El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, ha convocado este martes a los agentes sociales para abordar la nueva propuesta remitida la semana pasada sobre el Estatuto del Becario y lo hará a cara de perro con los sindicatos. Tanto CCOO como UGT están muy “enfadados” con el giro que ha dado la posición del Ministerio de Trabajo que ha renunciado a prohibir las prácticas extracurriculares, consideradas por el propio Ministerio hace unos meses como un foco de fraude a ser usadas como un puesto de trabajo encubierto. El intento del Gobierno de sumar a la CEOE a un posible acuerdo y, muy especialmente, el intento de asegurarse el apoyo de ERC y PNV en la tramitación parlamentaria ha provocado este cambio de ciento ochenta grados. Desde la formación vasca señalan a ON ECONOMIA que en Euskadi hay una cultura de prácticas duales y extracurriculares muy arraigada, aunque sería importe que hubiera garantías de cobertura social y de salario. Se trata, pues, de una reforma de gran calado en el ordenamiento jurídico laboral.
El jueves pasado el Ministerio de Trabajo remitió un nuevo texto, tras una reunión a mediados de febrero, en el que ya se renuncia a prohibir las prácticas extracurriculares que, a diferencia de las curriculares, no son imprescindibles para obtener una titulación profesional. A cambio, Trabajo quiere limitar el tiempo máximo de las prácticas a 480 horas de tiempo de trabajo, según señalan a ON ECONOMIA personas cercanas a la negociación. Aunque supone una reducción importante de la establecida en la anterior propuesta -de enero de este año- que establecía un máximo de 36 créditos, equivalente a 900 horas (la mitad de una jornada laboral). No obstante, la propuesta de limitarlas a 480 horas sigue siendo alta para los sindicatos.
Actualmente no existe una limitación horaria a las prácticas externas extracurriculares, aunque el Real Decreto que regula las prácticas académicas externas de los estudiantes universitarios recomienda que tengan “una duración preferentemente no superior al 50% del curso académico, sin perjuicio de lo que fijen las universidades, procurando el aseguramiento del correcto desarrollo y seguimiento de las actividades académicas del estudiante”.
No solo FP y Universidad
No es el único cambio que ha planteado el Ministerio de Trabajo, pues también se ha suavizado el propio objetivo del Estatuto del Becario. El texto que se debatirá este martes determina que el objetivo de la norma será la identificación de los estudios que puedan dar lugar al desarrollo de tareas formativas desarrolladas en la empresa o, en su caso, organismos equiparados, así como la regulación de su régimen de desarrollo.
Sin embargo, se ha suprimido el párrafo que determinaba que estas prácticas debían figurar como parte integrante de los “programas o currículos de aquellos procesos formativos oficialmente reconocidos por las administraciones competentes en el sistema de formación profesional y universitario o las especialidades formativas de sistema nacional de empleo”. Lo que en opinión de los sindicatos, las prácticas -sean curriculares o extracurriculares- ya no se circunscriben a formaciones oficialmente reconocidas y sólo en el ámbito de universitarios, de la formación profesional y el Sepe. Lo que permitiría la continuidad de prácticas ligadas a formaciones de rango inferior, impartidas en muchos casos por academias.
Continuar negociando
Sin embargo, nadie quiere dar por rotas las negociaciones y la voluntad de las partes es seguir sentados en la mesa. De hecho, la posición de las organizaciones no se decidirá en la mesa, sino en los organismos decisorios tanto de las patronales como de los sindicatos previsiblemente después de la reunión de este martes. En el caso de los sindicatos, tendrán que tomar la decisión de si pueden alcanzar un acuerdo aunque se mantengan las prácticas extracurriculares, algo que dependerá de si consiguen reducir las horas trabajadas por debajo de las 480 propuesta por el departamento que lidera la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Lo que podría no se aceptado por las patronales CEOE y Cepyme ni por los partidos socios del Gobierno imprescindibles para sacar adelante el Estatuto del Becario. No obstante, tal y cómo esta la última propuesta de la semana pasada no contaría con el apoyo de los agentes sociales, al menos del lado de los sindicatos.
Supresión de las prácticas extracurriculares
El anterior borrador, aunque mantenía la supresión de las prácticas extracurriculares, dio una vuelta de tuerca que no gustó nada a los sindicatos, pues alargaba el periodo transitorio para la supresión de estas prácticas de un año (cómo se pactó con CCOO y UGT) en octubre a tres años. Por tanto, la propuesta de la semana pasada llueve sobre mojado. Desde los sindicatos, recuerdan que la primera propuesta que se presentó a la mesa de negociación, antes de verano del año pasado, se eliminaba por completo estas prácticas no exigidas para obtener un título. Sin embargo, ante las presiones de la CEOE y de los socios parlamentarios, en junio el Ministerio de Trabajo impuso la necesidad de mantener durante un periodo transitorio las prácticas extracurriculares.
Tras dos meses de negociación, el borrador de julio ya estableció una disposición transitoria que establecía un año de periodo transitorio que, en enero, se ha elevado a tres. Igualmente recuerda, que en octubre el Ministerio de Trabajo cerró una cuerdo con CCOO y UGT con el periodo transitorio de un año, por lo que acusan al departamento que dirige Yolanda Díaz de haber roto el pacto.
Pépe Álvarez, secretario general de UGT, ha asegurado este lunes que “con toda seguridad” el Estatuto del Becario se aprobará esta legislatura “con acuerdo en la mesa del diálogo social o sin acuerdo", en referencia a la CEOE. "Este es un tema que hay que cerrar, que tenemos que acordar porque quedó pendiente en la Reforma Labaoral porque no había tiempo de poder cerrar un acuerdo y lo tenemos que cerrar”.