleados. El equipo del Ministerio de Trabajo, considera que, incluso, existe un grupo de más de 1.880.000 trabajadores para los que el coste salarial por hora no se incrementaría en absoluto.

Por tanto, según la Memoria Económica que acompaña al anteproyecto de ley, la reducción de la jornada beneficiará a un total de 12,5 millones de trabajadores del sector privado, beneficiando a 6,8 millones de hombres y 5,7 millones de mujeres.  Por sectores, el comercio agrupa el mayor número de trabajadores que reducirán sus horas de trabajo cuando la medida se apruebe en el BOE, después de pasar por el trámite parlamentario. En concreto, hasta 2,4 millones de trabajadores se “beneficiarán de la reducción de jornada”, según la Memoria del anteproyecto, seguido por la industria manufacturera, con 2 millones; la hostelería, hasta 1,4 millones de empleados y en construcción, 1 millón.

No obstante, la memoria matiza que estos datos varían en función de las secciones de actividad económica y del tamaño de la plantilla. Trabajo señala que según las jornadas medias pactadas “sabemos que las actividades con una jornada semana media pactada más larga y, por lo tanto, con un incremento superior del salario, hora inducido por la reducción de jornada son Hostelería, Información y Comunicaciones y Comercio”. Por el contrario, aquellos en los que no supondrá ningún cambio serán las actividades financieras y de seguros, las de suministro de agua y energía y el empleo en la administración pública.

En relación con el sector público, el gobierno español destaca que la reducción de jornada no supondrá un impacto presupuestario por el lado del gasto, ya que las jornadas medias pactadas en la administración pública se encuentran ya por debajo de las 37,5 horas. Ni tampoco se prevé que las modificaciones previstas en el registro de jornada supongan un coste adicional en la administración pública.

Mejora de la productividad

Pero, aunque la Memoria del anteproyecto evalúa en un 2,21% el incremento del coste laboral por hora trabajada para el conjunto de los asalariados, el equipo que ha elaborado el documento considera que “estos potenciales incrementos no comportan automáticamente un incremento de la masa salarial empresarial y por ende un incremento de los costes empresariales, ya que esta constricción horaria adicional puede reconducirse en buena parte por la vía de la productividad”.

A lo largo de la Memoria, se insiste en que la reducción del tiempo de trabajo incide positivamente en la productividad de los empleados. “A este respecto, es importante destacar que, con los últimos datos disponibles, la productividad laboral por hora trabajada crece a un ritmo del 2,5% interanual, de modo que neutralizaría en buena medida el impacto en los costes laborales unitarios que provocaría el incremento del coste salarial e impediría que la situación competitiva de las empresas españolas estuviera peor ahora que hace un año”.

En este sentido aporta algunos argumentos sobre la relación de una reducción de la jornada y la productividad: “con relación a la industria, hay evidencia de que la productividad por hora disminuye cuando las jornadas laborales son más largas”; “desde 1983, fecha de la última reducción de la jornada legal máxima, la productividad real por hora trabajada aumentó en España un 53% mientras que los salarios reales solo lo hicieron un 22%” o que “la medida es crucial para reducir el estrés laboral y promover un mejor equilibrio entre la vida profesional y personal aumentando la productividad y el bienestar de las personas a todos los niveles”.