Los salarios crecieron el pasado año un 3,4%, según los datos que maneja la Agencia Tributaria, lo que significa que los trabajadores han perdido 5 puntos de poder adquisitivo el pasado año dado que la inflación media terminó en el 8,4%. Con los mismos datos, los salarios subieron un 3,2% en 2021, aunque aquel año permitió no perder poder adquisitivo a los trabajadores con una inflación media del 3,1%. No obstante, la presión de la inflación ha ido elevando el crecimiento salarial, según avanzaba el año 2022: si en el primer trimestre los ingresos de los trabajadores aumentaron el 2,2% respecto al anterior, el aumento en el segundo trimestre ya fue del 3%; un 4,2% en el tercero y en el cuarto se contuvo al 4%. En cualquier caso, el incremento salarial según los datos obtenidos de las declaraciones de la Renta de los trabajadores es superior al registrado en los convenios colectivos que arrojan un aumento del 2,8%.
Respecto a la evolución del mercado de trabajo, la Estadística de las ventas, empleo y salarios en Grandes Empresas y Pymes de la Agencia Tributaria (AEAT) conocida este miércoles determina que el empleo aumentó el pasado año un 9,8% en 2022, casi el doble de 2021 cuando, según los datos que maneja Hacienda, subió un 4,9%. No obstante, la evolución trimestral es claramente descendente a lo largo del pasado año: en el primer trimestre registró un aumento del 12,4% respecto al último trimestre de 2021, en el segundo el crecimiento se redujo al 11,2%, y el tercero y cuarto se limitó al 8%.
Las empresas venden un 7,5% más
En referencia a la facturación del conjunto de grandes y medianas empresas, en el cuarto trimestre aumentó un 3% sobre el tercero en términos deflactados (depurados de la inflación) y en el conjunto del año el 7,5%, frente al 9,4% del año anterior, aunque ese ejercicio se compara con las cifras muy negativas de 2020. Sin deflactar, las ventas de las empresas crecieron un 21% el pasado año y un 17% el anterior. La Agencia Tributaria resalta en el análisis que realiza de los datos que publica, que tanto el dato que se registró en el cuarto trimestre como la tendencia de desaceleración en la que se inscribe, ofrecen la misma señal que se puede observar en otros indicadores de ventas. Una desaceleración bien patente si se analizan los datos de evolución trimestral. El año arrancó con un incremento en la facturación del tejido empresarial del 10%, se incrementó al 10,4% en el segundo trimestre, ya en verano descendió al 7,3% para terminar el año con un aumento del 3%.
Así, la tasa de las ventas interiores diarias procedentes del sistema de "Suministro Inmediato de Información del IVA" se situó en el 3,2% en el cuarto trimestre, mientras que las ventas totales de las Grandes Empresas medidas a población constante moderaron su crecimiento hasta el 3,1% en ese mismo periodo, según la web de la Agencia Tributaria. Las ventas interiores aumentaron un 2,3% en el cuarto trimestre, por debajo del 6,4% del tercero. Por componentes, el perfil es similar, con crecimientos más moderados tanto en las ventas destinadas a consumo como en las de capital.
Ventas de tecnología
Dentro de estas últimas, las ventas de equipo y software mantuvieron un elevado crecimiento, mientras que las de construcción registraron un retroceso de 4,3%, tras estar en positivo los últimos seis trimestres. En el conjunto del año las ventas interiores aumentaron un 6,6% (9,3% en 2021), con especial protagonismo del consumo (10,6%) frente a las ventas de capital (5%).
Las exportaciones se incrementaron un 5,3% en el último trimestre del año, cerrando el año con un aumento del 10,7%, casi un punto superior al de 2021. En el cuarto trimestre el ritmo de crecimiento se redujo en todos los destinos. En el conjunto del año, las ventas destinadas a la Unión Europea mejoraron su comportamiento anterior (7,9% en 2022, 3,9% en 2021), aunque el mayor crecimiento correspondió a las exportaciones a países fuera de la Unión Europea (13,7%, frente al 17% previo).
Empleo
El número de perceptores de rendimientos del trabajo —empleados— creció un 8% en el último, casi igual que en el tercer trimestre. El intenso crecimiento que se vio en la primera parte del año permitió cerrar el ejercicio con un incremento del 9,8%. Por su parte, el incremento del rendimiento bruto medio en 2022 fue del 3,3%. Hay que tener en cuenta, no obstante, el fuerte impacto que tuvieron sobre esta variable los drásticos cambios en la composición sectorial del empleo durante 2020 y 2021.
En el caso de 2022 eso se aprecia claramente en el distinto comportamiento del primer y del segundo semestre. Lo ocurrido en este último, con subidas del salario medio del entorno del 4%, es un indicador más fiable de los incrementos que se fueron produciendo a lo largo del año.