La ferroviaria española Renfe quiere recuperar el trayecto Barcelona-París de cara a diciembre de este año. Lo ha asegurado su presidente, Isaías Táboas, en un desayuno organizado este miércoles por la Confederación de Directivos y Ejecutivos (CEDE), en el cual ha detallado que el escenario natural de internacionalización de la empresa es Portugal y Francia, informa la agencia EFE. Lo ha dicho unos días después de anunciar que tendrá rutas en solitario con Lyon y Marsella desde Barcelona y Madrid, después de la ruptura con la francesa SNCF, que actualmente ya opera el trayecto entre Barcelona y la capital francesa.

Hace un año SNCF decidió poner fin de manera unilateral a la sociedad conjunta con Renfe que conectaba con alta velocidad entre España y Francia. Coincidió, además, con la entrada de la empresa francesa en España para operar el tren de alta velocidad de bajo coste, Ouigo. Mientras se están formando los maquinistas y el personal que operará los trenes Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella y, Renfe trabaja para conseguir el certificado de seguridad para trabajar la línea con París. Esta será la primera ocasión en que Renfe operará en solitario en un país extranjero, un movimiento que espera replicar a continuación en otros mercados, especialmente en Centro Europa, aprovechando la liberalización de las obligaciones de servicio público (OSP).

Por eso, Renfe cuenta con una participación del 50% en la checa Leo Express, con licencias en países del entorno, "cosa que permitirá ver oportunidades de mercado", a la vez que no descarta alianzas puntuales en otros mercados europeos. También los países árabes "nos vienen a buscar" para sus proyectos de alta velocidad, ha dicho Táboas, aprovechando la experiencia de la compañía española en el AVE que une Medina con la Meca, en Arabia Saudí, que transporta a más de 350.000 viajeros en el mes (por encima de las cifras del AVE Madrid-Barcelona).

El proyecto en los Estados Unidos del AVE entre Houston y Dallas está pendiente de que los promotores consigan financiación con fondos federales, momento en que empezaría la construcción de la infraestructura. El presidente de Renfe ha asegurado que están interesados a OSP, porque son proyectos con seguridad jurídica, escalables y, en general, con poco riesgo, y donde haya "que esté en entornos controlados". Táboas ha asegurado que la liberalización de los servicios ferroviarios introduce "fricción y mejora", a la vez que es una segunda gran oportunidad para Renfe, que pasará de ser el operador de monopolio a líder del mercado.

En este nuevo escenario, la compañía pública, que ya compite con el avión y la carretera, se tiene que medir con otros operadores de la alta velocidad, que han empezado a operar al mercado español recientemente y ha constatado que su nivel de calidad es "lo bastante bien". Se ha mostrado convencido de que el tren de alta velocidad de abajo coste (Avlo) es un producto llamado a ser lo que llegue a todos los destinos, no solo en las grandes como paso ahora, y con él Renfe quiere atraer no solo viajeros de avión sino también al tráfico por carretera tanto en autobús como en coche.

Lyon y Marsella

Con respecto a la conexión con Lyon y Marsella, Renfe circulará desde Barcelona-Sants hasta Lyon con paradas en Girona, Figueres-Vilafant, Perpinyà, Narbona, Montpellier, Nimes, y Valença TGV. La otra línea que pondrá en marcha antes del verano irá desde Madrid hasta Marsella pasando por la capital catalana. En total, cuando el servicio ya esté en marcha, ofrecerá 28 circulaciones semanales por línea.

Todavía no se pueden concretar fechas" para al inicio del servicio, según ha explicado el gerente de operaciones del alta velocidad internacional de Renfe, Juan Ricardo Zambrana, en una atención a los medios de comunicación durante un viaje de pruebas entre Barcelona y Lyon este lunes.

La empresa, según Zambrana, está haciendo una "marcha en blanco", también conocida como marcha de simulación, en que tres maquinistas de Renfe aprenden el recorrido para después pasar a ser "los formadores del resto de la plantilla que harán el recorrido en un futuro". El objetivo es permitir a los maquinistas conocer la línea que tendrán que cubrir y practicar durante un cierto tiempo antes de que se ponga el servicio en marcha, concretamente son un mínimo de cuatro pasadas para cada sentido. Renfe, que prevé formar a 25 maquinistas para operar esta línea, espera que los mercados internacionales supongan un 10% de sus ingresos.

Uno de los problemas que los maquinistas se encuentran es que se tienen que aprender tres reglamentos diferentes para poder circular hasta Lyon o Marsella, ya que la vía cambia entre alta velocidad y línea convencional durante el trayecto, y eso es "un esfuerzo", según ha asegurado Ricard Codina, a uno de los tres maquinistas ya formados. Hasta diciembre del año pasado, él conducía unos cinco kilómetros desde la frontera francesa hasta Perpinyà, donde un homólogo francés le tomaba el relevo y llevaba el tren hasta Lyon o Marsella. Ahora, hace todo el trayecto de casi 500 kilómetros desde el túnel del Pertús hasta la tercera ciudad mayor de Francia.