La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que las reformas de pensiones adoptadas entre 2021 y 2023 elevarán el déficit público en 1,1 puntos del PIB en 2050 y 1 punto en 2070. La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha explicado este viernes que estos cálculos se derivan de que las medidas de incremento de ingresos previstas en estas reformas, que ascienden al 1,3% del PIB, “no consiguen compensar el aumento del gasto, que se eleva al 2,4% y 2,3%, respectivamente, en 2050 y 2070”. Las pensiones son uno de los elementos clave del aumento del gasto público a largo plazo, en especial a partir de 2035, hasta alcanzar un máximo de gasto en pensiones del 16,3% del PIB en 2049 -14,8% si se excluyen las pensiones no contributivas y de clases pasivas- para después bajar al 13,4% en 2070 -13,9 % excluidas no contributivas y clases pasivas-.
Según los datos manejados por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, la reforma generará una “hucha” para afrontar el incremento del gasto en pensiones de unos 120.000 millones de euros, en parte por el aumento del empleo que generará superávit en el sistema de la Seguridad social a partir de 2026.
"Cuanto antes actuemos menor será la magnitud del ajuste a realizar".
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que el gasto asociado al envejecimiento de la población elevará el déficit público hasta el 7% del PIB en 2070, un año en el que la deuda pública alcanzará el 186% del PIB si no se adoptan medidas para atajar este desfase. La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha presentado este viernes una opinión de la institución sobre la sostenibilidad de las administraciones públicas a largo plazo con el que pretende arrojar luz porque "cuanto antes actuemos menor será la magnitud del ajuste a realizar". Estos cálculos se asientan en un escenario base en el que la población española alcanzaría los 50,3 millones de habitantes en 2050 y 52,1 millones en 2070 gracias al impulso de la migración, en el que la economía crecería una media del 1,3 % anual sin reglas fiscales.
Herrero ha explicado que, de acuerdo a estas proyecciones –"no son previsiones”, ha insistido- el déficit público crecerá a partir de 2026 hasta situarse en un máximo del 8,1% del PIB en 2055, para después reducirse hasta el 7% hasta 2070. Este incremento del desfase responde al aumento del gasto en pensiones, sanidad, educación y cuidados de larga duración asociados al envejecimiento, así como el propio coste de una deuda creciente, que llegaría al 6,9% del PIB en 2070. Herrero ha defendido la conveniencia de realizar un análisis global sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, porque “no hay compartimentos estancos” para pensiones o comunidades autónomas y centrado en un reto, como es el envejecimiento, que “aflorará con fuerza a partir de la década de los años treinta”.