En el reparto de la renta nacional generada en 2022, los asalariados perdieron peso frente a los beneficios que obtuvieron las empresas, según los datos de renta nacional recogidos por la estadística de Contabilidad Nacional del INE. Así, los ingresos del conjunto de los asalariados aumentó el año pasado un 6,5%, mientras que los excedentes de explotación brutos más la renta mixta bruta lo hicieron un 15,4%, casi dos veces y medio más. Eso ha supuesto que en el reparto de la renta nacional, los salarios han bajado dos puntos el año pasado, desde el 54,2% de 2021 al 52,2% en 2022.

No obstante, siguiendo con los datos del INE, el porcentaje de la remuneración de los asalariados sobre el total de la renta nacional sigue siendo superior a las cifras de pandemia, pues en el conjunto de 2019 los salarios acumularon el 51,9% de la renta nacional generada ese año. No obstante, el año antes del covid, los salarios tuvieron el mayor reparto desde 2012, pues en 2017, 2016 y 2013 se quedaron por debajo del 51% y en los restantes no superaron el 51,3% del total de la renta nacional. Por tanto, a pesar del descenso del pasado año, estamos en uno de los años donde los salarios han tenido un mayor peso en el reparto de la renta nacional de la última década. No obstante, este año los salarios pueden seguir perdiendo peso, dependiendo de cómo evolucione la negociación colectiva.

El efecto de los Ertes en pandemia

La pandemia generó un escalón abrupto en el reparto de las ganancias obtenidas por los distintos factores de producción. En 2020, los Ertes ayudaron a mantener el empleo y los salarios, mientras que los excedentes de las empresas se derrumbaron. En concreto, la remuneración de los asalariados cayó ese año un 4,1%, mientras que los beneficios empresariales se derrumbaron el 14,2%, lo que provoco que los salarios llegasen a suponer el 54,8% de la renta nacional, cifra inédita en más de una década. En 2021, la remuneración de los salarios y los excedentes empresariales tuvieron crecimientos más parejos (5,4% y 7,8% respectivamente) lo que provocó que el peso de la renta de los empleados apenas variase unas décimas, al 54,2%, sobre el total de la renta generada ese año.

Pero la corrección ha empezado a producirse el año pasado debido a que el conjunto de la remuneración de los asalariados (626.361 millones de euros a lo largo del año) creció a un ritmo muy inferior al IPC, mientras que los excedentes de explotación más la renta mixta bruta (572.840 millones de euros) subieron el doble que la inflación media del año pasado. Sin embargo, tanto las remuneraciones como los excedentes han superado los niveles pre pandemia, en parte aupados por la inflación, y la renta nacional ha superado en 80.800 millones la de 2019, un 7% de incremento.

Por trimestres, la remuneración de los asalariados tuvo un incremento en la última parte del años del 6,3% en términos interanuales, frente al 15,5% de los excedentes de explotación. La diferencia muy más acusada en los meses de verano, cuando la remuneración de asalariados aumentó un 5,8% y los excedentes el 17,2), según los datos de la renta nacional del Instituto Nacional de Estadística. El segundo trimestre de 2022, los crecimientos fueron del 6,3% y del 15% respectivamente y en el primero, del 6,3 y el 15,3%.

Renta disponible de los hogares españoles

Los hogares españoles dispusieron en el cuarto trimestre del pasado año 300.927 millones de euros de renta disponible neta, es decir, para gastar o ahorrar en las Navidades, lo que supone un récord histórico. Aunque supone una cifra distorsionada, pues se mide en valores absolutos, lo que incluye el efecto de la inflación que ha provocado un crecimiento del dinero disponible, aunque con un menor poder adquisitivo. Para hacerse una idea de la evolución de la renta disponible durante el último trimestre de 2022, en el tercero fue de 271.900 millones y en primavera de 275.195 millones de euros. Respecto al primer trimestre del año -256.195 millones de euro-, la renta neta disponible del último trimestre registra un incremento un 25%.

Muy lejos queda ya el desplome que la renta disponible de los hogares españoles sufrió en el segundo trimestre de 2020, cuando se produjo el confinamiento, que cayó hasta 198.333 millones de euros. Hay que irse al primer trimestre de 2006 para ver cifras similares, en ese ocasión 198.100 millones de euros. Comparado el cuarto trimestre del pasado año con el de 1999, de 140.007 millones de euros, la renta disponible en términos absolutos se ha doblado, aunque el poder adquisitivo a crecido a un menor ritmo por el encarecimiento de la vida.

El Instituto Nacional de Estadística contabiliza como en el excedente bruto de explotación, además de os beneficios de las empresas, tanto públicas como privadas, las rentas de capital, el pago de intereses, la amortización de los distintos bienes y servicios empleados en la producción, la renta imputada a los propietarios de inmuebles y los beneficios obtenidos por los autónomos con el ejercicio de su actividad.