Ni el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, que lidera Elma Saiz, ni el de Trabajo y Economía Social, en manos de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, ven con buenos ojos la creación de un subsidio para autónomos mayores de 52 años que carecen de ingresos tras haber tenido que abandonar la actividad profesional, según fuentes de ambos ministerios consultadas por ON ECONOMIA. Las tres grandes asociaciones de autónomos ATA, Upta y Uatae han solicitado la aprobación de un subsidio similar al que cobran los asalariados de más de 52 años que, tras haber agotado la prestación contributiva por desempleo, siguen intentando volver al mercado laboral.
A pesar de la unanimidad en la demanda por parte de las tres asociaciones de autónomos, los planteamientos difieren. ATA, que preside Lorenzo Amor, y Upta, cuyo secretario general es Eduardo Abad, entienden que el subsidio debe ser gestionado por el Ministerio de la Seguridad Social, responsable a través de las Mutuas de Trabajo de abonar las prestaciones a los autónomos, principalmente la incapacidad temporal y el cese de actividad. Con tal fin, ambas organizaciones están dispuestas a generar una nueva aportación a la cotización del Reta (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) específica para este subsidio. Uatae, sin embargo, no comparte el modelo y considera que los autónomos deben incorporarse al subsidio de mayores de 52 años que abona el Ministerio de Trabajo, por medio del Sepe. Pero ninguno de los dos ministerios está por la labor, aunque se descartaría que fuese a través del subsidio del paro, actualmente en reforma, al entender que no es posible legalmente, al estar ligado a la cotización en el Régimen General.
Nuevas prestaciones
Desde la Seguridad Social alegan que la reforma del Reta aprobada en 2022 y puesta en marcha en 2023 ha aumentado considerablemente las prestaciones de los autónomos y se ha reformado el sistema de cese de actividad permitiendo que lo cobren aquellos profesionales que, aunque no hayan abandonado definitivamente su actividad profesional por falta de rentabilidad, estén pasando una mala racha. En este caso, se ha aprobado un nuevo cese de actividad que permite compaginar el cobro de la prestación por cese con ingresos por actividad profesional, siempre que se haya producido una reducción considerable de los ingresos.
No obstante, tras un año de andadura del nuevo cese de actividad (por el que cotizan 2,2 millones de autónomos, una tercera parte del total), se constata que no está funcionando adecuadamente, según ponen de manifiesto las organizaciones de autónomos y los sindicatos, al entender que con más de medio millón de profesionales por cuenta propia que abandonan anualmente su actividad, las peticiones por cese se limiten a 20.100 en 2023 y, más grave, que la mitad sean denegadas. En estos momentos, la Seguridad Social tiene abierta una mesa de negociación para analizar cómo ha evolucionado la reforma del Reta, incluido la prestación por cese de actividad en la que se ha solicitado el nuevo subsidio para mayores de 52 años. Pero las asociaciones de autónomos y los agentes sociales consideran que los datos aportados por la Seguridad Social no son suficientes, por lo que se ha abierto un Observatorio del cese de actividad para conocer en profundidad los datos y las causas que puedan explicar la baja utilización de esta prestación.
Además, desde la Seguridad Social entienden que la propuesta que han presentado las asociaciones en la mesa de que los autónomos paguen 4 euros al mes para esta nueva cotización, es totalmente insuficiente para afrontar el coste que supondría crear un subsidio para los autónomos. Desde Upta cifran en 13,5 millones de euros, lo que se recaudaría cada año por la nueva cotización para financiar el subsidio de los mayores de 52 años que quieran volver al mercado laboral.
50.000 beneficiarios
Actualmente, habría unos 50.000 autónomos que podrían acogerse al subsidio para mayores de 52 años, según cálculos de Uatae. En concreto, ya habría 40.000 que han abandonado su actividad profesional y no tiene ingresos, a los que se sumarían unos 10.000 más que actualmente están cobrando el cese de actividad y no han podido volver al mercado laboral, por lo que en breve dejarán de tener ingresos. Uatae cifra el coste de subsidiar a estos 50.000 autónomos inactivos en 250 millones de euros.
El argumento de Uatae es que el subsidio por desempleo de los asalariados se financia a través de los presupuestos generales del Estado y no, mediante las contribuciones por desempleo de los trabajadores y las empresas. Consideran que al tratarse de un subsidio pagado con los impuestos, los autónomos tendrían el mismo derecho que los asalariados. No obstante, el subsidio de desempleo se cobra una vez agotada la prestación contributiva, lo que implica que los beneficiarios han tenido que pagar la cotización por desempleo. Algo que no han hecho los autónomos que, además, llevan pagando por el cese de actividad desde 2019, pues anteriormente era voluntario. Lo que dejaría fuera a la mayoría de esos 40.000 autónomos que no tienen ingresos, pero que en su gran mayoría tampoco cotizaron por el cese de actividad.