El repunte de los pisos turísticos en el país, que coincide con la escalada de precios de la vivienda y unas cifras turísticas de récord, se ha convertido en un asunto político y social de primer orden para las comunidades autónomas y municipios más afectados. El propio Ejecutivo central parece decidido a intensificar el control de las viviendas de uso turístico (VUT), y justo esta semana anunció su intención de acotar los alquileres temporales, obligando a que sean justificados en los contratos. También pretende reformar la Ley de Propiedad Horizontal para que los vecinos puedan autorizar o vetar pisos turísticos en sus fincas.
La estadística experimental del Instituto Nacional de Estadística, que calcula el número de viviendas turísticas en España estima que, a febrero de 2024, había 351.389 alojamientos de estas características en el país, de los que casi el 70% se concentran en Andalucía, la Comunitat Valenciana, Catalunya y las Canarias.
Esta estadística, que el INE inició en 2020 y actualiza cada medio año, es lo más parecido a una cifra oficial a nivel nacional, aunque hay autonomías que manejan sus propios datos, con habituales discrepancias tanto al alza como a la baja respecto al INE. Además, el Gobierno espera poner en marcha en los próximos meses un registro estatal que sirva para unificar toda esta información numérica y metodológicamente.
La costa y las islas, el gran granero de la vivienda turística
Según el INE, la costa (mediterránea, en especial) y las islas son el gran granero de la vivienda turística, que alcanza un peso relativo considerable en el parque inmobiliario de numerosas localidades de tamaño pequeño y medio. En Yaiza, municipio de la isla de Lanzarote con 17.415 habitantes censados, el 22,5% de las viviendas se dedica a uso turístico. No en vano, las autonomías con mayor número de viviendas turísticas son, por este orden, Andalucía (82.454), Comunitat Valenciana (59.413), Catalunya (52.598) y Canarias (46.784).
Las siguen a cierta distancia Illes Balears (25.073), Madrid (19.456) y Galicia (17.883), mientras que al otro lado del espectro, exceptuadas las ciudades autónomas, están La Rioja (1.263), Navarra (1.583) y Extremadura (1.759).
La clasificación por municipios la lideran tres capitales, Madrid (16.100), Barcelona (8.842) y Málaga (7.038), y en los siguientes puestos aparecen otras grandes ciudades como València (6.769) o Sevilla (6.171) pero, sobre todo, localidades costeras de Málaga (Marbella, 6.994; Mijas, 4.229), Alicante (Torrevieja, 4.454; Dénia, 3.608) y Canarias (Arona, 4.013; Adeje, 3.800; La Oliva, 3.678). En contraposición, las capitales de provincia con menos viviendas turísticas son Palencia (41), Guadalajara (46), Lleida (54), Huesca (63), Badajoz (68), Ciudad Real (83), Soria (112), Teruel (130), Segovia (138), Ávila (154), Jaén (176), Vitoria-Gasteiz (177) y Huelva (183).
Hay que tener en cuenta que todos estos números no reflejan necesariamente situaciones regularizadas. Baste como ejemplo el caso de Madrid capital, que según el INE tiene 16.100 pisos turísticos, pero cuenta con poco más de 1.000 licencias municipales en vigor.