El salario medio de un trabajador por cuenta ajena subió de media en 2023 un 5,3%, mientras que el excedente bruto de explotación y renta mixta bruta (similar a los beneficios empresariales) lo hicieron el 8,6%, según los datos de contabilidad nacional conocidos este martes. Tanto el crecimiento del salario unitario como el excedente bruto se han ido moderando según ha ido avanzando el año, aunque con un ritmo muy dispar. Así, la remuneración media por asalariado creció un 5,9% entre enero y marzo del pasado año y terminó en el cuarto trimestre en el 4,6%. Sin embargo, la reducción ha sido más brusca en el caso de los beneficios empresariales, que arrancaron el año con un crecimiento del 15% en relación con el primer trimestre de 2022 y lo finalizaron con un incremento del 2,4%.
Respecto a la media anual, los salarios han tenido el mayor crecimiento del último trienio, pues en 2022 subieron un 3,4% y el año anterior registraron un descenso del 0,3%, según los datos del INE. En el caso del excedente bruto de explotación, frente al 8,6% de 2023, crecieron un 15% el año anterior y un 9,4% en 2021, mientras que ese año las remuneraciones descendieron.
Crecimientos salariales
Los sindicatos y el Gobierno explican en tres factores el impulso de las remuneraciones de los asalariados en pasado año. En primero lugar, el acuerdo firmado entre CC. OO. y UGT con la patronal (V AENC) que desencalló la negociación colectiva y ha permitido un incremento salarial en los convenios firmados el pasado año del 4,6%, según un informe de Comisiones Obreras. Los sindicatos apuntan que el crecimiento ha sido superior al 4% que se estableció en el acuerdo salarial y superior al 3,4% de la inflación media, lo que ha permitido recuperar parte del poder adquisitivo perdido en 2021 y 2022.
El segundo factor que ha tirado de los salarios al alza es el crecimiento del SMI o salario medio interprofesional, que en 2023 fue del 8,4% y un 5% para 3024, equivalente al índice de precios al consumo de 2022. Una subida que tiene un efecto indirecto, pues provoca que en aquellos sectores donde solo una pequeña parte de la plantilla cobre el SMI, provoca el crecimiento de los salarios inmediatamente superiores, tirando de las nóminas al alza. Aunque en menor medida, los 3,5 millones de empleados públicos también han registrado un crecimiento durante el pasado año del 3,5%, aunque inferior al sector privado.
Excedentes empresariales
En el caso de los excedentes de explotación, el menor ritmo de crecimiento puede tener una doble explicación: una economía que se ha debilitado el pasado año, con un crecimiento del 2,5% frente al 5,8% de 2022, aunque ha resurgido en los últimos tres meses del año. El consumo privado ha permitido que la economía española, junto con la portuguesa, hayan sido las más dinámicas de la Unión Europea, gracias al mayor poder adquisitivo de los asalariados por las subidas salariales y una menor inflación, aunque han tenido que aumentar el dinero destinado a las hipotecas y los alquileres, según señalan los economistas.
También ha influido en la menor evolución de los excedentes empresariales una menor inflación, que ha comedido las subidas de los precios de muchas empresas, ya muy tensionados por dos años de subidas desconocidas en cuarenta años. Por esto, muchas empresas han ido reduciendo sus márgenes mermando sus excedentes, aunque las subidas de los tipos de interés explican los beneficios récord de la banca por segundo año consecutivo.
Reparto de la renta
La mayor subida de los excedentes o beneficios empresariales que los salarios ha provocado que el reparto de la renta generada en España no varíe en 2023 respecto a 2022. El pasado año, en España se generaron bienes y servicios por valor de 1.462.070 millones de euros, de los que el 47,82% (4,76% en 2022) fue a parar a los bolsillos de los asalariados; el 42,33% (42,44%) se quedó en las empresas y el 9,85% (9,78%) las administraciones públicas en forma de impuestos. De esta forma, los asalariados siguen sin recuperar el 49% del reparto del pastel económico generado en 2021 en España y está lejos de cifras del 55% de años pretéritos.
Además, los 699.204 millones de euros que se quedaron los asalariados hubo que repartirlos entre más personas, pues se han creado unos 780.000 empleos el pasado año, según la EPA, un incremento del 3,9% de incremento respecto al número de puestos de trabajos de 2022. Unos datos que difieren de forma notable de los que da la Seguridad Social, que cifra en 540.000 los nuevos afiliados en alta, cerca de 21 millones de trabajadores.