Popularmente, se dice que “el papel lo aguanta todo”, aunque más cierto es que siempre deja registro en las hemerotecas o en el espectro virtual. Los últimos días de cada diciembre o primeros de enero es un clásico publicar las previsiones de crecimiento de las distintas economías. Este año no ha sido distinto. Sin embargo, pocos son los que se preocupan de comprobar el grado de acierto de estas previsiones. Hacienda es uno de ellos que, de la mano de Rubén Víctor Fernández de Santiago, director del Servicio de Estudios Tributarios y Estadísticos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria  (AEAT), ha indagado en el acierto o el error de los pronósticos sobre el PIB y el déficit (los datos que más interesan a la Agencia Tributaria) de los principales organismos públicos nacionales e internacionales. En concreto, los del Banco de España, Airef y el Gobierno español, en el ámbito nacional, y de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE. Con la siguiente conclusión:

  • El error medio de las previsiones de PIB real de las seis instituciones en los cuatro últimos años (de 2020 a 2024) ha oscilado entre 0,4 y 1,3 puntos, con un valor central de 0,8 puntos. “Aunque puede parecer poco, en términos relativos sobre un aumento medio del PIB del 4,3% supone un porcentaje de error del 20%, cifra en absoluto despreciable”, remarca el autor del trabajo.
  • En cuanto a las predicciones del déficit público, el rango de error es más amplio (entre 0,2 y 2,1 puntos, con un valor medio de 0,6 puntos), y el porcentaje de desviación es también algo menor (14%), “pero todavía importante”, señala el responsable de la estadística de la AEAT.

En el caso del producto interior bruto, los errores han ido a peor, según el estudio de Fernández de Santiago. Así, el error medio de 2021 fue del 15,4% entre lo que predijeron las seis entidades y cuánto creció realmente la economía. Al año siguiente, la brecha se aumentó al 18,2%; en 2023 a un 26% y a datos de abril, el pasado año se redujo al 21,8%, aunque se va a disparar cuando se conozca el cierre definitivo del pasado año. De momento, el tercer trimestre arrojaba un incremento del 3,3%, por encima de los cálculos publicados en octubre, últimos utilizadas para hacer el estudio.

Diferencias en el error

Pero los errores difieren dependiendo de cada uno de los seis pronósticos analizados. El estudio de Hacienda concluye que “el mejor desempeño predictivo en términos relativos del Gobierno desde hace un año, con un Error medio absoluto (EMA) conjunto de 0,4 puntos (entre 0,2 y 0,5 puntos por debajo de los EMA del resto de instituciones".

Y esto, ¿qué significa? Si cogemos 2021, el Gobierno español fallo en 1 punto porcentual (PP) entre la media de sus cuatro previsiones del PIB para ese año y el crecimiento real. Es decir, pronostico un 7,4% y cerró en un 6,4%. Para ese mismo año, el mayor acierto se lo anotan Airef y Banco de España, que solo erraron en 0,88 pp; seguido del FMI, un 0,9 pp, la CE, el 0,98 y el peor resultado se lo anota la OCDE con un 1,3 pp de fallo. El 15,4% supone el porcentaje que supone el EMA sobre el total del PIB real.

Gobiernos PSOE y PP

Siguiendo con el PIB y los números del Gobierno español que sirven, entre otras cosas, para elaborar los presupuestos generales del Estado, en 2022 el Gobierno se apuntó el mayor error, 1,33 pp, frente al mínimo de 0,8 pp que se anota Airef. En 2023, en cambio, el Gobierno español afinó mucho más en su cuadro macroeconómico, pues la brecha se situó en 0,48 pp, aunque los demás también estuvieron más acertados. El peor resultado, de 0,85 pp, fue para la Comisión Europea. Y, finalmente, con los datos disponibles para la elaboración del estudio, en 2024 el Gobierno español se ha distanciado en 0,37 pp, frente al 0,8 pp de la OCDE.

La revisión de Hacienda se limita a los últimos cuatro años, todos ellos comandados por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, por lo que no se puede hacer una comparativa con las previsiones del Partido Popular. Pero en los proyectos de presupuestos, apostó por un 2,5% de crecimiento del PIB en 2017, con un fallo, al alza, de 0,4 pp (una brecha del 16%) y en 2018 predijo un PIB del 2,7 con un desfase, esta vez a la baja de 0,3 pp (11,2%). Aunque el Banco de España lo clavó en ese año y cometió el mismo desacierto que el Gobierno español en 2017.

Déficit público

El déficit público es, claramente, más complicado de calcular a tenor de los resultados obtenidos por Fernández de Santiago, mucho más erráticos en el tiempo que los del PIB. Así, el error medio absoluto en 2021  de los seis pronósticos analizados fue del 20,6%; en 2022, cae al 7,9%; el año siguiente, del 12,6%, para volver a reducirse a un 5,4% para este año con unos cálculos que han dejado fuera el impacto presupuestario de la DANA, por ejemplo.

Sobre los aciertos del Ministerio de Economía y el de Hacienda, en 2021 se desvió 1,47 pp (el más alejado fue la OCDE -2,13 pp- y el más acertado, el Banco de España -0,58 pp). El siguiente año, la brecha del Gobierno español fue de 0,55 pp (el máximo, coincidiendo con la  OCDE, y el mínimo, 0,2 pp, de la Airef). En 2023, los polos se invierten y el Gobierno español y la OCDE son los más acertados, con un erro de 0,3 pp, y el FMI, con 0,58, se anota el mayor desacierto. Con grana cautela, en 2024, la previsión del Gobierno en primavera coincidía con el déficit de entonces (al igual que la Airef) y el Banco de España tenía un EMA de 0,47 pp.